Revista Comunicación

Harry Potter and the Cursed Child

Publicado el 03 agosto 2016 por Lya
Atención, SPOILERS. Harry Potter and the Cursed ChildQue no digáis que no aviso, que luego vienen los lloros. 
Dicho lo cual, procedo. 
@liacice JK HA PUESTO IMÁGENES EN MI MENTE QUE YO NO NECESITABA TENEEEER— Ana (@MsCalendula) 3 de agosto de 2016

Es que no se me ocurre mejor resumen que el que ha hecho esta mañana aquí mi compañera de batallas whovians Ana-Caléndula.
Que no es que no me haya gustado, no. Pero yo qué sé, estoy confusa. Así que voy a intentar ordenar mis pensamientos -si es que eso es posible- en esta entrada y en otras posteriores, para no alargarme demasiado. Vamos a empezar por lo que me ha gustado: 
1- Es el mundo mágico. Y punto. No hay más que decir. Es Hogwarts, es Godric's Hollow, es todo. Diluido, eso sí, porque es teatro y no hay descripciones, no hay narración, sólo diálogos. Es una historia desprovista de artificios, de decoración. Son personajes, son conversaciones, son sentimientos. No hay más. Deduzco, por lo tanto, que leerlo en frío -más si no estás acostumbrado a leer teatro- no tiene nada que ver con verlo representado, que es para lo que ha nacido.
2- Algunos personajes, de antes y de ahora. Por ejemplo, Ron y Hermione siguen siendo adorables, cada uno en su estilo e, incluso, en diferentes realidades espacio-tiempo. Y de los nuevos destaco, sin duda, a Scorpius Malfoy, puramente obra de JK Rowling, maestra en el arte de definir personajes con dos frases, con dos trazos y hacernos quererlos al instante. Scorpius es uno de ellos.
Digo lo de puramente obra de JK porque aquí hay otros dos autores y, para mí, se nota. Para mí. Más adelante profundizaré en este aspecto.
3- Conocer algunos aspectos de la historia canónica que no se nos contaron en su momento. Detalles, como la reacción de la sala común de Gryffindor ante la Ginny de 11 años que había abierto la Cámara de los Secretos. O la boda de Ron y Hermione, jóvenes, borrachos, felices, locos. O ver el torneo de los Tres Magos desde otro punto de vista. Esas pequeñas pinceladas que JK -de nuevo esto es obra suya- suelta para que conectemos con el pasado.
4- El personaje de Augerey. Creo que aquí va a haber mucha discrepancia entre los Potterheads pero a mí me ha gustado, como tal, sin entrar en el desarrollo de la historia. Me parece plausible su existencia, aunque sea una de esas imágenes, cierto, que NO necesitábamos tener en la cabeza. Pero no es sorprendente, conociendo como conocíamos a Bellatrix y la adoración servil que sentía por el bueno de Tom Riddle Sin Nariz. Es decir, JK ya lo había insinuado o dejado ahí, como ha dejado tantas cosas, la hija de su madre. Y hay que reconocer que esa realidad paralela -o como sea- en la que la muchacha gobierna, reina y siembra el terror es muy LO MÁS. Sobre todo porque enfrente tiene, como némesis, como enemiga a muerte, a una Hermione Granger rebelde, líder, guerrera y fiera. Y yo a Hermione la banco a tope siempre, pero si además es en ese plan, aquí tiene mi arco, mi espada, mi maza...
Lo dicho, LO MÁS.
5- La problemática padres-hijos. Cierto es que, a ratos, da la sensación de no saber muy bien por qué discuten tanto Albus y Harry, pero creo que esa incomprensión es la misma que sienten ellos, entre sí. ¿Por qué? No se sabe a ciencia cierta... Yo tengo una teoría, aunque el punto anterior acabó con ella. En fin, aunque la historia da muchas vueltas sobre lo mismo, es bueno ver a Harry como ha sido siempre, un pardillo quejoso y bastante vago, que se ve arrastrado a un puesto de héroe (y ahora padre) que le queda grande y del que sale bien parado -más o menos- porque le rodea gente muy válida que le quiere mucho. Que es lo que nos pasa a muchos, a todos, a otros niveles. Qué sería de nuestra vida si no fuera por aquellos que nos sujetan y nos alientan. Pues estaríamos perdidos en el arroyo o escondidos en el cuartucho bajo las escaleras de Privet Drive.
To be continued....

Volver a la Portada de Logo Paperblog