Revista Música

Genesis – parte iv (phil collins en solitario)

Publicado el 02 junio 2016 por Perendengon

Philcollins

Hola Graminoleños.

Continuamos con la narración de todo lo que un grupo como Genesis fue capaz de donar al mundo de la música con la carrera en solitario de Phil Collins. Si Peter Gabriel fue grande una vez que abandonó el grupo, lo de Phil Collins tiene doble mérito ya que su carrera en solitario la compaginaría con su carrera como vocalista y batería de Genesis, un desgaste monumental pero que merecería la pena ya que conseguiría un éxito absoluto en ambos casos. Comenzamos.

No es de extrañar que Phil Collins se convirtiera en una de las figuras más relevantes del mundo de la música conociendo sus antecedentes. Su interés por la batería le viene desde muy pequeño, concretamente desde los cinco años cuando sus padres le regalarían una por Navidades. Sin ningún tipo de enseñanza a la hora de leer notas musicales, con el paso de los años él mismo crearía su propio método y se convertiría poco a poco en un auténtico virtuoso de los bombos y los platillos. Nunca agradeceremos lo suficiente a sus padres semejante regalo.

Simultaneando su carrera en Genesis, en el año 1981 aparecería su primer trabajo en solitario titulado “Faces Value”, un disco marcado por el triste momento de su vida en el que se encontraba, marcado por su reciente divorcio, tema bastante recurrente como hemos podido comprobar en la pasada edición de “La Graminola” al hablar de la carrera de Peter Gabriel como solista.

Su primer single en solitario sería todo un acontecimiento, ya que se convertiría en uno de esos clásicos de la historia de la música moderna. El tema precisamente habla de su situación personal y es una balada en la que predomina su voz durante prácticamente toda la canción para romper al final con un espectacular y mítico sonido de su batería compañada de un inconfundible riff de guitarra. Ni que decir tiene que esta canción era espectacular en sus actuaciones en directo y podría decirse que es el mejor tema de su carrera. Para empezar no estaba nada mal. Ah, por cierto, por si todavía no habéis caído, el título de esta joya es “In The Air Tonight”.

Ni que decir tiene que esta canción llegaría al número uno en todo el mundo y arrastraría a esos mismos puestos de privilegio al disco al completo. Si su carrera con Genesis estaba en su mayor apogeo, en solitario Phil Collins había irrumpido como una centella. Una vez más las comparaciones eran inevitables y con Peter Gabriel triunfando como solista podría decirse que Collins acababa de empatar el partido con su primer tiro a puerta.

Ciertamente “Faces Value” es “In The Air Tonight”, porque el resto de las canciones del disco se verían eclipsadas por la gran calidad de este tema, pero lo cierto es que el disco en su conjunto como carta de presentación es bastante bueno, evidenciando bien a las claras que su carrera en solitario prometía.

Otra de las canciones destacadas de este disco nos dejaría una pista sobre algo que se repetiría bastante habitualmente en la carrera en solitario de Phil Collins. Se trata de su admiración por el sonido “Motown” lo que le llevaría a hacer constantes guiños en sus discos a esta tendencia. La canción en cuestión es este “I Missed Again”.

Otra de las características de la carrera de Phil Collins en solitario sería la colaboración con otros artistas a la hora de producir discos o de poner su voz y su talento a la batería a algunas de sus canciones. En el año 1982 llegaría esa primera colaboración.

Con ABBA recientemente separados, una de sus componentes femeninas, Frida Lyngstad iniciaría su carrera como solista con la publicación de su primer disco, eligiendo como single de presentación “I Know There’s Something Going On”, una canción en la que Phil Collins colabora tocando magistralmente la batería, ayudando también con la producción de todo el disco. Realmente, éste sería el único éxito a nivel internacional de Frida en solitario.

Ese mismo año sería muy productivo para Phil Collins, ya que a esta colaboración habría que añadir la publicación de su segundo disco en solitario. Su título sería “Hello I Must Be Going” y como sucediera con su primer trabajo, el éxito tremendo de su primer single arrastraría al número uno al trabajo completo.

Antes os comentaba su atracción por el sonido “Motown”, pues bien, ese single que llevaría al disco a convertirse en un número uno sería una versión del famoso tema de “The Supremes”, con la grandísima Diana Ross a la cabeza, titulado “You Can’t Hurry Love”. Las versiones en muchas ocasiones no están a la altura de los originales pero en este caso no sería así. El toque personal de Collins a esta canción la convertiría en un gran éxito.

Las similitudes con su anterior trabajo son bastante evidentes. En esta ocasión habría otro tema muy similar a “In The Air Tonight”, aunque no llegaría a tener su éxito, eso es prácticamente imposbile. Es una canción que habla también del vacío que queda cuando se acaba una relación sentimiental y también cuenta con un sonido de batería continuo e inconfundible a la manera Collins. Su título: “I Don’t Care Anymore”.

Dado que aunque había iniciado una productiva y exitosa carrera en solitario no había abandonado su actividad al frente de Genesis, el tiempo que transcurría entre la publicación de sus discos era de varios años, por lo que hasta el año 1985 no volveríamos a tener noticias de su actividad como solista, aunque hasta ese momento podríamos deleitarnos con alguna colaboración y con una de sus primeras incursiones en el mundo del cine.

En el año 1984 se estrenaría la película “Against All Odds”, que en España tomaría el título de “Contra Todo Riesgo”, protagonizada por Rachel Ward, Jeff Bridges y James Woods y cuyo tema central correría a cargo de Phil Collins, convirtiéndose en su primer éxito vía séptimo arte.

El año 1985 sería un año bastante intenso dentro de la carrera musical de Phil Collins. Nuevo tema para una banda sonora, colaboración estelar con otro artista para lograr un grandísimo éxito y publicación de su siguiente disco. No se podía pedir más.

En esta ocasión la película que contaría con su voz para su banda sonora sería “White Nights”, titulada en España “Noches de Sol” y protagonizada por esa gran actriz que es Helen Mirren. El tema elegido sería un baladón interpretado a dúo como Marilyn Martin titulado “Separate Lives” que cosecharía un gran éxito.

No acabarían ahí los grandes éxitos ya que en ese mismo año colaboraría con un artista que como él mismo estaba iniciando una carrera en solitario sin abandonar la superbanda a la que pertenecía. La mezcla fue explosiva y nos dejarían una canción de esas que se escriben con letras mayúsculas y que se auparía de inmediato al número uno de las listas.

El artista “colaborado” es Phillip Bailey, miembro de Earth, Wind & Fire que publicaría ese año su primer trabajo en solitario titulado “Chinese Wall”. Dentro de este disco se incluía el espectacular “Easy Lover”, una canción que se convertiría en un clásico en las actuaciones en directo de ambos artistas. Una mezcla sensacional.

La actividad en ese año 1985 era frenética para Phil Collins y el colofón llegaría con la publicación de un nuevo disco que le colocaría a la altura del estrellato. Si con Genesis lograba encadenar números uno con cada nuevo disco, desde este instante iba a suceder algo parecido con sus trabajos en solitario.

Este nuevo trabajo llevaría el título de “Not Jacket Required” y se convertiría en número uno en medio mundo, convirtiéndose cada uno de los singles que fueron publicándose en éxito inmediato, como sucedería con el primero en aparecer, este “Don’t Lose My Number”.

El disco no estaría exento de cierta polémica ya que sobre la canción más destacada del mismo siempre ha planeado la sospecha de que se trata de un plagio de uno de los clásicos de Prince, concretamente de “1999”. La verdad sea dicha, en mi modesta opinión, hay que hilar muy fino para apreciar ese plagio.

La canción en cuestión es “Sussudio”, uno de los temas más bailables de la carrera de Phil Collins y que sería número uno mundial. Él negaría siempre ese plagio y ciertamente Prince tampoco puso demasiado empeño en pelear por demostrarlo. Sea como fuere, disfrutemos de otro de los clásicos de Collins.

Sospechas aparte, lo que estaba claro es que “Not Jacket Required” era el primer gran disco de su carrera en solitario, ya que sus anteriores trabajos lograrían el éxito aprovechando el de una única canción, mientras que en esta ocasión el disco al completo era espectacular y hasta cuatro de sus temas llegarían a los primeros puestos de las listas de éxitos.

Por supuesto, no podía faltar una balada entre esos temas destacados. En esta ocasión llevaría el título de “One More Night” y se convertiría en número uno en todo el mundo, además de una de esas canciones preferidas por sus fans.

Dentro de este disco hay otro tema que a mí particularmente me encanta. Tuve la oportunidad de verle actuar en la Plaz de Toros de las Ventas en Madrid y la versión que hacía de “Take Me Home” era espectacular. No obtuvo el éxito de los otros tres singles del disco pero tiene calidad suficiente como para disfrutarla en “La Graminola”.

Hasta la publicación de su nuevo disco tendrían que trascurrir cuatro años, pero mientras disfrutábamos de sus canciones en Genesis, en el año 1988 llegaría una grata sorpresa.

Supongo que os habréis percatado de que Phil Collins disfrutaba claramente en los videoclips que acompañaban a cada uno de sus éxitos. Sus gestos, su manera de actuar, su sentido del humor le daban un toque especial a estos vídeos. No es de extrañar, ya que una de sus ilusiones siempre había sido la de poder convertirse en actor. De hecho, en sus inicios antes de ingresar en Genesis, probaría en el mundo del séptimo arte aunque sin demasiado éxito, afortunadamente.

Pues en ese 1988 se sacaría la espina ya que se convertiría en protagonista de una película titulada “Buster”, que en España se estrenaría bajo el título de “El Robo del Siglo”. Como era de esperar, además de ser el actor principal, varias de las canciones de su banda sonora llevarían su sello, convirtiéndose dos de ellas en auténticos éxitos.

Una de estas canciones, haciéndole guiños una vez más al sonido “Motown”, sería este “Two Hearts”.

Pero el gran bombazo en forma musical de esta película sería una balada nuevamente, que llegaría al número uno tanto en Estados Unidos como en Europa. Una preciosa canción titulada “A Groovy Kind Of Love”.

Tras darse el gustazo de interpretar una película, Collins retomaría su carrera musical publicando en 1989 el disco que iba a convertirse en el más vendido de toda su trayectoria. Un disco con el que tocaría techo y alcanzaría cotas de ventas, popularidad y éxito muy superiores a las que iba cosechando con Genesis, que ya eran bastante altas.

El disco llevaría el título de “But Seriously” y sería número uno mundial, vendría acompañado de una gira espectacular, de la que puedo dar fe al haber disfrutado de su paso por Madrid, y que obtendría un éxito sin precedentes en su carrera, gracias entre otras cosas a canciones como otro de sus clásicos, el maravilloso “Another Day In Paradise”.

Como todo buen disco de un gran artista que se precie, contaría con colaboraciones estelares que le darían mayor impulso si cabe. Una de estas colaboraciones vendría de la mano de “Mano Lenta” Eric Clapton, que pondría su guitarra al servicio de la voz de Phil Collins en otro de los temas destacados de este disco. Con ustedes Collins y Clapton en “I Wish It Would Rain Down”.

El disco tiene absolutamente de todo, pero las baladas y los medios tiempos predominan sobre el resto de los estilos. Además muchas de las letras de las canciones que lo integran versan sobre temas políticos y sociales, como puede apreciarse en la letra de “Another Day In Paradise”.

Uno de los temas que se separa de estos criterios es otro de sus exitosos singles, concretamente el titulado “Something Happened On The Way To Heaven”, que además fue la canción escogida para iniciar todos sus conciertos.

Eso sí, el tema romántico y amoroso tiene también su cabida, como no podía ser de otra manera, con otra de esas baladas reconocibles desde el primer momento. Una canción sencilla donde las haya con un Collins cantando con un pequeño falsete. Me estoy refiriendo a “One More Night”.

Como suele suceder cuando se publica un disco de esta magnitud, la espectación por conocer el siguiente trabajo es mucha, ya que igualar lo conseguido con “But Seriously” iba a ser bastante complicado. Aunque el disco que venga después, como sería el caso, sea muy bueno, esas odiosas comparaciones de siempre harán que no lo parezca tanto. En su caso, no sería una excepción.

Ese nuevo trabajo llegaría en el año 1993 con el título de “Both Sides” y aunque nadie lo supiera en aquel momento y ni tan siguiera podría imaginarlo, sería el comienzo del fin, el principio de la retirada de su carrera como solista por varios motivos.

El primer single que se publicaría de este disco llevaría el título de “Both Sides Of The Story” y a mí me parece un temazo, con un inicio de guitarra espectacular y el eterno sonido de su batería llenándolo todo. Una cancíon además más cercana al rock de lo que nos tenía acostumbrados.

El disco llegó con cierta polémica. Phil Collins lo grabaría a escondidas de su casa discográfica, en su propio estudio y sin músicos de apoyo, encargándose él de todos los instrumentos y de su producción. Cuando una mañana entró en la sede de su discográfica con el máster de este disco para que fuese publicado, la sorpresa fue mayúscula y enrarecería bastante las relaciones desde ese momento.

Si a esto le sumamos que las ventas, aún no siendo malas, no se acercarían en absoluto a las de su anterior trabajo, no es de extrañar que desde ese momento la cordialidad y compenetración con los que tenían que distribuir, promocionar y editar el disco no eran las más idóneas.

Centrándonos en lo puramente musical, el disco contenía un tema con un sonido bastante especial, en el que con ayuda de los teclados se imitaba el sonido de la gaita, dándole un aire celta bastante evidente. Esta joya lleva el título de “We Wait And We Wonder” y demuestra bien a las claras que el disco en su conjunto era bastante bueno, pero las ventas mandan y la satisfacción no pudo ser absoluta.

Por supuesto, otra de las canciones destacadas y publicada como single sería una balada, algo que ya era una seña de identidad en su carrera. En esta ocasión no tendría tanto éxito como otras de las que ya hemos ido escuchando, pero también es digna de ser mencionada. Su título: “Everyday”.

A partir de ese momento, algunos de los acontecimientos que irían produciéndose no serían más que signos de que su carrera ya no volvería a alcanzar el nivel de antaño. La crisis con su discográfica no sería más que el principio, pero lo que terminaría de rematarlo sería las mediocres ventas que cosecharía con su siguiente disco.

El disco llegaría en el año 1996 y es curioso que justamente cuando anunció su salida de Genesis para centrarse en exclusiva en su carrera en solitario iba a llegar el disco menos vendido de su trayectoria, que llevaría el título de “Dance Into The Light” y cuyo primer single sería el que le da título, con un sonido cercano al reggae. Impactante cuanto menos.

A pesar de que las ventas fueron bastante discretas, podía decirse que “Phil Collins” en sí era una franquicia exitosa, ya que su gira fue todo un acontecimiento. Su manera de moverse en el escenario, el espectáculo que era capaz de general y sus éxitos de discos anteriores hacían el resto.

Uno de los motivos más probables de este pequeño fracaso comercial sería el cambio en el sonido de la mayoría de sus canciones. Ya hemos podido apreciarlo en “Dance Into The Light” y se hace también bastante evidente en el segundo single que se publicaría cuyo título es “It’s In Your Eyes”, que no llega a ser ni balada ni medio tiempo ni … vamos que no sabría como calificarla, aunque escucharla siempre es una delicia.

Lo que es evidente es que Phil Collins siempre cuidaba mucho la imagen y, sobre todo, la edición de sus videoclips. La canción podría tener mayor o menor éxito, pero el vídeo que la acompañaría sería espectacular o cuanto menos original, algo que se cumple también con “No Matter Who”, una canción que pasaría con más pena que gloria pero que vendría acompañada de un peculiar videoclip.

Otro de esos signos que evidenciaban que algo había cambiado en su carrera llegaría en ese mismo año 1996.

Posiblemente por la poca repercusión que tuvo su último trabajo, decidiría formar una banda de jazz, un estilo musical que siempre le había encandilado, con el único objeto de reunirse y realizar algunas jam sessions. Este grupo llevaría el nombre de “The Phil Collins Big Band” y tendría poco recorrido, únicamente para quitarse el gusanillo y el pequeño mal sabor de boca haciendo música simplemente por el placer de hacer música.

Como suele suceder en estos casos, ya os lo he comentado en alguna edición anterior de “La Graminola”, cuando llega un disco que no vende demasiado de un gran artista, el siguiente trabajo es o un disco grabado en directo o un grandes éxitos. En esta ocasión la opción elegida sería la segunda, con la publicación en el año 1998 de “Hits”, en el que se pueden encontrar todos sus éxitos en solitario.

Además, también podemos encontrar una versión del clásico de Cyndi Lauper titulado “True Colors”, que en la voz de Phil Collins no queda nada mal.

Aunque las últimas noticias comerciales no habían sido demasiado buenas, en el año 1999 iba a llegar una sorpresa que iba a resarcirle de los recientes sinsabores.

En ese año, la factoría Disney estrenaría la película de animación “Tarzan”, encargándole a él la tarea de componer e interpretar el tema central. Nuevamente el cine iba a darle una grandísima satisfacción ya que con “You’ll Be In My Heart” lograría, nada más y nada menos, que el Oscar a la mejor canción. Otra vez lo había conseguido, el número uno era suyo.

Tras una temporada de reflexión, en el año 2002 llegaría su siguiente disco, que además sería el último publicado con canciones nuevas, aunque en aquel momento nadie podía sospecharlo. Su título: “Testify”.

Bueno, lo cierto es que no todas las canciones eran realmente nuevas. Concretamente, el primer single que se publicaría, que a la postre sería la canción de más éxito de este disco, no es otra cosa que una versión de un viejo tema de ese divo llamado Leo Sayer y cuyo título es “Can’t Stop Loving You”. Una vez más, la versión de Phil Collins está a la altura del original.

El disco en sí no sería nada fuera de lo normal y su éxito sería bastante discreto, con unas ventas muy alejadas de lo habitual en él y sin llegar a entrar en los puestos de privilegio de las listas de éxitos. Eso sí, una vez más la gira que sirvó para presentar “Testify” al mundo volvió a ser multitudinaria. En eso Collins siempre arrasaba.

Lo curioso del tema es que en esta ocasión tendría más éxito en Estados Unidos que en Europa y en su Reino Unido natal, algo que normalmente había sido al revés hasta ese momento. Culpa de esta situación tendría otro de los temas destacados de ese disco de título “Wake Up Call”.

Tras este trabajo se produciría la desaparición de la circulación de Phil Collins. Pasarían los años sin tener noticias de un nuevo trabajo en solitario y únicamente una reunión de todos los miembros de Genesis que desembocaría en una pequeña gira le pondría otra vez en el primer plano, pero después de eso la nada más absoluta hasta ocho años después, en el año 2010.

Como es bastante habitual en estos casos de mucho tiempo sin publicar nada, el disco con el que volvería a la carretera, titulado “Going Back”, sería un recopilatorio de esas canciones de la Motown que tanto le encandilaban y a las que había hecho algún que otro guiño durante su carrera.

Como no podía ser de otra manera, no podía faltar alguna versión de alguno de los muchos éxitos de The Supremes. En este caso se atrevería con “Love Is Like a (Heatwave)”, de la que nos dejaría una espectacular versión como era habitual.

A pesar de que la promoción del disco no fue demasiado buena, sus ventas fueron más que aceptables y es que su calidad es indiscutible. Las canciones elegidas son auténticos clásicos del sonido Motown y su manera de interpretarlas impecable, como podemos comprobar en este tema de The Temptations titulado “Girl (Why You Wanna Make Me Blue)”

Tan sólo un año después volveríamos a tener noticias suyas, aunque en esta ocasión no serían demasiado buenas. En el año 2011, Phil Collins anunciaba que dejaba la música por motivos de salud. Una antigua lesión de cervicales le impedía tocar la batería y si a esto añadimos que sus últimos trabajos no enganchaban como antes, tampoco debería sorprenden en demasía la noticia. Lo dejaba uno de los más grandes y con un legado musical simplemente extraordinario.

Hasta aquí llega la historia de uno de los artistas más importanes de los últimos tiempos. Quien sabe si dentro de poco no tenemos que retomar este artículo, ya que el año pasado corrieron los rumores de la publicación de un nuevo disco y nueva gira, aunque los meses han ido pasando sin que esos rumores se hayan hecho realidad.

El próximo lunes cerraremos el “Círculo Genesis” hablando de la carrera de ese grupo paralelo que formaría Mike Rutherford llamado “Mike & The Mechanics. A algunos es posible que no os suenen demasiado, pero cuando escuchéis en unos días su música en “La Graminola” seguramente que caeréis en lo buenos que eran.

Mientras esperamos con ansia ese momento podemos deleitarnos con las creaciones de las chicas de “Esencia de Trementina”. Entre los muchos encargos a los que tienen que hacer frente se encuentra una nueva experiencia, consistente en un mural sobre una pared blanca con una de esas frases con mensaje.

Aquí os dejo un par de fotografías en las que aparece la artista en plena faena y el resultado final.

CARTEL 1

CARTEL 2

https://esenciadetrementina.wordpress.com/

https://www.facebook.com/esenciadetrementina/?fref=ts

Hasta la próxima, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ


GENESIS – PARTE IV (PHIL COLLINS EN SOLITARIO)

Volver a la Portada de Logo Paperblog