Revista Opinión

HAMBRE O DROGAS. Hoy, hace 20 años. 1 de marzo de 2002

Publicado el 01 marzo 2022 por Cronicasbarbaras

La guerra de Afganistán ha dejado Europa temporalmente sin heroína y la ofensiva del gobierno colombiano con ayuda estadounidense contra la guerrilla de las FARC puede reducir los flujos de cocaína.

Deben mirarse ahora las cotizaciones internacionales de futuros de café o banano, porque indicarán qué cantidad de droga volverá al mercado.

EEUU va a lanzar desde el aire herbicidas para destruir cocales colombianos, y en Afganistán, sobre las plantaciones de adormidera. A cambio, a Colombia le prometen 7.500 millones de dólares en desarrollo económico y social para las áreas de los cocales y a Afganistán cantidades superiores para la reconstrucción del país, pero sin amapola.

Teóricamente estas cantidades debería ir para que los campesinos cultiven otros productos. Pero ya muy pocos creen que obtendrán réditos de esas ayudas: las promesas suelen sumarse a compromisos anteriores nunca cumplidos.

Tal es el caso sufrido por Bolivia, que prácticamente erradicó los cocales que no fueran para el consumo tradicional al facilitársele a los campesinos la reconversión de sus cultivos por otros nuevos y garantizarse su comercialización.

Y aquí entran las cotizaciones en la bolsa agrícola de Chicago: los países ricos y además consumidores de drogas --EEUU y los de la UE--, siguieron primando producciones agrícolas que competían con las bolivianas, que quedaron paralizadas.

Los campesinos, engañados, exigen ahora volver a sus grandes cultivos de coca para salir de la ruina.

Y puede pasar igual con la amapola afgana.


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