La muerte es pequeña pausa
un intermezzo de un absoluto espacio.
Algo de lo que no regresa
cuando nosotros sorprendidos despertamos...
después de una larga noche de amor en su cama.
La muerte...
bauticé aquella hermosa conciencia que travesea
como si fuésemos niños
contando a sus huesos debajo de las sábanas.
Tiene un nombre la muerte en la fuente de su contradicción
cuando yo la atrapo en mi sudor
y ella afuera paseando para que no asuste
en la realidad de los espejos.
Es una luz en el oasis de la ilusión
es una luz perdida en su culpa de sueño
Y así...
es un amor a su muerte al besar ella
una parte de su espina en la mía.
La llamé después de su beso
mujer orquídea mariposa flor.