Revista Empresa

Gestion del cambio

Publicado el 12 marzo 2016 por Manu Ortiz Rivero @isotalde

Comenzamos una serie de posts, en los cuales te mostraremos claves que quizá no conozcas para abordar una gestión del cambio, de manera exitosa en tu organización.

Isotalde - gestión del cambiogestion del cambio

Si eres directivo de empresa, gerente de área o mando intermedio, conoces bien que tu empresa para seguir siendo competitiva no sólo tiene que ofrecer un producto que satisfaga las necesidades de clientes reales y potenciales. Además tienes que llegar a ese cliente, ser mejor que tus competidores y ser capaz de transmitirlo, para que así se perciba.

Para llegar a ese resultado tan deseado, hay toda una variedad de disciplinas y técnicas, que puedes implantar y aplicar, y que te permiten poner a la empresa en la fascinante senda de los cambios, la mejora continua, y la innovación exitosa.

Hay varias actividades que normalmente en una empresa se realizan relacionadas con los cambios:

  • Crear nuevos negocios:

En esta actividad, partiendo de la nada, creamos una empresa nueva, con sus productos y servicios y nichos de mercado. Típicamente aquí se desarrollan tareas de recopilación de ideas, planes de viabilidad, recogida de nuevas necesidades de clientes, estudios de mercados -clientes y competidores-, ciclos de vida de producto, proyectos de desarrollo, etc. El resultado final es una unidad nueva de negocio puesta en marcha, con sus clientes, personas, movimientos financieros, resultados económicos, estrategia, etc. Las personas que participan en esta etapa son los promotores del negocio, quienes luego pueden seguir o no implicados en su puesta en marcha y desarrollo.

  • Crear procedimientos, procesos y sistemas:

Este tipo de tareas se realizan en la puesta en marcha del negocio. Es la fase de diseño del plan de gestión, y típicamente se tienen en cuenta requisitos técnicos de calidad, requisitos de clientes, requisitos de seguridad y salud laboral, requisitos ambientales, necesidades de personal y sus competencias, etc. En estas etapas se plantean objetivos de gestión, normalmente a un año, se revisan los estratégicos, y se planifican los recursos necesarios para su alcance. Las personas que intervienen en estos cambios son los directivos de la empresa, en ocasiones con apoyo directo de los promotores. Según en qué tipo de empresa, ese apoyo de los promotores puede ser de importancia muy trascendente en la buena puesta en marcha y desarrollo del negocio.

  • Modificar los sistemas para adecuarlos a nuevas necesidades:

Se trata de seguir ofreciendo el mismo producto o servicio al mercado, pero optimizando tanto la calidad final de los mismos, como los procesos necesarios para su creación. Tareas típicas de esta fase son auditorías, evaluaciones o revisiones del sistema, seguimiento de indicadores, reuniones participativas tanto horizontales como verticales, sugerencias, etc. En estas actividades influye de manera decisiva la aportación de las personas de la organización, y la motivación que tienen para detectar y promover mejoras.

  • Eliminar procesos:

En ocasiones se generan procesos (tanto productivos como de gestión) que pierden su utilidad de cara a dar cumplimiento a los objetivos de la empresa y de cara al suministro de productos y servicios del negocio. Su utilidad original se ha desvirtuado con el tiempo. Ya no procede mejorarlos puesto que se han convertido en un lastre burocrático, o en un foco desperdicio descontrolado, de manera que lo más acertado es hacerlos desaparecer, y en todo caso si hiciera falta, crear otros, pero totalmente desvinculados del eliminado. En este caso las personas intervinientes en el desmantelamiento del proceso son los directivos de la organización, e incluso en ocasiones los promotores del negocio.

  • Volver a crear nuevos negocios, olvidándonos de los existentes:

Si tus productos y servicios están obsoletos (al final de su ciclo de vida), olvídate de ellos. No pierdas ni medio minuto en seguir manteniéndolos, y céntrate en crear nuevos negocios. Si eres exitoso, nadie se acordará nunca más de los viejos. Abordar esta tarea te supondrá como personal directivo, empleo de grandes dosis de energía, pues la resistencia al cambio, es una ley empírica que nunca falla, contra la que habrás de luchar. No obstante, esta la mejor forma de gestionar el cambio. Y la más divertida!

Como es obvio, los cambios son realizados por las personas de las cuales consta cada empresa u organización. Por tanto es importante que cada cual conozca su rol y el de los demás, y sea capaz de integrarse en el trabajo en equipo, en función de la cultura de la organización.

Para ello, es cierto que las personas han de ir motivadas a su trabajo, y más aún cuando lo que se pretende es abordar cambios. Si antes de ir al trabajo salimos de casa desayunados, aseados, vestidos,… igualmente no debemos olvidarnos de SALIR MOTIVADOS.

E igualmente importante será encontrar un ambiente en el trabajo que no sea desmotivante para llevar a cabo los cambios. Llega el momento de aplicar técnicas y disciplinas entre las cuales están:

técnicas de gestión del cambio
Técnicas en gestión del cambio

En general, una manera eficaz (aunque no la única) para abordar los cambios en tu organización, es disponer de un Sistema de Gestión, que afiance la forma de trabajar de las personas que la integran, de forma orientada hacia cambios exitosos.

De estas y de muchas otras técnicas seguiremos hablando en nuestros habituales posts

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