La gloria se alcanza pronto con Herman Düne, aunque en realidad el esplendor poco tiene que ver con lo que busca esta banda de hermanos. Es tanta la clarividencia musical del dúo francés que consiguen producir empatía con cualquiera de sus canciones, en tan sólo un instante. Sus melodías están hechas con humildad, y nacen con la intención de hacerte sentir bien. Por eso pasa que se prende una cerilla con Tell me something I don’t know y, como siempre ha pasado con los discos de Herman Düne, en seguida podemos aspirar grandes bocanadas de aire plateados y sueños incandescentes.
Strange Moosic, el enésimo disco de los únicos hippies de los que deberías fiarte proclama una especie de extrañeza, pero más allá de los simpáticos bichos que adornan la portada y el libreto, todo lo que encontrarás aquí es simple y directo: acústicas y percusiones de toda la vida, y voces que hierven de sentimiento, invitándote a sentir lo que llevas dentro del pecho, a volver joven la noche, viajar de una a otra ciudad y acercarse a los riscos lejanos. (Go Mag)
“Be a doll and take my heart…”
Herman Düne – Strange Moosic (2011)
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