Hervir un oso (o la genialidad hecha comic)

Me van a permitir ustedes que haga hoy un paréntesis en esto del cine y me atreva a hacerles una recomendación.
Entre la avalancha de novedades de cómic que han inundado las estanterias de nuestras librerías especializadas en los últimos días, con motivo del Saló del Cómic, hay una que destaca entre todas ellas y que trístemente pasará desapercibida para la gran mayoría, cuando no debería ser así.
Se trata del tomo de humor-apocalíptico-postmoderno (por catalogarlo de alguna manera) "Hervir un oso".
Tras esta IMPRESCINDIBLE y devastadora obra se encuentran dos desconocidos (para mi) de nombre Jonathan Millán y Miguel Noguera (visionarios de lo que está por venir) que, desde hoy, ya ocupan un lugar privilegiado en mi lista de devoción particular.
No les exagero si les digo que en tres días lo he leído unas quince veces (como mínimo) y en cada lectura saco algo nuevo, algún nuevo matiz que me hace desear volver a leerlo.
Imagínense que se juntan DeLillo, Ballard, Paco Alcazar, Jordi Costa, Miguel Brieva y David Lynch y se mezclan con el surrealismo más subversivo y la ironía más ácida para contarnos historias de niños suicidas, árboles de los muertos, viajes en el tiempo, psicólogos zombies, sectas del submundo, ciegos crueles, alienígenas, series de televisión, cine, secretos paranoicos...
Todo eso y mucho más es lo que encierra este comic en sus páginas.
Los autores son capaces de condenar en una sóla página, en una única viñeta lo que otros compañeros de profesión necesitarían desarrollar en decenas de ellas. Tienen tanto talento, que parece que les sobrara y sueltan ideas brillantes en cada línea que escriben, como si fuesen gratis y no les costara ningún esfuerzo hacerlo.
Si sólo pueden comprarse un comic este mes, no lo duden, no se dejen cegar por los músculos que hay tras las mallas apretadas de su héroe favorito, o por cerdos aristrocráticos con espada. No. Compren "Hervir un oso" y desslúmbrense, que tan sólo por la imágen del Padre Karras mirando fíjamente el futuro a través de los ojos de un perro, ya merece la pena echarle un ojo (Y si les sobra dinero, "Duelo de caracoles", que es otra joya).