Revista Cultura y Ocio

Hans Richter, desayunando dadá

Publicado el 26 noviembre 2012 por Ruta42 @ruta42
Hans Richter, desayunando dadá

“Vormittagspuk”, de Hans Richter

¿Qué significa dadá? La palabra no define al movimiento en su concepto, sino en su forma de ser establecida: se cuenta que fue encontrada al azar al abrir un diccionario. Y eso es precisamente el dadá, azar.

El dadá niega la narración, la pasividad del espectador y el propio arte. Nacido después de la Primera Guerra Mundial en Alemania y Suiza, ni siquiera puede considerarte un movimiento artístico como tal, si no una revelación  como acto de protesta, contra todo el orden social del momento.

En el caso de cine, mientras la cada vez más grande Hollywood prohibía a los actores mirar a cámara para evitar todo vínculo con el espectador, el cine vivía con el dadá una de las primeras manifestaciones como movimiento de vanguardia y revolución de un arte que éste situaba al nivel del resto de formas de expresión.

Uno de los artistas que participaron en esta primera tendencia cinematográfica centrada en la provocación y la subversión fue Hans Richter . El director estudiaría en las Academias de Bellas Artes de Berlín y Weimar donde tomaría un primer contacto con el expresionistas alemanes, para acabar adhiriéndose al movimiento dadaísta en Zúrich.

Hans Richter se trasladaría a Estados Unidos en 1940, para rodar dos décadas después, junto con Marcel Duchamp, “Dadascope” . Pero antes de su nacionalización estadounidense, Hans Richter rodaría en Alemania sus primeras películas del movimiento, entre las que se encuentra “Vormittagspuk”, también conocida por su título en inglés “Ghost Before Breakfast”.

Como no puede ser de otra forma, la película no tiene un argumento narrativo, sino que muestra personas, relojes, sombreros voladores… sucesos irracionales que el espectador ha de unir mediante su propia capacidad asociativa. Utiliza un conjunto de elementos que se suceden en la pantalla, en diferentes escenas que hacen al espectador prestar atención a lo que está pasando.

Para crear ese desayuno fantasmal, Richter se ayuda de diferentes recursos cinematográficos que le den a todo un aire mágico, como esos sombreros volando o la pajarita que se hace y deshace sola. El director alemán innova, y añade a su película stop-motion con el fin de poder realizar tales escenas, que impactan a un espectador siempre atento a las imágenes que Richter provoca.

La diferencia entre las variadas escenas no sólo es estética, sino también rítmica, para jugar así con el reloj, las personas, los fantasmas, los cubiertos, etc. y adaptar el ritmo de las secuencias al que el mismo desea, en esas transiciones, y crear un efecto de ruptura de tiempo: el de las tazas del desayuno, cayendo al suelo y abriéndose en mil pedazos, despacio, contra él.

Las escenas son cortas, y Richter las hace suyas y convierte en el film en un objeto de tensión. De esta manera, el realizador consigue alejarse de convencionalismos y metáforas que sólo se entiendan dependiendo de casuísticas.

Para Richter, un mayor inconsciente significaría una mayor libertad. Él mismo, que fue influenciado por otros estilos como el cubismo y el expresionismo, es a día de hoy una de las figuras que abrió un amplio campo en el provocador contexto de los ismos, sobre todo en aquel que se refiere al dadá.

Vormittagspuk
Hans Richter
1928, Alemania
Hans Richter

Hans Richter, desayunando dadá

Dafne Calvo

Por afecto o por defecto, pero me encanta el periodismo. Sueño con un mundo dibujado sobre viñetas, donde esté prohibido comer palomitas en el cine.

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