Fotograma de “Cinq minutes de cinema pur”
Pocas veces el mundo del arte ha habido una ebullición creativa mayor que la que se dio con las vanguardias de los años veinte. El cine en concreto, que se encontraba en sus primeros pasos de vida como producto comercial, se incluyó también en las nuevas innovaciones que los artistas de la época propusieron.
La vanguardia comenzaría entonces a luchar por el cine como reivindicación de arte, lejos del cine comercial que se empezaba a gestar en el mundo hollywoodiense. Es aquí donde entra el término Cine Puro, un movimiento que buscaba la atracción a través de los elementos visuales, y no de las historias.
El término fue adoptado por el francés Henri Chomette para quien el cine no debía de estar limitado a una forma representativa, sino basarse en la creación de un ritmo que permita olvidar hechos y objetos para ser capaz de crear nuevas visiones, un Cine Puro llamado así porque resulta ajeno a cualquier otro elemento narrativo de la dramática.
Henri Chomette llevaría a cabo sus teorías en dos cortos donde deja clara la importancia que el director francés da la forma y al ritmo; “Reflets de Lumiere et de vitesse” y “Cinq minutes de cinema pur”.
“Cinq minutes de cinema pur” es una película muda de, efectivamente, cinco minutos de duración. Henri Chomette comienza mostrando piezas de cristal de diferentes formas geométricas, cubos y cilindros que se superponen, luego forman elementos más grandes y composiciones más complicadas, hasta dejar de ser piezas estáticas y acabar en movimiento, girando sobre sí mismas.
Entonces estas imágenes luminosas en un espacio cerrado cambian por las de un bosque de cielo claro y ramas oscuras que aparece repentinamente en los últimos minutos del trabajo de Henri Chomette, sucediéndose unas imágenes a otras hasta acabar en una laguna que se pierden en las letras ‘FIN’.
No hay un argumento, ningún elemento narrativo ni historia o personaje en el film de Chomette, sólo formas. Unos objetos de vidrio y, finalmente, otros naturales que captan la atención del espectador por las formas y los movimientos que producen. Se trata de la búsqueda del atractivo visual mediante la composición y el movimiento.
“Cinq minutes de cinema pur” y el resto de películas del cine puro fueron exhibidas en cafés, casas de arte y, en definitiva, destinos de un circuito alternativo a las grandes en ese París de los años veinte.
Otro de los artistas que seguirían los pasos de Henri Chomette Germaine Dulac con obras como “The Seashell and the Clergyman” o “Cinegraphic Study o fan Arabesque”. Otros de los artistas que se incluyeron en este tipo de cine serían René Clair, Dudley Murphy o Marcel Duchamp, recordando así la corta distancia que hay entre el cine puro y otras vanguardias como el dadá.
Cinq minutes de cinema pur
Henri Chomette
1926, Francia
Henri Chomette
Dafne Calvo
Por afecto o por defecto, pero me encanta el periodismo. Sueño con un mundo dibujado sobre viñetas, donde esté prohibido comer palomitas en el cine.
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