Graduación de la Escuela de Diseño de Valladolid (II)

Primer conjunto de la colección de Diego Blanco. Imágenes de Doc Pastor.
Continuamos con la graduación de la Escuela de Diseño del pasado jueves 16 en Valladolid. Más moda, diseño gráfico y pasarela, a un clic.
Tocaba el turno, después del primer desfile, a un video (de los tres que pudimos ver en total) realizado por los alumnos de diseño gráfico, en el que se muestra cómo sus compañeros de moda llevan a cabo sus trabajos, desde la idea inicial hasta llevarla a cabo físicamente. Muy trabajados, pero con el inconveniente de ser proyectados sobre cuatro pantallas cuatripartitas, que impedían una visión óptima de los mismos, al igual que para aquellos asistentes que estuviesen situados en los laterales de la sala, que no tenían ángulo para verlos.
Y llegó el segundo desfile, del alumno Diego Blanco, que llevaba por título “Rocker Excess”, inspirado en un look ochentero.
Abrió un look (en la imagen de portada) con una falda de tweed con brillos dorados, una camisa de manga larga de encaje negro, con mangas abultadas y un tocado que no era sino un paraguas colocado precariamente sobre la cabeza de la modelo, que lo sostenía agarrado con una mano. 

Algo más Alaska (quizá por el peinado de la modelo) era el segundo conjunto. Un top con tachuelas grandes y puntiagudas, en dorado y negro y un short de talle alto que dejaba ver el ombligo, acompañado todo ello de unas alas negras, unos guantes de encaje negros y un detalle en la pierna. 

Seguíamos con el negro y los reflejos, también con el encaje, amén de unas hombreras bien marcadas, al estilo de la época. Todo acompañado por unas botas por encima de la rodilla, que ayudadas por un cuerpo del traje por debajo de las ingles, ayuda a alargar las piernas a la vista.

Y llegó el punto duro (más por la actitud y rictus de la modelo que el diseño en sí). Una falda de tubo que casi la impide subir a la pasarela, en cuero negro con tachuelas, que por detrás formaban las letras DB, una cadena grande y una chaqueta sobre un sujetador negro. Nuevamente en negro con dorado. Completaba el look unas gafas de sol de corte cuadrado por debajo y rectas por arriba. 

Para terminar, un mono de cuero negro, pantalón de pitillo hasta los tobillos, con marcas en equis, unas mangas abultadas tamaño XXL y una cola de gasa que hacía pervivir el diseño unos pasos por detrás de la modelo.
Una propuesta arriesgada y prácticamente monócroma que combina los tejidos con éxito y logra un ambiente totalmente ochentero. Quizás no muy utilizable en el día a día, pero, ¿qué lo es en los desfiles de moda?