Revista Cultura y Ocio

George Borrow en Santander

Por Dapalo

"... mientras Santander ha aumentado rápidamente su riqueza y magnificencia, La Coruña y Cádiz han sufrido una decadencia igualmente veloz. En la actualidad posee un noble muelle, sobre el cual se alza una hilera de edificios señoriales que superan con mucho el esplendor de los palacios de la aristocracia de Madrid"

George Borrow (The Bible in Spain, 1843)

George Borrow en Santander

Como sucede con otras tantas regiones que no formaban parte del itinerario clásico por España, las referencias a Cantabria no son muy abundantes. Uno de los viajeros que relata su paso por esta región es George Borrow, el famoso escritor, viajero, filólogo y vendedor de biblias inglés que recorrió España en 1843. Tras una mala experiencia con el guía que le lleva desde Oviedo a Santander, el escritor se complace al llegar a esta última ciudad, a la que describe como próspera y poco afectada por las guerras carlistas. El autor habla de su evolución en los últimos años como enclave privilegiado de la navegación de ultramar:

Nada podía ofrecer un mayor contraste con las desoladas extensiones y los pueblos medio en ruinas por los que habíamos pasado recientemente que el bullicio y la actividad de Santander [...]. Hasta finales del siglo pasado era poco más que un oscuro puerto pesquero, pero en años recientes ha absorbido casi por completo el comercio de las posesiones transatlánticas de España, especialmente de La Habana. La consecuencia de esto ha sido que, mientras Santander ha aumentado rápidamente su riqueza y magnificencia, La Coruña y Cádiz han sufrido una decadencia igualmente veloz. En la actualidad posee un noble muelle, sobre el cual se alza una hilera de edificios señoriales que superan con mucho el esplendor de los palacios de la aristocracia de Madrid. Están construidos al estilo francés, y principalmente los ocupan comerciantes. Se calcula que la población de Santander es de unas sesenta mil almas.

Borrow y su grupo pasan por Santillana del Mar pero solo se detienen en una venta a la entrada del pueblo para comer. En San Vicente de la Barquera, el escritor describe la anterior magnificencia de ese humilde pueblo de pescadores y su grandioso puente que presenta un estado pésimo, casi de ruina en esa época:

Conserva, sin embargo, muchas trazas notables de su anterior magnificencia; el puente, que salva el ancho y profundo estuario sobre el que se alza el pueblo, tiene no menos de treinta y dos arcos, y está hecho de granito gris. Es muy antiguo, y en algunas partes se halla en un estado tan ruinoso que presenta peligro.

Un siglo después, en 1936, C. Freeston llega a Santander y destaca los grandes avances que se están realizando en el Sardinero, la renovación del Hotel Real de ese barrio y las magníficas vistas de las que disfruta desde el mismo. También describe su paso por Santillana del Mar como una población encantadora y pintoresca, en la que destaca el parador de Gil Blas. De Cantabria también celebra las cuevas de Altamira y San Vicente de la Barquera. De allí aconseja continuar por toda la bella cornisa cantábrica hacia La Coruña y explorar este territorio desconocido. Freeston recomienda viajar de forma independiente en coche, en vez de en tours organizados en tren, y detenerse en todos aquellos lugares que no son tan típicos como Madrid y las ciudades del sur.

http://cvc.cervantes.es/literatura/viajeros/territorios/cantabria.htm

Volver a la Portada de Logo Paperblog