Guillermo José Chaminade y la revolución francesa

autor: blog Agua Viva
“Libertad, igualdad, fraternidad” es uno de los más caros lemas de la masonería.  Se proclama por primera vez en la revolución francesa.  Veremos cómo en el nombre de la libertad se suprimió la libertad de los sacerdotes.
Guillermo José Chaminade fue un sacerdote católico que vivió durante la revolución francesa y ejerció su ministerio a la sombra de la guillotina.
Al año siguiente de la toma de la Bastilla del 14 de junio de 1789 la Asamblea Nacional aprobó la Constitución Civil del Clero. Se olvidaron del lema “libertad, igualdad, fraternidad” cuando obligaron a todos los sacerdotes que residían en Francia a prestar juramento a esa Constitución Civil que buscaba “separar” a los sacerdotes católicos de Roma, creando una “iglesia nacional” francesa enfrentada al Papa.  En la actualidad se puede comparar con la "iglesia patriótica" de China, independiente y opuesta a Roma, sin embargo, casi todos los obispos nombrados por las autoridades chinas en contra de la voluntad de la Santa Sede han vuelto a la obediencia al Papa.  De un total de 66 obispos oficialmente reconocidos por el gobierno chino menos de diez  están separados de Roma.  Leer aquí.
En cuanto a la revolución francesa, los sacerdotes que eran fieles a sus principios y a la Iglesia quedaban como unos sacerdotes clandestinos, condenados a morir en la guillotina, si es que eran encontrados, por resistirse a firmar un documento que violaba sus derechos.
Chaminade fue uno de esos sacerdotes clandestinos.  "El “Terror” que trae Robespierre al sistema que brota con la Revolución, es el periodo más heroico de la juventud de Guillermo José. Ejerce su labor en el barrio de Santa Eulalia, sin ninguna seguridad, refugiándose en casas particulares y recurriendo incluso a los disfraces para burlar a la policía que le busca: el calderero o el buhonero al que preguntan los revolucionarios “si ha visto a ese beato Chaminade”, es el mismo Guillermo José que recorre así las calles, recibiendo avisos a través de los niños, para ir a administrar los sacramentos, celebrar la eucaristía o visitar a los enfermos. Son muchos los seglares que arriesgan su vida por asegurar este ministerio pastoral clandestino de Chaminade. De esta época del Terror, Chaminade va a sacar dos enseñanzas: la fuerza de la fe en medio de la adversidad, y el papel de los laicos de toda condición y profesión en la vida y misión de la Iglesia." (wikipedia)
No todos los sacerdotes fueron fieles como Chaminade. Muchos aceptaron firmar la Constitución y también algunos obispos prestaron el juramento civil. Con ellos se instauró una "iglesia nacional".  Posteriormente se intentó organizar una Iglesia laica, en el verano de 1793 la Convención impuso el culto a la "diosa Razón".
En 1794 cesó la persecución y volvió la calma. La Iglesia escondida salió de nuevo a la luz del día, pero la calma duró poco tiempo, la Convención dictó orden de expulsión para todos los sacerdotes que no hubiesen jurado la Constitución Civil. Chaminade fue expulsado de Francia. Regresó después de tres años y realizó una gran labor evangelizadora.  Funda las Hijas de María Inmaculada y la Compañía de María.  Fue beatificado en el año 2000.