Revista Cultura y Ocio

Hasta que llegaste, Kristan Higgins

Publicado el 25 septiembre 2013 por Olgasalar
Hasta que llegaste, Kristan HigginsPosey Osterhagen tiene mucho que agradecerle a la vida. Es la propietaria de una exitosa empresa de rehabilitación de edificios, su familia la arropa y tiene un novio, o una especie de novio. Aun así, le parece que le falta algo. Algo como Liam Murphy, un tipo alto y peligrosamente atractivo.
Cuando Posey tenía dieciséis años, ese chico malo de Bellsford le rompió el corazón. Ahora que ha vuelto, su corazón traidor está de nuevo en peligro. Lo que tendría que hacer ella es darle calabazas pero, en cambio, el destino parece tenerle reservado algo distinto.

Posey tiene una vida agradable, rodeada de las personas a las que quiere, un buen trabajo, a sus gatos y a su perro. Todo parece perfecto, a excepción del ligue con el que se ve a menudo y que no termina de avanzar a algo más serio. Pero entonces reaparece en su vida Liam, el chico por el que estaba colgada cuando era una adolescente, igual de atractivo que siempre, viudo y con una hija... Y es que ya sabemos lo que dicen, dónde hubo fuego cenizas quedan. Hasta que llegaste, Kristan HigginsHasta que llegaste es una novela divertidísima y entretenida, y la principal razón por la que consigue engancharnos es por sus personajes, desde la pareja protagonista, hasta los padres obsesivos, el hermano gay y su marido, la prima perfecta, cada uno de ellos nos atrapa y nos conmina a seguir leyendo hasta el final. Posey no es una protagonista al uso. Es una chica bastante anodina físicamente y con un gusto por la ropa de franela, típicamente masculina. Además no vive en ningún ático en medio de una gran ciudad sino en una vieja iglesia con campana incluida. Su trabajo tampoco es glamuroso, aunque sí interesante. Aunque interesante es un término que debería resguardar para su familia. Sus padres son geniales en su histrionismo. Son dos alemanes que regentan un restaurante típico de su país, altos, rubios... y exageradamente protectores con su hija, a la que adoptaron cuando era un bebé. Tienen otro hijo adoptado, un médico vietnamita que vive en su mundo de amputaciones (¡¡¡os lo juro!!! Es en lo único que piensa) y operaciones. Henry está casado con uno de mis personajes favoritos, Jon, un profesor de economía doméstica que sabe hacer casi cualquier cosa. Es un gran apoyo para Posey, es divertido, sarcástico... 
"-Esto no tiene muy buena pinta -dijo-. Ahora mismo podría estar en mi casa, viendo Historias de San Valentín y fantaseando con Taylor Lautner. -Tenía que tener unos cincuenta años, era rellenita y llevaba una blusa escotada que la hacía parecer una salchicha embutida-. Lo sé, lo sé -continuó la mujer, sin mirarlas ni a ella ni a Kate-. Todavía es un crío. Pero no entiendo a Bella, ¿verdad? Le hubiera dado de golpes"
Hasta que llegaste, Kristan HigginsSolo hay algo de Posey con lo que (casi) toda mujer sueña, y es con vengarse del hombre que le partió el corazón, y que ¡Oh! casualidades de la vida, es el típico chico malo que a todas nos gusta.Y ese es Liam, el mecánico al que su madre quiere emparejar con su sobrina. Y es Liam es un imán para las mujeres, por eso se sorprende cuando se da cuenta de que Cordelia (Posey para los demás) aparte de por sus sonrojos, parece no estar interesada.
Un punto que me ha llamado la atención, y que he puesto en la cita, es la alusión a cine, música y literatura que hay en la novela, desde la alusión a Crepúsculo, pasando por la original forma de jurar de Posey o el hecho de que su nombre se relacione con una conocida obra de teatro. Resumiendo, Hasta que llegaste, es una novela divertida con escenas que os harán reír y otras suspirar. Con personajes inteligentes que os mantendrán pegados para saber en qué terminan sus historias.


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