Hambre por un lado, despilfarro alimentario por otro

 
Hay algunas noticias que a mí me dejan realmente desolada y me parecen de suma gravedad. 
Ayer sabíamos que, según un informe elaborado por la Comisión Europea, en los 27 estados miembros de la Unión Europea tiramos la mitad de la comida que compramos anualmente. Es decir: 89 millones de toneladas de alimentos van a la basura, lo cual supone que cada habitante de la Unión tira 179 kilos.
De esta escandalosa cifra de desperdicio, el 42% es imputable al despilfarro particular, el 39% a la industria, el 5% a la distribución y el 4% a la restauración.
También sabemos que en la propia y "rica" Europa hay 79 millones de habitantes que viven bajo el umbral de la pobreza.
Resumiendo: 79 millones de europeos pobres y 89 millones de toneladas de alimentos a la basura.
Verdaderamente desolador. Más aún sin nos fijamos en otro punto del planeta, el Cuerno de África, los datos anteriores nos parecen todavía más indecentes, zona que padece la peor crisis alimentaria de hace décadas.
Oxfam y Save the Children denuncian que hay 13 millones de personas en África Oriental, que padecen hambre. De ellas, 750.000 personas corren riesgo cierto de morir de inanición si no se toman medidas urgentes.
Estas dos ONG mencionadas han elaborado conjuntamente un informe "Un retraso peligroso", cuya lectura les aconsejo, en que denuncian que los retrasos de la comunidad internacional ante las alertas de la crisis alimentaria del Cuero de África, ha producido miles de muertos.

¡Cuánta miseria, cuánta insolidaridad!