Guía gastronómica para una escapada a Bélgica (II)

Cocinas del mundo

¡Aquí estamos de nuevo!

Continuamos con el anterior post, esta es la segunda parte de mi recorrido gastronómico por Bélgica, una miniguía que he hecho para que tengáis una referencia si decidís escaparos este año al país de Tintín. La primera parte la podéis ver aquí.

Cervezas

Bueno, comenzamos esta entrada con uno de los dos iconos gastronómicos de Bélgica: la cerveza. Si hay algo famoso que tienen los belgas son las cervezas que producen, y es increíble su afición, la consumen a cualquier hora del día y en cualquier estación del año, y tienen tantos estilos y mezclas que no sabréis qué pedir. En Brujas fuimos a un sitio que tenéis que conocer, es un bar escondido en un callejón del centro que parece muy pequeño y casi no se ve, pero que luego en su interior tiene tres plantas y miles de opciones cerveceras, se llama De Garre. Nosotros fuimos a las 3 de la tarde, hora en la que los belgas ya han comido de sobra (lo hacen entre las 12 y las 2) y el sitio estaba lleno. Cierto que eramos muchos los turistas, pero también gente que se veía de allí, de cualquier edad, consumiendo diferentes cervezas que eran servidas con sus propias copas en una pequeña bandeja, en algunos casos acompañadas de un minicuenco con quesitos… Culto a la cerveza y disfrute de ella en su totalidad, eso es este líquido en Bélgica.

Una familia tomando cervezas

A mí la que más me gustó de las que probé (fueron tres, y ya estaba medio borracha) fue la Paix Dieu, suave, rubia y con sabor afrutado… ¡pero con 10 grados de alcohol!

Dos de las cervezas que nos tomamos en sus bandejas, la presentación me encantó

Por cierto, hablando de cerveza, en Bruselas no podéis dejar de ir a un sitio que es típico para turistas, de esos perfectos para hacer el guiri, pero que hay que visitar por lo vistoso, el Delirium Café. Tiene el récord Guinnes por variedades de cerveza y una decoración basada en la bebida, todo el techo está cubierto de bandejas para servir de diferentes marcas y las lámparas de la pared están hechas con marcas de cervezas. La carta es tan extensa que es un libro, aunque tienen la versión corta con los nombres propios que fue la que cogimos, y ya era bastante larga. El sitio está en la misma calle de la jeanneke pis, la niña familia del famoso manneken pis, que está haciendo la misma necesidad fisiológica y está enrejada en el hueco de una pared.

Un salón en Delirium Tremens

La cerveza que me tomé, de frutos rojos

Desayuno y dulces

Fue en Gante en donde nos quedamos en un Bed & Breakfast en el que nuestra anfitriona nos sirvió por la mañana un huevo pasado por agua, luego he sabido que es un desayuno  típico en Bélgica, Alemania y la República Checa.

Huevo pasado por agua

También suelen desayunar bollería, que ya se que no es muy saludable por los azúcares, pero si sois unos perdidos golosos como yo tenéis que probarla, el hojaldre es riquísimo, por lo que si coméis la napolitana de chocolate os sabrá a gloria. De verdad. No tengo foto de ella pero sí de un pan dulce con forma de árbol de Navidad muy mono que desayuné otro día:

Mención aparte en cuanto a dulces fueron los wafles belgas (gofres en España) que están riquísimos solos o con chocolate, y unas galletas típicas en la época navideña llamadas speculoos.

Galletas Speculoos

Se hacen con mantequilla, azúcar morena y canela, son tostaditas y están muuuuy buenas. Con un café, o un té si os gusta más, quedan de rechupete.

Y por supuesto el chocolate, que no menciono como un descubrimiento porque si hay algo que se sabe de este país es que elaboran buenos chocolates, es su otro icono gastronómico. Un problema para nosotros los golosos. Porque está en todos lados, lo ves cada varios metros en las tiendas, los tienes de diferentes formas, y eso es muy muy tentador si encima estás en plan relax… Menos mal que solo fueron tres días y que existen los ejercicios…

Figuras de chocolate, un ángel cabreao y otro que se burla

Otros platos que tenéis que probar

Lo que os voy a contar ahora lo probé todo en Bruselas donde había un gran mercado navideño con muchísimos puestos en los que vendían distintos productos y mucha comida, así que aprovechamos para conocer más platos o ingredientes típicos. Me llamó la atención un local en donde habían colgados lomos de salmón que se cocinaban junto al fuego, que luego desmenuzaban y metían dentro de un pan con salsa tártara. Of course, en cuanto lo vi supe que tenía que probar uno ya que me pierde la tragonería, y estaba bastante bueno.

Lomos de salmón

Pan con salmón y salsa tártara

Y como aún no habíamos probado el chucrut belga, que también es típico allí, ese día lo pedimos en otro puesto, servido con salchichas, panceta y un poquito de mostaza al lado… Si, no estábamos a dieta, pero es que el plato sabía riquísimo.

Chucrut, salchichas, panceta, mostaza en un mercadillo navideño

En otra ocasión nos picó la curiosidad por probar la endibia. Resulta que esta hoja fue descubierta por un belga, M. Beziers que descubrió por casualidad que si dejaba las raíces de la achicoria cubierta de tierra rebrotaba formando una planta blanquecina por la ausencia de luz. Curioso ¿no? Pues nosotros la probamos guisada con patatas, panceta y especias. El aspecto en la foto no es muy bonito y es un guiso particular, a mí me gustó los dos primeros bocados, luego el amargo de la endibia me disgustó un poco. Pero para gustos, los colores.

Endibias, patatas, jamón en un mercadillo navideño

Para finalizar, un restaurante, el lugar en el que tuvimos nuestra cena de fin de año, se llama La Joue de Vache y es de cocina franco-belga, un bonito lugar con precios razonables y platos bastante generosos, allí probé de aperitivo el foie con chocolate (¿veis que hay chocolate en todos lados?) y os recomiendo el codillo, el tiramisú y la sinfonía de mousse de chocolate. También estaba muy bueno el steak tartar que yo me comí, que en Bélgica lo llaman filet américain, pero me chocó un poco que no estaba cortado a cuchillo, aunque de sabor estaba rico.

Codillo con croquetas y salsa de mostaza, las patatas fritas estaban al lado en otro plato

Filet américain o steak tartar, también venía con patatas fritas

Sinfonía de chocolate

Hasta aquí mi recorrido gastronómico por Bélgica. No es una guía especializada, pero os da una referencia de lo que podéis probar si vais.

Como me encanta hacer fotos -no solo a la comida- finalizo compartiendo con vosotros algunas imágenes de los sitios que visité, hay rincones maravillosos. ¡Hasta pronto!

Brujas

Grand Place, Bruselas

Grand Place, Bruselas

Río en Gante

Molino en Brujas

Viviendas en la plaza T Zand, Brujas

Brujas

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