¿Hay que tener cuidado con las doulas?

Una doula es una mujer que acompaña a otras mujeres durante el embarazo, durante el parto y durante los primeros meses de vida del bebé. Su principal función es proporcionar apoyo físico y emocional a las futuras mamás orientándolas en el camino de la maternidad. No son personas licenciadas aunque realizan un trabajo profesional y en teoría son expertas en todo lo que rodea al embarazo, parto y lactancia. En países como Estados Unidos o Reino Unido desarrollan su función desde hace casi tres décadas, en España poco a poco se ha ido incrementando su número y cada vez son más habituales.

Bien, hoy hemos conocido a través de los medios de comunicación que el Consejo General de Enfermería ha presentado una investigación sobre las doulas, indicando que ponen en grave riesgo la salud de las madres y de sus bebés. Se argumenta que incitan a prácticas de tipo sectario como el canibalismo al intentar que las madres se coman su placenta tras el parto, es lo que se denomina placentofagia, acto frecuente entre los mamíferos, aunque no en los humanos, de esto ya os hablábamos aquí. Ante esta denuncia y las acusaciones vertidas que podréis conocer a continuación, ¿hay que tener cuidado con las doulas?
La investigación se inició hace tres años a raíz de una madre que denunció a la doula que la acompañaba, las investigaciones posteriores han descubierto que en nuestro país actúan 547 doulas a las que el Consejo General de Enfermería denomina falsas matronas. Se denuncia que han atendido partos en el hogar y que en varias ocasiones se erigen como intermediarias entre las futuras mamás y el personal sanitario que sigue el embarazo, dificultando la labor de estos últimos.

También se advierte que las mujeres que ejercen de doulas son periodistas, monitoras de baile o de esquí, ingenieras industriales, etc. La verdad es que no tiene mucho sentido este apunte, ya que posiblemente se podrían compatibilizar actividades. El consejo general explica que para ser una doula, o mejor dicho, para poder acceder a los cursillos de doula, los únicos requisitos exigidos son ser mujer, haber dado a luz y pagar los más de 2.000 euros en dinero negro que cuesta el cursillo a formadores que no cuentan con ninguna cualificación profesional.

La opción coherente según el Consejo General de Enfermería son las matronas, personas que han cursado un grado universitario de cuatro años y dos de residencia, son personas cualificadas. Dado que las doulas en nuestro país pueden llegar a cobrar hasta 1.200 euros sin tributar por ser una actividad no regulada, casi se puede asegurar que las mujeres que ejercen de doulas van a ser perseguidas por fraude fiscal, realmente parece que lo único que importa y ha provocado este revuelo es el dinero negro. Decimos esto porque las doulas en otros países tienen su actividad regulada, están bien consideradas y son respetadas, algo que quieren las doulas españolas, pero hasta la fecha no ha sido posible.

El presidente de la organización que representa a los enfermeros culpa al Ministerio de Sanidad por permitir este tipo de prácticas que considera ilegales. El año pasado se solicitó que se retirara la referencia a la doulas incluida en la Estrategia por el Parto Natural del Ministerio de Sanidad, pero el Ministerio argumentó que hasta que no se revisara la estrategia en su totalidad no se modificaría nada. Se considera que las doulas españolas están realizando intrusismo en competencias para las que no se han formado. Parece evidente que seguiremos hablando de este caso, veremos hasta donde llegan los enfermeros y qué hacen las doulas para defenderse.

Podéis conocer más detalles de la noticia a través de este artículo publicado en El Economísta.

Foto | Greendoula

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