Ophelia (J.E. Millais, 1852)
HABLA UNA MUCHACHA QUE SE HA AHOGADO
Ojalá no hubieran demostrado la cruel clemencia
de rescatar mi cuerpo ahogado del río
que en su paz me sepultó, hasta su superficie
de autopsia, y entierro y formas:
este, que era mi último deseo, podría haberse hecho realidad:
que cuando las olas hubieran arrastrado por fin
los restos de mi carne, el cráneo permaneciese,
pero trocado en cristal. Las cosas afuera
que mirara antaño, entrarían flotando
por las cuencas que las miraron: a través
de las cavernas ahuecadas del cráneo, se precipitarían
sólidos peces fosforescentes, donde solo existieran
sus simulacros en el cerebro.
Stephen Spender (1909-1995) Ausencia presente y otros poemas (Trad. de Eduardo Iriarte) Lumen, 2007. _____________________________________ Otras entradas relacionadas en este blog:
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