Revista Sociedad

Google y su intento de sustituir a los museos

Publicado el 07 octubre 2013 por El Patíbulo

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Publicado el 7 octubre, 2013 | por Antonio Cruz

Mediante el Google Art Project se nos brinda la opción de tener acceso a medio centenar de importantes museos y admirar sus obras maestras sin necesidad de levantarnos del sillón, por ejemplo en una tarde lluviosa o una madrugada bochornosa de verano con el simple clic del ratón, gesto con el que algunos vaticinan que la herramienta de Google reemplazará a los museos, (la misma milonga que aquella profecía que augura que los libros en papel tienen los días contados; es decir, que nadie sea tan ingenuo de creérsela) aunque siempre sea mejor ver las obras in situ, pero puestos en el estado de la economía mundial y en aquellas aerolíneas que ajustan tanto el combustible que en medio del camino has de hacer una paradita técnica, no es mala ni la opción ni la idea.

En muchos casos leer ciertos artículos y propuestas de arte origina que uno llegue a decir eso de “en ocasiones veo muertos”. En el tema del arte, del nuevo arte, del arte moderno y contemporáneo o como a cada cuál le dé la gana definir, pero en definitiva ése que nos inunda y apesta a partes iguales, en el que por poner un ejemplo gráfico unos cuantos gramos de excremento de artista (me refiero a la interesantísima y no menos cotizada obra Mierda de artista. Contenido neto: 30 gramos. Conservada al natural. Producida y envasada en mayo de 1961, de Piero Manzoni) costaban en su día el precio del oro, y en definitiva todo este tipo de aberraciones artísticas con la que algunos pretenden engañarnos vendiéndonoslas como arte y a las que unos y otros damos publicidad.

En estos casos precisos a cualquiera se le podría escapar el acertado exabrupto de: esto es una verdadera mierda; y nadie podrá decir lo contrario, sobre todo en lo que respecta a la pieza –nada sólida– de Manzoni. Evocar este tipo de arte contemporáneo –lo hay otro verdaderamente exquisito– me suscita volver a plantearme aquella pregunta que ya lancé en este mismo medio hace unos cuantos meses: ¿y qué es el arte?

Todo esto de las aplicaciones de las nuevas tecnologías en el mundo del arte resulta agradable, es instructivo y nos acerca a éste, pero no alcanzo a entender, por muchas vueltas y repasos que le haya dado, a comprender el proyecto llamado Anonymous Paintings creado por –habría que decir artistas, que no lo pongo en duda– João Enxuto y Erica Love, obras maestras que debido a problemas de copyright, el Google Art Project no puede exponer, y los susodichos artistas han maquillado y emborronando dichas obras maestras dando lugar a imágenes borrosas y confusas que me ha costado saber si el problema se debía a la pantalla de mi ordenador o a mi pérdida de visión. Tal es el nivel de confusión, que por internet corren apuestas tratando de adivinar el artista y la obra sobre la que versa la imagen. La verdad, soy tan antiguo que no comprendo ese arte. Las críticas, los juicios y las apuestas quedan para ustedes, pero parafraseando a Obelix y compañía (que por cierto a mediados de mes vuelven a aparecer con un nuevo álbum): están locos estos romanos.


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