En ocasiones, aun por mucho que te guste el rock, no puedes asistir a algunos eventos, y últimamente me pasa mucho de esto, no poder ir por motivos económicos, o ir hasta la puerta sin entrada por no poder decidirte hasta ultima hora, y no encontrar entradas. Bueno, la vida.....y la visita de Thorogood, tristemente, es una de las que me perdí. Pero mi amigo Isue fue uno de los privilegiados que fue, y me ha redactado unas líneas que ahora comparto con vosotros. Los herederos, los alumnos de aquellos pioneros de los 50, que con su música diabólica removieron las entrañas de la acomodada y conservadora sociedad americana en plena segregación racial, y que durante décadas se han dedicado a exprimir al máximo los riffs y fraseos de sus antecesores, también envejecen. Nunca mueren, cómo reza el dicho popular, pues su música es inmortal, pero envejecen. Y de paso también nos visitan. Aunque sea por primera vez.
Los herederos, los alumnos de aquellos pioneros de los 50, que con su música diabólica removieron las entrañas de la acomodada y conservadora sociedad americana en plena segregación racial, y que durante décadas se han dedicado a exprimir al máximo los riffs y fraseos de sus antecesores, también envejecen. Nunca mueren, cómo reza el dicho popular, pues su música es inmortal, pero envejecen. Y de paso también nos visitan. Aunque sea por primera vez. George Thorogood y sus Destroyers pertenecen a esa vieja escuela de Rock Roll primitivo, con ese aroma genuinamente americano y ese sonido vintage que recuerda al rugido de un motor de aquellos viejos Chevy del 57, que llevan casi 40 años tributando con fidelidad máxima a Bo Diddley, Berry, Hooker, etc... que se han quedado en tierra de nadie. Tras beber las mieles del éxito en los 80, se han adaptado progresivamente a su papel de segundones. En América siguen teniendo su numeroso publico adepto, pero en España (hay otros países en Europa que siguen apreciando lo bueno) son unos completos desconocidos. Vamos, lo de siempre. El Rock & Roll no ha muerto, pero ha adoptado un rol casi underground. Así de triste, aunque de vez en cuando nos vendan un Revival edulcorado con grupos que se esfuman cómo la gaseosa. Este tipo nos visitó por primera vez en un día infernal de calor, lo hizo en una Riviera con un tercio de aforo vendido, lamentable para el promotor y para futuras venidas...yo me sentí un afortunado y un privilegiado. Da igual sus problemas físicos (algunos ya saben a que me refiero) y la edad, se comportó cómo los generales romanos, veni, vidi, vinci...y convenció. Rockeó cómo sólo los grandes lo hacen, que faltaron Long Gone, If you dont start drinking, etc...da igual sonaron one bourbon, move it on over, cocaine blues, gear jammer, etc... una rock party que acabó cómo tienen que acabar...dejándonos la garganta en el Johnny B.Goode.
Texto ; ISUE
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