Hamburguesas de avena

Quienes ya me conocen saben que las hamburguesas vegetarianas me gustan muchísimo y que en mi casa se preparan muy a menudo. Si hiciera falta (creo que no; pero, por si acaso...), tengo un buen puñado de razones para amarlas-recomendarlas-estar siempre pensando nuevas combinaciones de sabores-engullirlas: Son muy prácticas porque nos pueden salvar de cualquier imprevisto (volvemos a casa más tarde de lo esperado, no tenemos muchas ganas de ponernos a cocinar porque el día resultó fatal, se nos antoja algo rico, pero sano...) - en especial, si las preparamos con anticipación y en cantidades - porque siempre tenemos disponibles en el freezer/congelador; son sanas y están repletas de variados nutrientes (cereales, legumbres, semillas, vegetales) que podemos ir combinando según los ingredientes que tenemos en casa o los "antojos" que podamos sentir a la hora de realizarlas, se preparan en poco tiempo (en especial, si realizamos una buena cantidad como para guardarlas y utilizarlas en distintas ocasiones), son fáciles de realizar y quedan con una textura muy sabrosa. Además, no es necesario añadirles huevos para que se mantengan en pie y, en ocasiones, tampoco necesitan pan rallado para que queden crocantes o bien terminadas.

Pues bien, si por lo general las hamburguesas vegetales son sencillas y bastante rápidas de hacer, las de avena que les traigo hoy rompen todos los récords porque son facilísimas y súper rápidas como para resolver una comida en un abrir y cerrar de ojos.
Aquí, les dejo los ingredientes.

¿Nos ponemos a trabajar? Una vez que tengas cortados en brunoise 1 cebolla, 1/4 de ají/pimiento rojo, 1 zucchini y 1 zanahoria, ponelos a sudar en 2 cucharadas de aceite de coco (o el que más te guste), condimentándolos con sal, pimienta, nuez moscada y 1 cucharadita de orégano hasta que estén cocidos y con muy poco o nada de jugo de cocción. Reservá.

Aparte, en un bol, disponé 250 gramos de copos de avena. Condimentá con sal, pimienta y nuez moscada recién molidas, y 1 cucharadita de cúrcuma. Mezclá bien y añadí los vegetales cocidos junto con 125 cc. de caldo de verduras.

Por último, incorporá el almidón de maíz. Puede que requiera de 2 ó 3 cucharadas bien colmadas, eso lo irás viendo al revolver la mezcla y observar si se forma una pasta o si queda demasiado desgranada. Una buena manera de reconocerlo es apretando con la cuchara sobre la mezcla y observando si se compacta ligeramente. De ser necesario, incorporarás más almidón de maíz o más caldo de vegetales, según la preparación esté demasiado floja o muy tomada.

Entonces, con cuchara colocá la mezcla que preparaste en una cintura de metal del diámetro que prefieras para dar forma a tus hamburguesas, ejerciendo cierta presión para unir la pasta. Podés armalas sobre un papel separador para freezer y luego ubicarlas sobre la placa para horno en donde las cocinarás o podés armarlas directamente en la placa, rociándola previamente con rocío vegetal o pincelándola con aceite.

Una vez ubicadas en la placa para horno, cociná las hamburguesas a fuego fuerte hasta que se doren. Cuando las des vuelta, mientras esperás que se doren del otro lado, podés disponer sobre cada una de ellas un trocito de queso mozzarella que se derretirá y gratinará, aportándoles un sabor muy rico.

Algunas observaciones y recomendaciones finales: Con estas cantidades se obtienen unas 6 hamburguesas de diámetro y grosor similares a sus parientes cárnicas (incluso, algo más grandes).
Pueden conservarse en freezer por 10 a 15 días sin inconvenientes (y si no se las engullen primero...).
Si lo desean, pueden añadir en la mezcla un puñado de semillas de sésamo (blanco, integral y/o negro), calabaza, lino/linaza, girasol, amaranto...
Como se trata de una propuesta muy versátil, pueden incluir los vegetales que más les gusten o los que dispongan en casa en ese momento, respetando, eso sí, una proporción similar a la de la receta para que no deban modificarse las cantidades de caldo de vegetales, almidón de maíz y avena.

Si desean realizarlas pero no disponen de caldo de verduras en ese momento, pueden reemplazarlo por agua potable. Sin embargo, contar siempre con una buena provisión de verduras deshidratadas o mezcla de vegetales deshidratados para preparar sopa es una excelente solución para sacarnos del problema con un caldo exprés sano y delicioso que se hará en cuestión de minutos, mientras se cocinan los vegetales, por ejemplo. Yo utilizo una mezcla de vegetales deshidratados para preparar sopa que incluye algunas algas que aportan sabor y nutrientes al caldo, enriqueciendo más aún el plato terminado.

Asimismo, les recuerdo que la avena es muy sana y que entre sus propiedades y beneficios podemos destacar que gracias a la fibra dietética soluble que contiene ayuda a reducir los niveles de colesterol, produciendo durante la digestión una lenta absorción de los carbohidratos, evitando que se eleven los valores de glucosa en sangre. Además, el consumo de avena ayuda a fortalecer las funciones neurológicas y el sistema inmunológico, combatiendo infecciones bacterianas. Su alto contenido de minerales y fibra contribuyen a mejorar la presión arterial y prevenir la formación de arteriosclerosis. Entretanto, la fibra que contiene sirve de regulador del metabolismo, favoreciendo las dietas de reducción de peso. Por último, es una gran aliada para fortalecer y mejorar nuestra piel.

Ya ven, entonces, que estas hamburguesas de avena son muy rápidas y sencillas de realizar, permitiéndonos hacer distintas combinaciones de vegetales y semillas o incluyendo (si lo deseamos), además, un toque de mozzarella para hacerlas más tentadoras todavía.
Pruébenlas y me cuentan los resultados; estoy segura que quedarán encantados porque son deliciosas y muy prácticas, sea al plato o en sándwich.
Nos reencontramos la semana que viene. ¡Pásenla muy bien, disfruten de la vida junto a sus seres amados y experimenten en la cocina!

Textos y fotografías: ©Bouquet Garni Recetas