Gratitud: lo que (re)aprendí de mis hijos

Esta fue mi situación un día de esta semana. Nueve de la noche. Agotamiento, carecía de energía, después de un día intenso, con emociones a flor de piel. Los niños y yo tuvimos un día en el que no llegábamos a acuerdos en ningún momento. Caos absoluto. Al final de la noche, tenemos la costumbre de explicarnos y escribir una cosa buena del día y algo que agradezcamos. Pensé que después de un día tan accidentado, lluvioso, y tras 40 días de confinamiento, ni tendrían ganas ni se les ocurriría nada que decir. Afortunadamente, no dejan de sorprenderme. Llegó la hora de dormir y ahí estaban en el escritorio pendientes para escribir en su papel de colorines la cosa buena del día y el agradecimiento. Y lo escribieron. Y yo sentí profundo agradecimiento por ser testigo de que estas personitas sigan valorando y agradeciendo lo que hacen y tienen y lo que otros hacen por ellos. 

Así que hoy vuelvo a escribir sobre la gratitud.

La gratitud es otra de las herramientas para mantener nuestro estado de ánimo en positivo. Al igual que en el ejercicio de las 3 cosas buenas, al principio puede resultarte difícil recordar esos aspectos debido a la situación actual y que todo tiene ese tufo a caos terrible. Podemos agradecer cosas como por ejemplo: tener un techo, familia, algo bueno que han hecho por nosotros, a los profesionales (médicos, científicos, etc.), a aquellos que investigan y colaboran para resolver situaciones como la que estamos viviendo; gratitud por aquellos que arriesgan su propia salud para cuidar a otras personas, para que no nos falte nada en la nevera…
¿Para qué?
 Ayuda a recordar lo afortunado o lo bueno que hay a tu alrededor incluso en momentos de estrés e incertidumbre.  Modera emociones desagradables como la amargura, la frustración o la rabia.  Beneficia otras emociones positivas como la esperanza o el optimismo.

 ¿Agradecer sólo lo bueno?

David Steindl-Rast (www.gratefulness.org) habla de agradecer no sólo lo bueno, sino también ciertas adversidades: aquello que él considera oportunidades para aprender. ¿Qué podríamos agradecer durante este confinamiento por coronavirus?

• Quizá puedas apreciar y valorar ciertas perspectivas y posibilidades que has podido descubrir durante estos días.
• Quizá hayas ganado en claridad. Es probable que hayas reevaluado y reflexionado sobre a qué has dedicado tu tiempo y energía, sobre qué es lo que vale la pena.
• Quizá te hayas vuelto más creativo y hayas encontrado otra manera de desarrollar tu trabajo u otras formas de entretenimiento. Puede que hayas añadido algunos cambios para mejorar o retomado algo que tenías pendiente.
• Quizá ha sido tu oportunidad para cuidar el contacto con otras personas.

Crisis como esta nos recuerdan que hay que poner en valor las cosas, no darlas por hecho. Nos recuerda que hay que celebrar la vida, compartir nuestro amor con la familia, amigos o seres queridos. No dejarlo para mañana. Nos recuerda lo afortunados que somos en nuestra normalidad, y la importancia de cuidar el planeta, nuestro entorno y a nosotros mismos. 

¿Qué puedes hacer para potenciar la gratitud?

Ya conoces el ejercicio sobre El Diario De La Gratitud. Pero si por ahora te resulta complicado, hazlo simple, respeta tus tiempos y tus necesidades.  Simplifica y escribe cosas sencillas, algo que te haya hecho sonreír.
Te escribo algunas de mis gratitudes:  

• Los momentos positivos que he recibido
• Las azucenas van a florecer de nuevo
• El verdor de los árboles
• El olor de la lluvia
• Cenar con velas
• Pintar mandalas (sola y en compañía)
• Comer fresas de postre
• Que hagan la compra por mí
• Un mensaje de agradecimiento de un cliente
• Reír
• Que me hagan la declaración de la renta
• Tener un rato para escribir

Seguro que tu lista es diferente. Todos tenemos deseos y necesidades diferentes.

¿Compartes tus AGRADECIMIENTOS? 

Los que me lleguen los iré publicando en mis redes (si no quieres que aparezca tu nombre completo, puedo poner sólo las iniciales). Tus gratitudes pueden inspirar a otras personas a encontrar las suyas. 

P.D.: Por favor, no te hagas una idea errónea con mis artículos. No niego en ningún momento lo terrible y el dolor de esta pandemia. Lo que pretendo con ellos es recordar que incluso en los momentos oscuros, es necesario mantener nuestra fortaleza y que todavía hay lugar para la alegría y la esperanza.