Guim Tió

Estamos hablando de un artista que ha sabido hacerse un lugar con su trabajo singular y diferente y por esa razón es interesante hablar, no solamente de sus trabajos, sino de la forma de trabajar.

Este joven barcelonés, estudió bellas artes en la Universidad de Barcelona, y a pesar de que viene de una familia donde sus abuelos y su tío eran ya pintores y él había visitado los talleres y sabía como trabaja un pintor desde muy pequeño, no empezó a pintar hasta más tarde, cuando casi por casualidad entra a cursar bellas artes, y fue allí donde conoció a artistas, que ahora son compañeros suyos cómo Conrad Roset o Chamo San y de hecho ahora comparten estudio. Es desde este estudio donde salen sus obras tan peculiares.

Es fácil reconocer una obra suya, puesto que se trata de retratos de personas, que tienen una mirada muy inquietante, misteriosas, y a partir de aquí el artista ha ido encontrando un estilo muy propio.

Y es que lo que hace este artista, que lo hace tan peculiar, es que estos retratos están hechos a partir de fotografías de anuncios de revista, y con disolvente y con ceras las transforma, empieza por borrar las facciones originales y luego con cera les cambia la expresión de la cara.

El fondo de estos retratos son de un color bastante neutro que destaca mucho más las figuras, las formas, las miradas y algunos conservan elementos originales como la nariz, los labios o el peinado.

Esto es una original crítica a los estereotipos y cánones de belleza que tanto aparecen en la publicidad y los medios y que también son retocados, a pesar de que Guim Tió los retoca para que adquieran un nuevo aspecto, más fríos, más impersonales, a pesar de que el artista cree que los modelos que salen en estos anuncios ya tienen una mirada fría e impersonal y son muy hieráticos, puesto que a las marcas de moda no les interesa que sus modelos destaquen por encima el producto.

Estos retratos se pueden definir como grotescos, dan miedo porque tienen una mirada vacía y muy inquietante pero por otro lado tienen un punto infantil, naïf y consigue dar la vuelta a estas leyes visuales en la publicidad, en la moda, que tanto pesan en la sociedad porque son figuras, además, desproporcionadas pero sin caer en algo extravagante.

Sus figuras tienen algo de Basquiat e incluso se lo ha comparado con Egon Schiele.

A pesar de que las revistas son una importante fuente de inspiración y de ideas para Guim Tió no sólo trabaja con esto, tiene una serie que hizo a partir de fotos que le enviaron sus amigos de Facebook y él los transformó de este modo tan característico y propio.
En cierto modo, con su trabajo, hace una mezcla combinando la fotografía y un trabajo más pictórico.

Hay que destacar también de este artista la visión que tiene del mundo artístico y de la creación y esto se puede ver a partir de las entrevistas que le han hecho o los artículos que le han dedicado y es que él no considera que pinte bien, sino que hace un trabajo con coherencia, con un trasfondo, que no es tan sólo algo que sea bonito o feo.

Como artista, destaca la simbología y el estilo que ha creado, la importancia está en que ha encontrado una manera de diferenciarse radicalmente de otros pintores y donde tiene tanta importancia el resultado como el proceso.

En su blog comparte todo su trabajo y se puede ver todos los retratos que ha hecho, incluso a personajes famosos que ocupan las páginas de las revistas que caen en sus manos, por ejemplo, en forma de gif, en su blog se puede ver el proceso de pasar de una fotografía de Paul Newman a un ser irreconocible, personaje del mundo de Guim Tió.

E incluso a dado un paso más allá y se ha atrevido a hacer reales sus figuras, y es que en sus trabajos podemos ver fotografías de chicas e incluso de él mismo maquillados de forma que parecen los personajes de sus retratos.

Y también en el formado vídeo, ya que que ha dirigido con Geoffrey Cowper un pequeño corto como tributo a una canción del grupo Dead Man’s Bones con personajes del mundo de Guim Tió.

Y a parte de que ha expuesto ya en varios lugares de Barcelona y Madrid, también se ha podido ver sus obras por Europa e incluso en California o Vancouver.

Además actualmente colabora en muchos proyectos como en la portada de un libro, la portada de una edición limitada de un grupo de música en el que hizo una pintura gigante y la partieron y cada trozo era una de las portadas, firmadas y numeradas.
Incluso el cartel de la película Blancanieves de Pablo Berguer que lo diseñó junto a Conrad Roset.