Revista Cultura y Ocio

Hacer marketing de contenidos cuando todo dios tiene un blog

Por Lavoragine @delavoragine

Lo más complicado de todo es aceptar que, cuando el cliente por fin entiende que necesita un blog, hay que hacerle ver que eso solo es el principio. Es complicado; a veces, hasta poco agradecido, pero el marketing digital es como es, y cambia a la velocidad que cambia.

Pero seré sincero, porque este va a ser un artículo algo (más) atípico de lo habitual. Lo cierto es que, para diciembre, teníamos otros posts programados en el content plan. Teníamos menos porque, como cada año, las visitas se reducen a la mitad (nos lo chiva Analytics, ya sabes) y, por norma, las agencias de marketing con las que trabajamos y los clientes fijos que tenemos la suerte de representar con palabras nos han enviado todo con antelación para que no les fastidiemos la Nochebuena, ni el Fin de Año, ni las uvas.

Quizá a causa de ese temprano espíritu navideño, decidí relegar esos artículos para el mes que viene y reservar diciembre para este único post. Con el cambio de planes, también consideré que, si suelo ser el encargado de echar broncas y marear a la gente durante el año, también era lógico que me comiese el último post antes de poner el cartel de Cerrado por vacaciones en Vorágine.

Hacer marketing de contenidos cuando todo dios tiene un blog
Pero lo cierto es que este artículo aspira a algo más, aunque no es un artículo de tendencias de marketing para 2016 (ese se lo encasqueté a Laura hace unas semanas), ni sobre claves para escribir contenidos de calidad, ni sobre la importancia de un SEO on page que mole para trabajar también el branding de marca por todos lados.

Esto va sobre por qué el blog es imprescindible, pero no es suficiente; por qué Internet no nos va a permitir seguir moviéndonos a través de una única plataforma, por qué es importante la especialización y el trabajo colaborativo y por qué ser original (y, a poder ser, el primero) es la única forma de asegurarse el éxito (o cierto éxito). Te lo explico con calma, aprovechando que pocos días de trabajo quedan este año, y todos tenemos ganas de descansar por una semanita.

¿Por qué es imprescindible un blog en 2016?

Hay una respuesta muy breve a esa pregunta: porque lo era en 2010. La realidad es que crear contenido de calidad para Internet de forma periódica (lo que viene a ser el marketing de contenidos, vamos) tiene su recompensa: mayor posicionamiento, más visitas, etcétera. Pero a todo ello se suma otra cuestión, una segunda respuesta (más actual), y es que todo el mundo (que interesa) tiene un blog. Por lo que no hacerlo te relega a una posición muy inferior a la de tu competencia. Y no importa que seas Coca-Cola, una agencia de comunicación o un escritor novel.

Hay demasiados contenidos

En 2010, se calculaba que Internet ocupaba 1 zettabyte, una cifra que se triplica cada 3 años y que, hoy día, debe rondar los 9 zettabytes. Lo importante no es lo que hay, es lo que la gente puede encontrar, por supuesto (lo que nos trae otra vez al marketing de contenidos). Pero una vez todos sepamos escribir buenos contenidos que se indexen y posicionen (o los deleguemos en terceros), ¿qué pasará?

La originalidad forma un punto indisoluble del SEO actual, del branding de una marca y de su marketing de contenidos. No verlo es seguir creyendo que todo seguirá igual, y no lo hará (bueno, no lo hace ya). Ahora no será suficiente con crear contenidos de calidad relacionados con nuestra marca, sino que tendremos que diferenciarnos de la competencia directa e indirecta a través de la imaginación.

Nosotros lo tenemos claro: no podemos redactar un contenido diario, porque no somos una agencia con 30 personas trabajando, así que preferimos crear contenidos divertidos (Aprende marketing de contenidos, ¡con videojuegos!) u originales (Trucos para escribir contenidos mucho más rápido) con los que marcar la diferencia.

No hacer algo así, significa casi siempre hacer lo mismo que el resto. Y pueden llegar a ti, o al resto, para el cliente no siempre hay diferencia: se supone que deberías marcarla tú, ¿o no?

Hacer marketing de contenidos cuando todo dios tiene un blog

¿Multimedia o multimedio?

Es lo mismo, pero a veces se nos olvida. El problema de creer que con escribir un par de veces por semana en un blog es suficiente, es que no nos deja ver la necesidad de integrar todo ello en una estrategia de inbound marketing. E inbound marketing vamos a tener que hacer todos: sea dinamizando contenidos en redes o compartiendo consejos con texto y vídeos alojados en YouTube que ha grabado un redactor del equipo durante el brainstorming, o la experiencia de un cliente en todas las fases de adecuación de la estrategia que le hemos montado.

La cuestión es marcar la diferencia, y esta puede salir de una cámara GoPro que se cuela en la oficina para presentar al equipo en directo, de una personalización bestial de la oferta o de algo totalmente distinto; quizá asesoría empresarial por Skype, quizá cursos de adiestramiento canino por pasos para promocionar nuestra actividad profesional y nuestra página web/blog, quizá un visor de realidad aumentada en una empresa de reformas...

Vale. Que sí. Seguro que lees esto, y eres de esa amplia mayoría que está alucinando, ¿pero te has planteado lo rápido que está cambiando todo?, ¿lo difícil que va a ser encontrar trabajo para toda una vida a partir de ahora?, ¿lo importante que resulta ser el mejor en lo tuyo y que se sepa y se globalice lo máximo posible? Y eso nos lleva al último punto...

Sé el mejor

En el marketing de contenidos y, por extensión, en el marketing digital, hay algo que nos debe diferenciar en cualquier otro sector: dar al cliente una solución mejor que aquella que le ofrece el resto del mundo, más completa, a través de más medios, en más idiomas... Por esto, a partir de 2016, cuando creemos contenidos en nuestro blog profesional, estaremos respondiendo en redes sociales, completándolo con un vídeo, comercializando streamings y regalando consejos y experiencia a través de diferentes canales dos veces al mes como valor diferencial...

En 2016, sacar partido a tus contenidos tiene muchas caras, pero hay una de la que se nos lleva avisando mucho tiempo y la mayoría sigue al ralentí: hay unas necesidades que toca cubrir cuanto antes y, otras, sobre las que asentar las bases de inmediato.

  • Tener una buena estrategia de marketing de contenidos
  • Ser multimedia, pero de verdad
  • Ser original por obligación
  • Y, por encima de todo, tratar de ser el mejor en lo que hacemos

¡Felices fiestas!

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