Revista África

Golpe de Estado en Egipto

Por Jorge Luis Rodríguez González


Golpe de Estado en Egipto

Las Fuerzas Armadas egipcias derrocaron este miércoles al presidente del país, el islamista Mohamed Mursi, suspendieron la Constitución y anunciaron que el presidente del Tribunal Constitucional, Adli Mansur, asume provisionalmente la Jefatura del Estado, lo que fue celebrado por los opositores con júbilo en la plaza cariota Tahrir, centro neurálgico de la ira que sacó del poder al dictador Hosni Mubarak.
En un discurso televisado al país, el jefe del Ejército y Ministro de Defensa, mariscal Abdel Fatah Al Sisi, anunció la destitución de Mursi, quien calificó el movimiento militar como Golpe de Estado y anunció en su página oficial de Facebook que seguía siendo el Presidente de la nación norteafricana.
«Por el bien de Egipto y por exactitud histórica, llamemos a lo que está pasando por su nombre real: golpe militar», dijo el asesor de seguridad de Mursi, Essam El-Haddad, en un comunicado, en el que advirtió de «un baño de sangre considerable».
La actuación de la Fuerzas Armadas, que ha contado con el apoyo de un amplio sector de la población, pone fin al mandato de Mursi, quien apenas llevaba un año en la presidencia del país árabe, y a quien los militares dieron un ultimátum de 48 horas, que expiraba este miércoles, para reconducir su política, que generó un clima de fuerte división social.
Tras anunciar la suspensión temporal de la Constitución, Al Sisi manifestó que el presidente de la Corte Constitucional, Adli Mansur, administrará la etapa interina y convocará elecciones presidenciales anticipadas, de acuerdo con lo establecido en la hoja de ruta acordada por el Ejército con las fuerzas del país  y presentada este miércoles por los militares.
Mansur jurará este jueves como nuevo Jefe del Estado ante la Asamblea General de esa instancia judicial. Tendrá todo el poder para hacer declaraciones constitucionales y para designar a un jefe de Gobierno con prerrogativas, dijo Al Sisi. Además, se formará un comité de expertos para enmendar la Constitución, según el plan trazado.
Cientos de miles de personas se concentraron en la plaza Tahrir —punto neurálgico de las protestas contra Mursi, como lo fue en las jornadas de ira de enero y febrero de 2011 que acabaron con el régimen de Hosni Mubarak— flameando banderas de Egipto y lanzando fuegos artificiales.
Hasta la noche de este miércoles, el paradero de Mursi era desconocido y sus correligionarios de la Hermandad Musulmana (islamistas) y el Partido Libertad y Justicia dijeron que hacía horas habían perdido el contacto con el mandatario.
Algunas versiones aseguran que el líder islamista permanece en el interior de la sede de gobierno en El Cairo, que en la tarde fue cercada por las fuerzas armadas, aunque sin confirmarse si está bajo arresto.
Varias emisoras radiales y de televisión, entre ellas las de la Hermandad Musulmana salieron del aire. Los partidarios del Presidente, concentrados en el distrito de Ciudad Nasser y cerca de la Universidad de El Cairo, en la provincia de Giza, con manifestaciones de ira y juramentos aseguraron que defenderán la legalidad al precio de sus vidas, lo que permite vaticinar enfrentamientos como los que ha estado viviendo la nación desde el pasado viernes en distintas ciudades de la nación.
Las Fuerzas Armadas prohibieron la salida del país tanto a Mursi como a varios líderes islamistas allegados a él.
Este miércoles expiró el plazo concedido por los militares a Mursi para que corriegiera el rumbo de su gobierno. Poco antes de la asonada, el mandatario emitió un comunicado en el que cedía a las presiones castrenses, anunciando la conformación de un gobierno de unidad nacional que incluyera la participación de sectores de la oposición.
«Los planes de la Presidencia incluyen la formación de un Gobierno de coalición que gestionaría un próximo proceso electoral parlamentario, y la formación de un comité independiente para las enmiendas constitucionales que presente el próximo Parlamento», dijo.
Sin embargo, los opositores se negaron a sumarse a ese Ejecutivo.
 Estados Unidos «preocupado»
Estados Unidos, que propicia a Egipto una millonaria ayuda militar, dijo estar «muy preocupado» por los acontecimientos, según declaraciones del Departamento de Estado, que culpó a Mursi por no hacer lo suficiente para sacar a su país de la actual crisis.
Poco antes del golpe, Washington aseguró no tener pistas de que en la nación norteafricana el Ejército estuviera tramando una asonada, a pesar del últimatum dado por las Fuerzas Armadas a Mursi.
El presidente estadounidense, Barack Obama, se reunió la Casa Blanca para analizar la crisis en el país africano con sus asesores y con los jefes del Pentágono, Chuck Hagel, y de la CIA, John Brennan, según dijo la cadena de noticias CNN.
Antes de esta reunión el Gobierno de Washington ordenó al personal no esencial de su embajada en El Cairo y a sus familias que abandonen Egipto.
Por su parte, la revista militar estadounidense Stars ans Strippes informó que unos 500 marines desplegados recientemente en Italia y España, se encontraban alertas para responder «al caos» egipcio, si el Pentágono lo ordenara.
A principios de mayo, en la medida que Egipto sucumbía más en la división social y política, marines de Camp Lejeune, Carolina del Norte, arrivaron a la base aérea de Morón en España, como parte del equipo Special-Purpose Marine Air-Ground Task Force Crisis Response. Algunos de los marines fueron trasladados a la base aérea naval de Sigonella, en Sicilia, Italia. Esta fuerza responderá a los estados de emergencia que Estados Unidos estime en el norte y oeste de África.
La medida se tomó también como preparativo de una eventual operación para reforzar la embajada y otras instalaciones diplomáticas en El Cairo que están cerradas desde el pasado domingo.
Según la publicación, la decisión se produce después de que la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado sufrieran fuertes críticas por no responder rápido ante el ataque contra la Embajada de EE.UU. en Benghazi, Libia, el año pasado, en el que murió el embajador Chris Stevens y otros agentes de la CIA.
Por su parte, el senador demócrata Patrick Leahy, quien preside el comité presupuestario de la Cámara alta de EE.UU., anunció que ese organismo «revisará la futura ayuda al Gobierno egipcio a la espera de un panorama más claro».
«Nuestra ley es clara: la ayuda de EE.UU. se corta cuando un gobierno democráticamente elegido es depuesto por un golpe militar», recordó Leahy en un comunicado.
Según Leahy, el Gobierno de Mursi «ha sido una gran decepción para el pueblo egipcio» y, a su juicio, «desperdició una oportunidad histórica» para trabajar con otros partidos políticos.
Foto: UPI


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