Glassman se ve envuelto en una polémica tras responder de forma inapropiada el pasado 3 de junio a la carta de Alyssa Royse, propietaria de Comunity Fitness, anteriormente llamado "Rocket CrossFit". En ella Royse, explicaba el porqué del cambio de nombre y afirmaba que "es probable que se desafilie de CrossFit cuando sea el momento de renovar" y apuntaba que CrossFit es la única marca que no se ha posicionado sobre el asesinato de George Floyd.
Glassman le respondió a esto último con un tono bastante agresivo:
"Creo sinceramente que la cuarentena ha impactado en su salud mental" añadió: "haces todo lo posible para marcarnos como racistas y sabes que es una tontería. Eso te convierte en una persona de mierda. ¿Entiendes eso? Has dejado que tu política te deforme en algo que me parece que está mal hasta el punto de ser malvado".
"Me avergüenzo de ti", concluyó.
Además, el CEO de CrossFit respondía "Es FLOYD-19" a un tweet del Instituto de Métrica y Evaluación de la salud que decía lo siguiente: "el racismo y la discriminación son cuestiones críticas de salud pública que exigen una respuesta urgente, dondequiera que ocurran".
Todo esto ha provocado una oleada denuncias por redes sociales de los propios atletas y desafiliaciones de muchos boxes.
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