Ghost Rider es la adaptación cinematográfica del cómic creado por Marvel. Nicholas Cage es el encargado de darle vida al motorista fantasma en su búsqueda para romper la maldición y vencer a Blackheart, un villano que se define como el propio hijo del diablo. La segunda película titulada Espíritu de Venganza logra generar una atmósfera diferente a la primera entrega. Sus directores, Mark Neveldine y Brian Taylor, quisieron realizar un cambio drástico, tanto en el personaje como en los escenarios.
Luego de filmar algunas escenas en Rumania, el equipo buscaba un escenario oriental que contrastara con el carácter europeo de las locaciones anteriores. Fue allí donde descubrieron Capadocia, un destino que ya había sido visitado por algunos miembros de la producción. “Tanto Capadocia como Pumukkale generaban una sensación de antigüedad que era espectacular para la película. En lugar de diseñar un espacio creado por la tecnología del ordenador encontramos un sitio real que representaba a la perfección lo que buscábamos” reflexiona Bennet Walsh, productor ejecutivo.
Los colores de Capadocia
La cálida paleta de colores de Capadocia genera un efecto visual muy impactante en la película, contrastando con los escenarios verdes de Rumania y permitió una transición cromática a medida que el personaje toma la carretera para dirigirse a Oriente. En esta región se filmó el encuentro entre Ghost Rider y Blackout. El actor Nicholas Cage quedó fascinado por el lugar: “En algunos de los sitios donde filmamos se podían ver formaciones rocosas altas, con ventanas, que fueron habitadas por personas hace miles de años” explicó el actor. Este tipo de edificaciones que menciona pueden verse en sitios como el Castillo de Uchisar y el Museo al aire libre de Goreme.
El equipo encabezado por Bennet Walsh se adentró en las profundidades para filmar en las ciudades subterráneas de Derinkuyu, un imponente escenario que solía ser el habitat de los antiguos pueblos de Anatolia.
El legado romano en Pamukkale
La producción más tarde se trasladó a la región suroeste de Turquía para filmar en Pamukkale. En Hierápolis se rodó la espléndida ceremonia en la que Roarke intenta transferirle sus poderes al cuerpo de Danny. Este lugar es uno de los restos arqueológicos más imponentes de Turquía, testimonio de la arquitectura romana y el paso del helenismo por Oriente Medio. El anfiteatro data del siglo II después de Cristo, sin embargo su impecable conservación habla del talento constructivo de las civilizaciones romanas.
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