¿Has sufrido alguna vez blefaritis?

Uno de los problemas más habituales que se pueden sufrir en los párpados es la blefaritis. Se trata de una inflamación que aparece en su  borde, que suele afectar a ambos ojos a la  vez y que es muy recurrente, con lo que su tratamiento no es fácil en la mayoría de las ocasiones. Las  personas predispuestas a tener rosácea y dermatitis atópica tienen muchas más posibilidades de sufrir blefaritis.

Los síntomas de la blefaritis son muy variados porque dependen de la causa que la origina pero lo que es habitual es una irritación del  borde del párpado, hinchazón, enrojecimiento y picor. En los casos extremos aparecen problemas con las pestañas que,  o bien se caen, o bien crecen hacia adentro.

La causa de la blefaritis puede ser alérgica, infecciosa, seborreica, irritativa o mixta, una mezcla de ellas. Esto implica, como decíamos antes, formas diferentes de este problema ocular. Así, por ejemplo, la blefaritis eccematosa es la que se asocia con dermatitis seborreica e implica que se formen pequeñas escamas blanquecinas en el borde del párpado, llegando a poder perder pestañas de forma temporal.

Por otra parte, si la causa es infecciosa, se produce una blefaritis folicular o ulcerosa que provoca que el  párpado presente una úlcera o llaga con costras, profunda y con supuración. Si la inflamación es muy aguda puede llevar a la pérdida definitiva de pestañas. Su tratamiento implica la aplicación de antibióticos locales combinados en muchas ocasiones con corticoides.

Para los afectados de blefaritis la higiene de los párpados se convierte en algo fundamental por lo que hay que evitar la aplicación de productos cosméticos en esa zona y lavarla con productos específicos para esta afección que se pueden adquirir en farmacias.