Revista Cine

HIJOS DE LA MENTE, de Orson Scott Card.

Por Palabrasdeunhombredisperso
HIJOS DE LA MENTE, de Orson Scott Card.La saga de Ender, iniciada con el título más famoso de Orson Scott Card (El juego de Ender), casi termina en su cuarto volumen: Hijos de la mente (1996), una novela compleja y profunda como ya va siendo habitual desde La voz de los muertos. Posterior al tercer volumen, Ender el xenocida, y precede en el tiempo (que no en el orden interno de la serie) al que, de momento es el último volumen de la saga, La sombra de Ender.  
En realidad, Ender el xenocida e Hijos de la mente son un mismo libro dividido en dos por cuestiones puramente editoriales. Entre los dos suman más de mil páginas, y eso imagino que asusta a más de un posible comprador. Así que la trama iniciada en el tercer volumen, se desarrolla en el cuarto y nos deja allí, al borde de un precipicio argumental que nos deja en ascuas. Y esto creo que no es necesariamente positivo.
Hijos de la mente sigue con el conflicto de su predecesora, aunque la trama se desarrolla por otros caminos. Así, tras haber encontrado una cura al virus de la descolada, y haber descubierto la forma de viajar por el espacio más rápido que la luz, Ender y sus aliados siguen enfrentados al problema de la flota enviada por el Consejo Estelar para destruir Lusitania, la colonia en la que conviven las tres especies inteligentes: pequeninos, humanos e insectores. Además, Jane, la inteligencia artificial que vive en la red de ansibles, está a punto de ser destruida por las acciones del Consejo para limpiar la red de comunicaciones por ansible.

A destacar sin duda el tratamiento de los personajes, faceta en la que Scott Card se erige como un verdadero maestro. La psicología de los protagonistas está bien dibujada, es creíble y nos hacer sentir identificados. Sin embargo, esto no es algo que nos deba sorprender en las novelas de Card, sino que debemos de darlo por hecho. Por otro lado, la trama argumental se me antoja compleja y, en ocasiones, confusa debido a los giros argumentales, al tiempo que dedica en cuestiones filosóficas y personales de los personajes, a tramas secundarias,... Llega un momento que el lector debe de centrarse en un hilo argumental y olvidarse de ramificaciones que, en ocasiones terminan en dique seco. ¿Habéis disfrutado con la saga de Ender? ¿Queréis saber que sucede con el destino del xenocida? Este es vuestro libro, aunque sin duda nos encontremos ante uno de los trabajos más innecesarios de Scott Card, sólo apto para seguidores incondicionales.



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