Guillaume y los chicos, ¡a la mesa! (2013)

Película biográfica con toques de comedia sobre el cineasta y artista Guillaume Gallienne, que se centra principalmente en su relación con su madre y la conexión que tenían ambos. Un recorrido por las emociones, el recuerdo y la familia en una historia real que acompañó día tras día a este joven que pasó a ser adulto al lado de su madre, y siempre con una sonrisa en los labios.

Calificación: 6,739.

Tráiler de la Película

Ficha:

Título Original: Les garçons et Guillaume, à table!
Director: Guillaume Gallienne.
Guionista: Guillaume Gallienne.
Intérpretes: Guillaume Gallienne, Françoise Fabian, André Marcon, Diane Kruger, Nanou Garcia, Götz Otto, Brigitte Catillon, Reda Kateb, Carole Brenner, Charlie Anson, Hervé Pierre, Nicolas Wanczycki, Paula Brunet-Sancho, Yvon Back, Karina Marimon.
Productores: Cyril Colbeau-Justin, Jean-Baptiste Dupont, Alice Girard, Edouard Weil.
Fotografía: Glynn Speeckaert.
Música: Marie-Jeanne Serero.
Montaje: Valérie Deseine.
Diseño de Producción:
Diseño de Vestuario: Olivier Bériot.
Países: Francia, Bélgica.
Lugares de Rodaje: La Línea de la Concepción, Cádiz (España); París; Courances (Francia).
Fechas de Rodaje: De 02-07-2012 a Agosto de 2012.
Año: 2013.
Duración: 85 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 7 años.
Género: Biográfica, Comedia.
Estreno: 28-03-2014.
Distribuidora: A Contracorriente Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 241.
Recaudación: 934,30 €.

Crítica:

29-03-2014 – JOSU EGUREN

Todas las mujeres

Descubrir la identidad de los chicos a los que se refiere el título de la ópera prima de Guillaume Gallienne significa estar un paso más cerca de dejarse arropar por la película que barrió en los premios de la Academia del Cine Francés. No es una tarea sencilla, en tanto que Gallienne parte de la representación de un monólogo autobiográfico cargado de referencias costumbristas e hipérboles antropológicas -con un recado especial para los millones de espectadores españoles que han abarrotado los pases de “Ocho apellidos vascos“-, pero a medida que la calidez del actor se impone sobre los vicios manieristas de su alter ego, el director afila la batuta y tras el gag aparecen los síntomas de un melodrama narrado en clave de comedia. El propósito de Gallienne es desentrañar una enfermiza relación madre-hijo (ambos interpretados por el propio autor), resolver un complejo de Edipo que condiciona su identidad hasta el extremo de estigmatizarlo psicológicamente.

Alternando los tics de la comedia popular con monólogos en los que Gallienne se revela como un Marcel Marceau de la palabra, “Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!” ataca sin paliativos los problemas derivados de la transexualidad en el seno de una familia perteneciente a la alta burguesía francesa. Ya sea sobre las tablas del diván teatral, o en las imágenes que recrean la ‘bildungsroman’ psicológica de un adolescente cuya baja autoestima le ha empujado a desarrollar la capacidad de mimetizarse con todas las mujeres que le rodean, Gallienne hace gala de una sinceridad que potencia el efecto catártico del desenlace en el que sus ojos se encuentran con los de la espectadora que da pie a toda la representación. Puede que todo el misterio, el humor y el drama de la obra de Gallienne estén contenidos en un sencillo juego de palabras, pero resolverlo le proporciona una nueva vida a una película cuya relectura se antoja incómoda y jugosa.