Hart of Dixie - Adiós a Bluebell

El viernes se despedía en Estados Unidos Hart of Dixie. La serie de la CW ha sido recientemente cancelada, lo que ha supuesto que tristemente hayamos tenido que decir adiós a Bluebell, un adiós por todo lo alto que ha sido un verdadero regalo para los fans. Esta cuarta temporada ha sido tan corta como adorable, y ha hecho que nos sea muy difícil decirle adiós a las locuras de Zoey Hart y compañía.

Hart of Dixie ha sido esa serie sencilla y sin pretensiones que siempre ha estado ahí, sin destacar, pero brindándonos siempre un happy placeal que acudir lleno de personajes tan adorables como excéntricos. Haciéndonos sentir parte de ese amor sureño y de la calidez de un pueblo tan cercano como peculiar que no sólo comparte con Gilmore Girls sus decorados (yo me emociono con el gacebo cada vez que sale).
Sin embargo nuestro amor por ella no ha sido suficiente y sus audiencias no han hecho otra cosa que empeorar. Y, aun no siendo los peores datos de la cadena pese a estar castigada los viernes, ha sido la que ha recibido el mazazo de la cancelación. Incluso ellos eran conscientes de lo difícil que estaba su futuro, y gracias a ello (o por su culpa) nos han regaladouna temporada bien centrada y con amor por doquier.
Hart of Dixie se ha despedido por todo lo alto con un final muy completo y en el que las cosas no podían haber acabado más perfectas. Todo el capítulo ha tenido un sentimiento de nostalgia en un sentido muy positivo. Brick (Tim Matheson) celebrando lo lejos que ha llegado Zoey y haciéndola por fin socia de la clínica ha comenzado la montaña rusa de emociones. La pequeña doctora ha recorrido un largo camino desde que llegó quejándose a Bluebell, y se ha convertido en una persona completamente diferente que está donde debe estar. Este sentimiento lo ha demostrado la visita de Zoey a la tumba de Harley Wilkes en un emotivo agradecimiento por haber encontrado el amor y un hogar, teniendo un Alabama’s Boy que razón tiene de temer, qué grande fue su ataque de pánico por si le salía como un Truitt, ¿quién no tendría miedo? 
Puede que el embarazo de Rachel Bilson en la vida real haya sido una suerte para la serie, que le ha dado al personaje un gran final para el arco completo que ha tenido desde que era una snob neoyorkina atrapada en el sur, que ahora es capaz hasta de desprenderse de sus zapatos para que vuelvan a New York con Rose.
También hemos tenido retrospectiva a los orígenes de la historia de Zoey y Wade, esa pareja que parecía un entretenimiento pasajero y que se acabó convirtiendo en LA pareja. Demostrando lo adecuados que son ahora  el uno para el otro y todo lo que ha cambiado Wade (Wilson Bethel) en estos años gracias a la "Doc". Eso sí, lo de no nombrar al bebé me ha dolido.
Nos hemos quitado todas las espinitas, principalmente la felicidad de AnnaBeth (Kaitlyn Black) que no puede merecérselo más, aunque haya sido de penalti. Y George (Scott Porter), que siempre ha tenido alma de gran ciudad y grandes planes (incluso más que Zoey) ha encontrado su vocación y un trabajo soñado, aunque lo que deberían darle es un premio a la santa paciencia por los clientes que tiene. Lemon (Jaime King) ha conseguido su sueño y a su alma gemela en Lavon (Cress Williams) y consigue relajarse y todo (su personaje también ha tenido una magnífica evolución), un romance de quiero y no puedo que en su primera aparición nos tuvo en vilo. E incluso Brick y Lemon han conseguido superar un poquito el doloroso abandono de la madre, y ganando en el camino una relación con una niña de lo más cuqui.
Los personajes nunca han estado más felices y lo demuestran. Aunque el arreglo de las tres parejas parezca sacado del final a caballo de pasión de gavilanes, lo cierto es que no ha podido funcionar mejor. Porque no ha resultado con calzador para nada, aunque sí apresurado, pero George tiene razón: él y AnnaBeth tienen mucha química, estuviera pensado o no. Y como no podía ser menos, por si las amistades entre ellos no fueran suficientemente geniales (Lemon y Wade juntos ha sido la mejor y más rara combinación de la serie), las rivalidades de Lemon y Zoey (por muy entretenidas que hayan sido siempre) quedan atrás con el bonito gesto de quererla de dama de honor, por parte de una, y de no querer robarle la atención, por la otra. Y a estas alturas nosotros ya estamos moqueando y con la diabetes por las nubes, pero las tramas de algodón de azúcar siempre han sido parte de su encanto. 
El final ha estado a la altura y, aunque podía parecer que sí, no nos ha dejado con ganas de nada; hemos tenido nueva proposal Y boda de Lemon y Lavon, boda y bebé de Zoey y Wade, declaración de amor de George y AnnaBeth y también Crickett tiene su parcelita de felicidad con Jaysene. Hasta nos cuentan que Tansy se muda a Bluebell (lo sentimos cari, pero no nos importa mucho). Incluso el detalle de quién reemplazará a la leyenda de George Tucker como abogado (muy emotiva también su despedida al pueblo en el capítulo anterior) ha sido maravilloso regalándonos a Autumn Reeser (¡Taylor!) de nuevo en pantalla con Rachel Bilson y recordándonos a una Zoey recién llegada a Alabama años atrás. ¡Gracias Josh Schwartz!
Todo el pueblo ha sido protagonista de este final con un número musical que nos ha convertido en desastres emocionales si es que no lo éramos ya antes. Demostrando como siempre lo han hecho que son más que un pueblo; son una familia, que siempre se ha desvivido por sus habitantes y se hanapoyado en cualquier situación, por absurda que fuera, que lo han sido. Eso sí, si ha habido una figura que hayamos echado de menos y más con todo el mundo cantando ha sido a la loca de Lilly Anne.

Alucinante la cantidad de buenas voces que nos ha descubierto Hart of Dixie a lo largo de la serie y que tenían por ahí escondidas. Aún recuerdo tener la boca abierta con la actuación de Magnolia; Shelby, Lemon, Tom, George, Crickett, ¡Meatball! El talento estaba por todas partes y nos han dejado disfrutarlo. Y es que la serie siempre ha tratado la música de una manera muy especial, y más cuando va ligada a su excentricidad. Este despliegue final del pueblo recuerda a la gran locura de proposalde Wanda (otra voz que alabar) a Tom.
Con su última temporada y este final Hart of Dixie ha homenajeado a toda la gran familia que es Bluebell y nos ha dicho adiós dejándonos con una sonrisa. Todos tienen su historia encaminada y bien atada, Leslie Gerstein no ha dejado ningún cabo suelto, lo que nos da poca esperanza de que éste no sea el final de Bluebell. Pero, pese a que la echaremos de menos, sin duda hay que reconocerle que no ha podido dedicarle un mejor final feliz a los fans.Y es que después de todo Hart of Dixie siempre ha conseguido hacernos un poquito más felices, y sólo nos queda darle las gracias por estas cuatro temporadas, e irnos a empezar el luto hasta que Rachel Bilson vuelva a la televisión.