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Gestión del cambio – ii

Publicado el 28 septiembre 2016 por Manu Ortiz Rivero @isotalde

Gestión del Cambio – ISOTALDE

Isotalde te ayuda a implantar acciones eficaces en tu organización para emprender el camino de la mejora continua y la innovación, mediante la gestión del cambio.gestioncambio

En un post anterior os hablábamos de algunos “estilos” dentro de la cultura de cada organización, que pueden ser empleados para abordar los cambios de manera sistematizada, es decir, para empezar a implantar la GESTIÓN DEL CAMBIO.

Estos estilos podían ser:

-Liderazgo: una persona, o varias, intentan y consiguen (al menos en parte) que el resto de personas de la organización hagan lo que ellos quieren.

-Manada: un grupo de personas en la organización se organizan, a veces de manera tácita, para abordar problemas y resolverlos. O también, para realizar innovaciones y por ende cambios provechosos para el grupo. Se llama “manada” por que emulan el comportamiento  de la manada de lobos cuando cazan una oveja, en la cual cada lobo actúa de forma independiente, pero todos de manera misteriosamente sincronizada (como si hubiera un ente superior dirigiéndoles, pero sin haberlo realmente), y finalmente consiguen su objetivo.

-Motivación: cada miembro del equipo conoce bien el objetivo global, sabe cómo alcanzarlo, y tiene herramientas para ello. Tan sólo le falta tener una motivación parar actuar. Esto puede lograrse de muchas maneras, algunas de ellas pueden ser sibilinas: Incentivo económico, dependencia del mantenimiento de estátus, sentido de pertenenecia, etc.

Desde ISOTALDE proponemos un método basado en conceptos clásicos, pero incorporandole innovaciones propias:

  • existe una cultura y valores organizacionales, que han sido consensuados y acatados por los miembros de la organización
  • existe una estrategia global (a poder ser también consensuada entre los miembros de la organización), cuyas líneas y objetivos globales, son conocidos y comprendidos por cada miembro de la organización.
  • existen planes de acción, proyectos, planes de gestión etc, en los que se detallan actuaciones concretas alineadas con las estrategias de la organización, y destinadas a cubrir objetivos, también definidos en línea con los planes estratégicos.
  • Existe un líder, director de equipo o jefe de proyecto, asociado a cada acción concreta, cuya misión no es otra que responsabilizarse del correcto fin de los planes, pero asumiendo un rol ejecutivo, similar al de cualquier otro miembro del equipo. Los controles que realice serán los planificados, más los derivados de imprevistos o incidencias. Sabe delegar
  • Cualquier miembro de la organización conoce dónde está encuadrada su tarea, conoce los objetivos, plazos, y puntos de control y dispone de recursos adecuados. Es plenamente consciente de que tiene libertad plena de actuación, y es responsable de comunicar cualquier tipo de incidencia que afecte a los objetivos, de manera inmediata.
  • Existe un ambiente motivador en la organización que se puede lograr mediante diversas herramientas, consensuadas, y nuevamente en línea con los objetivos y líneas estratégicas generales. Ejemplos de estas herramientas son: programa de incentivos, beneficios sociales, horarios flexibles, espacios de cooperación, salas y talleres de creatividad, conciliación vida laboral, sugerencias, premios, concursos, actividades grupales, etc, etc.

¿quieres saber más de cómo implantar exitosamente estas rutinas en tu organización?

Consúltanos sin compromiso:

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tf 620219952

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