Revista En Femenino

Herramientas para la autorregulación en niños

Por Mimamadice

Como seres sociales que somos, las experiencias, la convivencia y las vivencias en familia aportan aprendizajes invaluables, que ayudan a formar nuestro carácter, la autoestima y la manera en la que nos relacionamos con los demás, por ello, resulta importante implementar herramientas para la autorregulación en niños y, ¿por qué no? También para nosotros como padres.

Todos nos hemos enojado en alguna ocasión, justo ese momento en que sentimos que “se nos calienta la cabeza” … (es un poco cierta esta metáfora)

Sucede que, al enojarnos, nuestra corteza prefrontal deja de ser tan operativa como suele serlo, despertando nuestra parte primitiva, disminuyendo la empatía y el filtro de las emociones, dando paso para hacer o decir cosas de las que después nos podemos sentir apenados.

Afortunadamente existen alternativas para descubrirnos en un momento así y sobre todo mostrar a nuestros hijos a manejarlo de la mejor manera.

No quiere decir que impidan su enojo, si no que aprendan a manejarlo a través de la autorregulación, aprendiendo a manejar la frustración en los momentos difíciles en los que las cosas no suceden como esperamos que sea.

¿Qué es la autorregulación?

La autorregulación es la capacidad que nos ayuda a gestionar nuestras emociones ante determinadas situaciones. Va ligado al autocontrol.

El autocontrol son esas acciones que realizamos y que nos permiten manejar nuestro comportamiento.

La adecuada regulación emocional nos permite tener bienestar, debido a que logramos entender el cómo y por qué nos sentimos de determinada manera ante ciertas situaciones y cómo podemos responder ante estas.

3 herramientas para la autorregulación en niños

Las herramientas nos permitirán expresar y gestionar lo que sentimos de forma adaptativa.

1. Hablemos de emociones

Es importante ponerles nombre a las emociones, de manera que los niños comiencen a identificarlas, integrarlas y entenderlas como parte de sus experiencias diarias.

Conforme vamos nombrando emociones y relacionando situaciones, facilitamos la expresión de estas de modo que se organiza la información que se va desarrollando en su interior.

Los recursos para ir presentando un repertorio variado son muchísimos, seguramente tienes más de uno en casa: cuentos, juegos, películas, tarjetas de colores y videos…

  • Utilizaremos emociones de felicidad, alegría, sorpresa, también de enfado, aburrimiento y desagrado. No nos limitemos a solo un lado de la balanza, ya que prevalecemos la etiqueta de que las emociones son buenas o malas y no, las emociones son parte de nuestra vida diaria.
  • Con los más pequeños o con aquellos que tienen poco lenguaje, podemos utilizar colores como referencia a los estados de ánimo, señalando un color para cuando se sienta de determinada manera.

Juegos que ayudan a identificar las emociones.

  • memoria de emociones, incrementa la experiencia hablando sobre la emoción cuando sacan un par.
  • antifaces, máscaras, o emojis que expresan emociones. dibujen, corten e inventen caras que reflejen estados de ánimo, hablen sobre ellos y las situaciones en las que se pueden sentir

=Lectura recomendada: desarrollar la empatía y la resiliencia en niños =

2. Tengamos un espacio para tranquilizarnos

Cuando nos damos oportunidad de sentir las emociones, no buscamos evitar el enojo o la frustración.

A veces como papas nos anticipamos a situaciones que sabemos pueden generar conductas poco deseables, pero hacerlo, limita la oportunidad de crecimiento y manejo adaptativo a estas.

En casa y con su familia los niños aprenderán a gestionar sus emociones. Es recomendable, crear espacios donde se puedan generar momentos de tranquilidad.

La habitación de los niños suele ser su refugio, busquemos que tenga adecuada iluminación, ventilación, colores que inviten al descanso, tranquilidad y relajación como: azul claro, verde menta, gris suave, lila cálido. Invitar a los niños a que seleccionen y decoren este espacio les ayuda a sentirlo suyo para descansar y calmarse.

Dentro de la decoración es buena idea colocar cuadros decorativos para habitación infantil que complemente la sensación de confort y espacio tranquilizador,  integramos además con un rincón de la calma.

 Esta herramienta (el rincón de la calma) fomenta el aprendizaje para la autorregulación emocional, a través del ejemplo y el acompañamiento.

Dependiendo de las necesidades específicas de nuestro hijo podremos incluir unas u otras cosas, considera que este espacio es para relajación, por tanto, los estímulos deben inducir a ello.

¿Qué puedo poner en mi rincón de la calma?

No saturaremos este espacio con todas las ideas que puedan venir a nuestra mente, es mejor modificar los materiales cada determinado tiempo, para que continúe siendo funcional.

Habitualmente, el rincón de la calma tiene un cojín o almohada que se puede abrazar, una frazada, objetos que incitan a la relajación como botellas de la calma, reloj de arena o lámparas de lava, objetos sonoros como un palo de lluvia, cosas que se pueden estrujar como pelotas anti estrés,  papeles para rasgar y mándalas para colorear.

No es recomendable tener ahí un dispositivo electrónico con el que “se distraiga” con ello nos perdemos del objetivo que es contactar con las emociones para favorecer la autorregulación.

=Tablero de pinterest dónde encontrarás ideas para tu rincón de la calma=

 =Lectura recomendada: Por qué es importante que los niños tengan un desarrollo emocional sano=

3. Seamos ejemplo

Los padres somos el referente principal de cómo solucionar las situaciones desfavorecedoras.

Los adultos les mostramos continuamente la manera en que reaccionamos, nuestros estados emocionales, si gritamos, pataleamos, evadimos responsabilidad, los niños muy probablemente comiencen a presentar estas conductas.

Por ello resulta necesario comenzar a integrar habilidades de inteligencia emocional, con las que podremos participar en familia y hacerlas parte de nuestra rutina.

Comenzaremos por reconocer las emociones, conversarlas, escucharnos sin invalidar para así poder sentirnos en confianza de expresar, pero, sobre todo de sentir.

=Lectura recomendada: Como fortalecer la salud emocional en nuestra vida=

A través de la comunicación asertiva podremos entender cuando la persona quiere expresar o bien si está en un momento en el que prefiere calmarse y permanecer callado.

Todas las opiniones son válidas, respetadas y escuchadas, de manera que en equipo podremos resolver lo que sea mejor ante determinada situación.

En este sentido, vamos desarrollando la empatía, al poder entablar una conversación en la que nos podamos expresar libremente hablando sobre nuestros sentimientos: me siento molesta por, o me hace feliz que…

Al hacernos responsables de nuestras conductas aprendemos a pensar y actuar en consecuencia, los niños comienzan también a hacerlo y por tanto fortalecemos nuestra relación al también aceptar cuando nos hemos equivocado.

Somos humanos y estamos aprendiendo a ser padres. Es totalmente valido que suceda, pero es también necesario aprender a manejarlo con el objeto claro que todos tenemos como padres: formar adultos funcionales.

Al comenzar a hablar sobre emociones, validarlas y reconocer que no hay buenas ni malas, nos damos la oportunidad de integrar herramientas que nos permitan esperar, postergar, perseverar e incluso de pedir ayuda.

Para los niños estas habilidades les permiten sentirse más seguros, regular su conducta y reacciones entendiendo qué es lo que está sucediendo y sobre todo al encontrar soluciones cuando identifican sus necesidades.

Espero que esta información te sea de utilidad

Gracias por tu lectura,

Herramientas para la autorregulación en niños


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