Revista Ciclismo

Hidratación, consecuencias de una mala administración de agua y mantener un buen equilibrio de los electrólitos

Por Rafael @merkabici

Uno de los elementos más importantes, al momento de realizar cualquier práctica deportiva, es lo relacionado con el agua y los electrolitos, ya que si bien una persona puede permanecer durante largos días sin algún tipo de alimento, el cuerpo difícilmente soportará un gran estrés sin la debida hidratación. Y es que, como ya muchos sabrán, nuestro cuerpo está compuesto en un 75% por agua y su uso es esencial en diversos procesos metabólicos (sin dejar de lago que es el elemento que te ayudará regular la temperatura en tu cuerpo al momento de realizar cualquier tipo de actividad física).

Sin embargo el efecto del agua puede ser un tanto distinto para el ciclista en comparación con cualquier otro individuo que no se dedique a esta práctica deportiva, y esto último se debe a que varios pedalistas pueden pasar horas y horas tragando kilómetros (con relativa facilidad) sin siquiera beber una gran cantidad de vital líquido (incluso en temporada invernal es más frecuenta la falta de hidratación ante las bajas temperaturas).

Ahora bien, de igual forma es realmente importante lo relacionado con la hidratación, una palabra que va más allá de los calambres (un tema complejo y bastante recurrente entre ciclista que además se encuentra relacionado con otros factores). Y vinculado a lo anterior, encontrarás que el agua no circula por donde ella quisiera transitar a través de tu organismo, ya que tanto las sales minerales como electrólitos (quienes se encargan de generar equilibrio y crear barreras en diversos espacios al interior) hacen que el agua se reparte en diversas secciones.

Así, un 40% del agua se debe de concentra al interior de las células (siendo esta sección una de las más importantes); mientras que el 15% se buscará alojar en el espacio que queda entre cada célula; y hasta un 5% se transforma para ser parte del plasma sanguíneo. De tal modo que relación al grado muscular, cerca del 70% de la masa está conformado por agua que se reparte al interior de las células corporales (cerca de 2/3 partes), mientras que al exterior se reparte entre 1/3 de la parte.

Con lo cual al mantener siempre los mismos valores en electrolitos estarías asegurando el buen desempeño muscular para así evitar los tan temidos calambres y contracciones involuntarias. Finalmente, algunos minerales que se verán involucrados en el buen equilibrio muscular son: El Potasio (encargado de funciones musculares, además de ayudar con almacenamiento glucogénico y el equilibrio de hidratación), Sodio (quien brindará equilibrio hídrico además de ayudar en la activación de las enzimas), Calcio (que ayudara en la activación tanto de nervios como de músculos, y también se vincula a la contracción muscular), Magnesio (da soporte para la activación de enzimas, ayudando al metabolismo tanto de proteínas como en la función muscular) y el Fosforo (que deberá de proporcionar soporte para la formación de ATP).

De tal forma, el Potasio es uno de los principales minerales que se pueden hallar con mayor cantidad al interior de las células, en cuanto al Sodio es más común que se encuentre al exterior. Con lo cual (sólo como ejemplo) si la concentración del sodio en el torrente sanguíneo se sitúa alrededor de los 135 y hasta los 145 mEq/l, con estos niveles se crea un muro de contención el cual hace que el agua se guíe por circuitos en dónde debe de realizarse; para de esta forma, si los valores sódicos comienzan a bajar hasta el límite se puede presentar la hiponatremia (o sólo para aclarar bajo nivel de sodio en la sangre), lo cual puede llegar a generar ciertos síntomas como son vómitos, calambres musculares y algunos malestares más que podría derivar hasta en un edema cerebral que puede generar un coma y hasta la muerte.

Sin embargo este caso de deshidratación se puede ver provocado por un exceso de hidratación por la sola ingesta de agua; y es que al tener un excesivo consumo de agua se provoca que la concentración de sodio se diluya en el torrente sanguíneo (aunque puede parecer que la concentración sódica sea la habitual), provocando que el líquido se diluya por dónde quiera a través de tu organismo.

Al final el muro que contiene al agua se quiebra, y el líquido corre por las celular generando grandes daños a su paso; y si esto te preocupa, una forma en que puedes identificar si es que pierdes demasiado sodio es mediante el análisis que dejas en las correas de los cascos y en tu culote (junto a unas marcas que se producen en cejas), ya que si estas son blancas es evidencia de que sufres de este inconveniente.

Por lo cual que mantener el nivel de electrolitos en un grado estable es de suma importancia al realizar cualquier práctica deportiva, ya que de lo contrario podrías encontrarte en ciertos estados de crisis derivados de la deshidratación (estados como Hipertónica –en dónde el agua sale directamente de las células al exterior por el exceso de sudoración y la falta de ingesta de agua- o Hipotónica –también conocido como hiponatremia y de lo que ya hemos hecho referencia anteriormente-).

Mientras tanto otro aspecto en consideración con la hidratación es lo relacionado con el género, y es que el hombre debe de cuidar más este aspecto ya que puede sudar con mayor facilidad y en grandes cantidades en comparación con la mujer (recordando que la mujer puede presentar un mayor y mejor ahorro de hidratación, ya que sus tejido pueden contener de mejor forma el agua debido a que su porcentaje graso es mayor; sin mencionar que sus hormonas y estrógenos crean un aumento en el volumen sanguíneo al realizar ejercicio, por lo cual tienen una respuesta hídrica mejorada con relación al hombre).

Aspectos importantes con una sudoración regulada

En cuanto a otro tema en consideración con la hidratación es lo que se refiere a la sudoración ya que al ir pedaleando tu cuerpo genera energía, de la cual cerca de 75% es calórica mientras que el otro 25% es mecánica. Y toda esta energía produce calor la cual busca la forma de salir de organismo, y la forma de hacerlo es a través de la piel para ser eliminada; pero si además a lo anterior se le suman otros factores se puede incrementar la temperatura y se puede provocar una mayor sudoración.

De esta forma, notarás que el sudor es uno de los mecanismos más importantes que tiene nuestro organismo para eliminar el calor al interior (incluso es de mayor relevancia al momento que la temperatura al exterior es mucho más alta que al interior del cuerpo); por lo que, la sudoración depende de ciertos factores como son:

La duración e intensidad de una prueba o ejercicio (a mayor producción de calor se refleja en una mayor sudoración); La temperatura ambiente se relaciona con la humedad y la velocidad del aire (teniendo en consideración que con más humedad se genera un incremento en la producción de calor pero con una deficiente evaporación del sudor –esto último debido a que hay una reducción en el enfriamiento de la piel-); La aclimatación al calor (recuerda que si no tiene una buena aclimatación puedes sudar más y tienes una mayor pérdida de sales –ten en cuenta que una mejor aclimatación te ayudará a tener una mejor absorción tanto de sodio como cloro-); La superficie corporal (que involucra que pedalistas de mayor talla presentan una mayor facilidad para eliminar el calor); y El nivel de entrenamiento (si eres pedalista habitual podrás producir más sudor con mejoras en la termorregulación).

Riesgos producidos por deshidratación

Por último, dentro de los riesgos que puede sufrir nuestro organismos por deshidratación involucran tus pulsaciones cardiacas (incluso las puedes notar en tu pulsómetro); ya que si no responden como deberían tanto agua como sales, la sangre se notará más viscosa debido a que se comienza a generar la perdida de agua en el plasma, lo que al final se traduce en un incremento en tus frecuencias cardíacas. Y debido al espacio que se produce con la sangre, el corazón comenzará a realizar más número de contracciones para así intentar mantener el mismo ritmo cardíaco y general el mismo fluido sanguíneo.

Con lo cual a cada litro de aguas que vas eliminando se incrementa tu ritmo cardíaco hasta en 8 pulsaciones con relación al promedio; y si bien en tu pulsómetro esto no genera un cambio tan repentino en el ritmo cardiaco, si será mucho más evidente en relación a tu rendimiento y la potencia desarrollada (aún y cuando has mantenido la misma frecuencia de pedaleo que cuando iniciaste).

Por último, otra de las consecuencias por la deshidratación que se puede percibir son los calambres; y es que ante la pérdida de agua se produce una alteración estructural en los músculos, lo que provoca contracciones involuntarias (las cuales conocemos mejor como calambres).

Pero lo anterior palidece contra trastornos más severos que comienzan con el cese de la sensación de sed (esto con el 1% de perdida corporal); para transitar a tener la sensación de tanta sed que puede provocar falta de coordinación y ligera confusión mental; así para posteriormente llegar a un bajón en tu rendimiento, comenzando con las contractura y la aparición de calambres con riesgo de desvanecerte.

Así, al 5% de pérdida de peso corporal se genera un gran riesgo de lesión cefalea –esto último incrementado por aumento de la temperatura corporal hasta 39°C-; finalmente llega el riesgo por un golpe de calor y posible peligro de muerte; y cuando llega al 15% de pérdida de peso corporal se produce la muerte inevitable por múltiples fallos en el organismo.

En fin, en un segundo artículo te comentaremos sobre la ingesta adecuada de líquido ante la práctica para ciclismo.

Recuerda que lo aquí expresado tiene como fuente de información Chema Arguedas y su sitio web Planifica tus Pedaladas.

Imágenes de weheartit.com


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