Revista Cultura y Ocio

Guioneces (xviii): el por qué de los puntos de giro

Publicado el 04 mayo 2011 por Fhrodri
Es fuente de debates y hasta polémicas en los talleres y cursos de guión (y también en los de relato). Muchos se burlan y denigran el aspecto estructural de los guiones, y la literatura que lo ha sacado a la luz y enfatizado como relevante. Los Puntos de Giro de Syd Field; los Tres Actos.
GUIONECES (XVIII): EL POR QUÉ DE LOS PUNTOS DE GIRO
Sin embargo, luego es un fallo común en muchos guiones. En muchos de los que he leído.
Desequilibro estructural. Así llamaríamos a este error. Planteamientos/Primeros Actos muy largos; Nudos/Segundos Actos cortos; Desenlaces/Terceros Actos, demasiado extensos. Y todas sus variantes.
Es probable que si nos lo comenta algún profesor de un taller o el lector de una productora, nos llevemos las manos a la cabeza. Y hagamos chanzas acerca de cómo parece que el guionista necesita escuadra y cartabón para cuantificar el número de páginas para cada acto.
Sí, y no. Sí, es cierto que los profesionales pueden dejarse llevar por la norma de los Tres Actos y los Puntos de Giro y pasarse de estrictos. Para eso, dejo aquí un artículo muy interesante sobre el recurso típico de referirse a Aristóteles y su Poética, para refrendarse lo de los Tres Actos.
Pero no, no es baladí la cantidad de tiempo (de páginas) que han de dedicarse a cada Acto.
"Punto de Giro" si se quiere es tan sólo un término "profesional". Una forma de que sepamos y recordemos que en toda historia existe un Conflicto. Y si no sucede pronto, habrá dicho desequilibro estructural. Y el autor no se detiene lo suficiente, también.
El cambio, el giro, el Conflicto no debe narrarse demasiado rápido. En la misma escena (y en su forma de suceder) el espectador ya debería notar el efecto en el Protagonista: su ruptura con su Estado Inalterado. El choque con lo que era su vida hasta ese momento.
Un ejemplo estupendo de cómo un Primer Punto de Giro puede rodarse (expresarse también en el guión) es el que sucede en Punch Drunk Love. Vean la película y fíjense en cómo crece la tensión en la escena.

Un relato es siempre, como mínimo, un Protagonista en conflicto. La única forma de que una historia le dé acceso al espectador a cómo es dicho personaje es mostrarlo primero en ese Estado Inalterado. Lo que no significa que esté en plena felicidad; de hecho en el Planteamiento pueden sembrarse detalles de su carácter que luego justifiquen o sean complementarios con las decisiones que tome una vez se enfrente al Conflicto. Al Primer Punto de Giro y al Segundo. 
Por tanto, los Puntos de Giro no son meras "convenciones". Si quieres saltarte las normas, como una vez le oí el gran Borau en un taller, primero conócelas. Un relato, una historia, un guión que no exprese conflicto alguno será descriptivo (lo cual no es negativo en sí), pero no narrativo. Y el Conflicto es esencial para con el aspecto dramático (dramático, en cuanto hablamos de personajes; no importa si estamos en una comedia).
Pero además, el conflicto genera suspense. "Suspense" no es únicamente un género. Ni significa que, si tu guión es una comedia o un drama, no deba incluirlo. Si esta palabra confunde, usemos otra: "expectativa". Si lo que veíamos antes es fundamental en lo dramático, el suspense o las expectativas son imprescindibles en lo narrativo. Sin expectativas, tu guión será un experimento, una aportación audiovisual (y sólo cuando se ruede) pero desde luego, no una historia. No es cosa de Syd Field. Es cosa de la Historia de la Literatura. De las narraciones orales.
Una historia requiere que exista una cierta tensión: qué sucede después. Cómo se resuelve el problema. Cómo evolucionará el Protagonista. ¿Conseguirá lo que quiere? ¿Logrará evitar lo que no quiere?
Esto no implica que todo haya de ser "clásico", como la literatura del siglo XIX. Hay innumerables permutaciones. Puedes contar tu historia en un tono o en otro; con un punto de vista u otro; puedes crear distancia respecto al Protagonista y sus conflictos (acercándote más a los presupuestos del Cine Moderno); puedes utilizar las estructuras clásicas para subvertirlas y hacer reflexiones sobre los géneros (y ahí estaríamos en el Cine Posmoderno). Y hay muchas más opciones.
Pero insistamos: sin Conflicto, no hay narración, ni personajes. Si en tu guión no lo quieres, entonces tal vez quieras dedicarte al cine experimental, al cine poético o descriptivo, decisiones todas ellas respetables. Pero no será una historia. No será un relato.

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