Grandes libros

Hay libros grandes, libros medianos y libros chiquitos que independientemente de su dimensiones son grandes libros porque la grandeza de un libro no se mide por su tamaño. De hecho, la literatura universal está plagada de ejemplos.

Del mismo modo, hay libros gordos (como el de Petete - guiño para los viejos nostálgicos) y libros flaquitos, de un raquitismo tal que pueden llegar a desaparecer entre los demás al colocarlos en las estanterías, corriendo así el riesgo de caer en el olvido.

Por esa misma regla de tres, también hay libros de letra gorda y libros de narrativa breve o, incluso, las dos cosas a un tiempo, lo mismo que hay libros XXL de páginas finitas y letras minúsculas que los miopes, prácticamente, solo los podemos leer ayudados por un microscopio.

Hay libros de bolsillo, libros de cabecera y libros de mesilla de noche. Hay libros que solo se emplean como elemento decorativo, libros que se apilan en inmensas torres como las de los castellers poniendo en jaque a la ley de la gravedad mientras aguardan su turno para ser leídos, libros que acumulan polvo en un desván y libros que se reutilizan para calzar mesas cojas.

Existen libros con cicatrices, con tachaduras, marcas de lápiz o subrayados por rotulador fluorescente para recordar una cita recurrente o con páginas dobladas por una esquina para saber por dónde hay retomar la lectura y libros con huellas de ratón, afectados por la carcoma, dañados por las manchas de la humedad o las salpicaduras del café.

Hay libros impolutos, recién salidos de la imprenta con ese inconfundible olor a nuevo que embriaga al abrirlos por primera vez; best sellers, novedades editoriales, incunables, libros raros y libros descatalogados.

Hay libros de tapa dura y tapa blanda, libros que destapan escándalos y libros que atrapan desde el mismo prólogo.

Hay manuales de texto, libros de primeras letras y de segunda mano, libros de fotos y de dibujitos. Grandes obras de la literatura, libros clásicos, libros de Premio Nobel y libros de autores noveles, libros anónimos y de escritores consagrados, libros sagrados y libros apócrifos.

Por géneros hay libros de narrativa, de poesía, de teatro y de ensayo. También hay libros de monografías, biografías, obras de referencia... y por temática existen libros de aventuras, de misterio, de historia y de leyendas, de amor, humor, arte, ciencia ficción, de viajes o de recetas. Por colores, hay novela rosa y novela negra, igual que hay libros blancos sobre cualquier asunto y hasta literatura gris.

Así pues, hay libros para reír, para llorar, para soñar... y todos, absolutamente todos ellos para aprender, pero lo mejor es que aún quedan muchos grandes libros (enormes, medianos y pequeños) por escribir.