Revista En Femenino

Hasta el moño de la sororidad

Por Almapau @princesas_os

Sororidad.

No, no todo vale.
Y no vale dar la razón a cualquier mujer por el hecho de ser mujer, y no basándose en si la lleva.
Sororidad, esa palabra tan de ahora, tan de mujeres, mujeres libres, feministas, tan cool.

Alguien se preguntará a estas alturas que es la sororidad, es el hermanamiento femenino, una forma de solidarizarse entre mujeres, pero va mas allá, comprende pensamientos y actos tanto éticos como políticos destinados a unirse y luchar contra el patriarcado que nos discrimina.

Esa sororidad se ha difuminado y convertido en otra cosa, en un todo vale.

Y creo que ahí nos equivocamos, porque por sororidad no puedo admitir y asentir sin más ante cualquier pensamiento por ser femenino.
Ejemplos:
No votaré a un político simplemente por su sexo, dejando al margen sus ideales o ética. No, la sororidad aquí no es factible.
No eliminaré mi condena ante algo delictivo por ser mujer la autora de los hechos. No?
No voy a callar cuando escuche afirmaciones sobre maternidad que me pongan los pelos de punta. Basándome en el hermanamiento entre las mujeres.

Ya no se trata de si tal o cual ha hecho ciertas declaraciones sobre SU maternidad, parece que cuando a temas maternales se refiere no se puede opinar.
Cuando se dan lecciones públicas se corre el riesgo de que te las devuelvan. Y es que todos tenemos opinión.
Y que en esto de la opinología hay de todo, porque no es lo mismo que yo vaya a tu casa a decirte como debes vivir, que ante un comentario tuyo(Publicado en medios además) yo explique mi punto de vista, mío.

Antelas declaraciones de Samantha (De quien si no? )Escribí esto :

Lo lamento Samanta pero la maternidad que has dibujado con tus palabras no es la mía
La dureza, es fumar porros 21 días.
Una dificultad extrema es vivir en la calle 21 días, inconvenientes insoportables surgen cuando estás 21 días sin comer.
Un sacrificio estratosférico llega cuando trabajas durante 21 días en una mina.
Nadie te cuenta lo que es en realidad la maternidad, tomas una decisión engañada, dices.
Espero que tus hijos jamás deban leer tus palabras, o entiendan que son fruto del cansancio.

Lo lamento Samanta, tal vez no sabías que este programa no terminaría en 21 días.
Sólo te puedo decir que tras mis 2400 días, no hay una sola noche en la que no sonría al mirarlos dormir, tras el cansancio, tras algún berrinche, alguna pelea, mil juguetes en medio, la montaña de ropa, las piernas sin depilar, los trabajos pendientes, y no piense: Qué grande es esto!!!!
Y se, que nada en el mundo podría convencerme de volver atrás y cambiar mi vida.
Yo ya existía antes de mis hijos, pero jamás soñé que ellos dieran sentido a toda mi existencia.

Mi opinión. Sin más.
He recibido muchos comentarios, la gran mayoría aportando, porque aunque no todos estamos de acuerdo, se puede opinar y dar el punto de vista de cada cual. Es sano y necesario.
Obvio que no vivimos en los zapatos de esta señora pero tampoco a la inversa, y escribir sobre verdades absolutas desde su rincón del mundo es algo altivo, dennos el placer al menos de poder contar las nuestras.
Como decía he recibido muchos comentarios, leídos otros en redes, y algunos me irritan esos que apelan a la sororidad, al compadreo feminista, a que las mujeres debemos defendernos y apoyarnos pese a todo, y no.
No señoras.
Y ojo, que parece que ha descubierto la pólvora y se incendian los medios hablando de la poca comprensión entre mujeres, cuando no hay día en el que no hablemos o escuchemos el cansancio de la maternidad, la falta de sueño, la inexistente conciliación, la falta de ayuda...
Vamos que lo de la idealización es un decir.
Aún así, aún sin ser la primera (Ni la última) en contar las zonas oscuras de la maternidad, iniciar un diálogo argumentando en contra de sus palabras me parece necesario, y poco saludable silenciar las opiniones contrarias.
Y solamente por el hecho de que por ser mujer todo vale.

Yo no quiero esa sororidad, porque jamás me podré poner del lado de quien por ejemplo dice alto y claro que sus hijos suponen un peso y que de haberlo sabido no existirían (Ojo acabo de inventármelo, no es sacado de contexto porque no pongo autor)
Yo me pongo del lado del hijo, y de lo duro que es crecer sabiendo eso.
Otra cosa es que pueda admitirlo, respetarlo, pero no aplaudiré.
No puedo tener sororidad con quien maltrata a sus hijos, con quien pega, mata, abandona...
No puedo y además no me da la real gana. Y aquí si que no lo admito ni respeto.
No es la primera vez que se inicia este debate.
Sororidad. Con la mujer que abandona a un bebe provocándole la muerte?
Amparándola en sus vivencias y tristezas como mujer?
Sororidad, con quien maltrata, porque antes le maltrato la vida?
Sororidad con quien opina distinto a ti, y ojo, sororidad que no respeto, y aquí es donde se haya la diferencia.

Cada uno puede opinar lo que quiera, y hemos de respetar todas las opiniones
(En serio? Nada a aplaudir a quienes abogan por pegar a las mujeres, bofetada a tiempo, la letra con sangre entra, maltrato animal... ah! Qué estas opiniones no hay que respetarlas? Vaya, vaya...)

Pues eso respeto, y desde el respeto una confrontación de opiniones no significa tener que bailarle el agua a nadie por tener vagina.
Porque no todo vale.
Y confundir respeto con sororidad es muy peligroso.
Y basar el respeto en la tenencia de vagina también.

Y hablando de vaginas, estoy hasta el coño, de esa sororidad mal entendida.
No dejéis que nadie os acalle apelando al deber como mujeres de apoyarnos.
Somos mucho más que mujeres, somos personas.
Tenemos libertad.
Y eso, no es debatible ni cuestionable.


Volver a la Portada de Logo Paperblog