Grecia se convierte en el laboratorio europeo y hunde al viejo socialismo

Grecia no sólo ha elevado hasta el poder a Syriza, un partido de nuevo cuño que proclama otra forma de entender la democracia y la política, sino que ha enterrado también al viejo socialismo, representado por el PASOK, al que ha dejado al borde de no entrar en el Parlamento. --- El socialismo griego representado en el histórico partido PASOK ha quedado al borde de la extinción al conseguir por los pelos el mínimo de votos necesario para entrar en el Parlamento, en las recientes elecciones de 2015, en las que el partido de izquierda radical Syriza logró una mayoría casi absoluta.

Encabezado por el vicepresidente del Gobierno y actual ministro de Exteriores, Evángelos Venizelos, el socialismo, al que el pueblo culpa mas que a la misma derecha de las desgracias nacionales, en especial de la corrupción y del despilfarro, ha sido vapuleado como símbolo del fracaso político, por una ciudadanía cansada de mentiras, engaños y de una forma bastarda de gobernar, sin ciudadanos y sin respeto a la verdadera democracia.

Muchos socialistas europeos, culpables de los mismos pecados y abusos que el PASOK, están temblando porque Grecia podría haber sido, como lo fue en tiempos de Pericles, la creadora de un nuevo modelo de democracia, mas decente, cercana al pueblo y con mas controles y cautelas que la democracia bastarda que se ha impuesto en Europa en las últimas décadas, sostenida por un socialismo que compitió con la derecha tradicional en abusos, corrupciones y culto desordenado al privilegio y al disfrute del poder.

Los socialistas son muy culpables del profundo deterioro que padecen y su principal pecado ha sido cruzar cientos de veces la linea roja ética y política, al anteponer sus propios intereses al interés general y al bien común. Además, han sido arrogantes y han preferido siempre alimentar sus bolsillos y su propio ego a servir al pueblo en política.

Han entendido la democracia como un inmenso pesebre donde los suyos pueden pastar a gusto, chupando sin freno de la teta de un Estado hipertrofiado, casi imposible de financiar, y han preferido estrangular a los ciudadanos con recortes e impuestos, antes que renunciar al despilfarro y al endeudamiento desenfrenado. Su segundo gran pecado es haber abandonado todo idealismo y toda ideología para abrezar la lucha por el poder y el reparto de prebendas como ideas motrices.

Con ese bagaje, es lógico que los ciudadanos, indignados ante los abusos de la casta, coloquen a los socialistas en el mismo plano del desprecio que a la derecha y los entierren con sus votos en el olvido y la vergüenza.

Desde este blog Voto en Blanco, al igual que hacían cientos de pensadores desde otras tribunas de opinión, hemos venido advirtiendo a los socialistas que si quieren evitar la ira de los ciudadanos debían refundarse y cambiar sus feas y podridas prácticas políticas por otras distintas, recuperando sus viejas ideas de justicia y defensa de los derechos y libertades. Pero los socialistas, habituados ya a sobrepasar esa linea roja que tanto envilece y que consiste en anteponer sus propios intereses al bien común, no han sido capaces de cambiar un pelo y lo único que han hecho es retoques cosméticos ridículos y truculentos.

La última suciedad socialista registrada en Europa es la convocatoria en la poblada región española de Andalucía de elecciones anticipadas, una decisión costosa, innecesaria e inmoral de la presidente Susana Diáz, adoptada no por el bien de los andaluces, sino solo para que ella conquiste mas cuotas de poder. El comportamiento de Susana Diaz, como el del PSOK, se merece el desprecio y el castigo del pueblo y es el que ha llevado al socialismo europea hasta el borde de su extinción, despreciado por los ciudadanos.