Revista Cultura y Ocio

HISTORIA BEATLE [XXVIII]: UN CAPÍTULO MÁS DE LA LEYENDA NEGRA. Rock In Rusia, Fans clandestinos, Bootlegs y Glasnost.

Por Lennon01

Dice Jordi Sierra i Fabra en su "Diario de los Beatles" [EDAF, Madrid, 2012] que en enero de 1969 el Kremlin, sede del gobierno de la URSS, declara que The Beatles son el símbolo de la decadencia del mundo occidental y de su modelo capitalista.

Mientras desde el centro de uno de los polos políticos de la Guerra Fría se interesaban en tan notables enemigos, The Beatles se estaban reuniendo en los gélidos estudios Twickenham de Londres para ensayar los temas del que debería haber sido su siguiente álbum y, a la vez, ser filmados omnipresentemente por las cámaras de Michael Lindsay-Hogg, a fin de realizar un film a partir de ellas, dentro del proyecto que, en ese entonces, se denominó Get Back. Ya sabemos cómo terminó esa historia, que es la crónica de la desintegración de la banda más famosa del mundo.

HISTORIA BEATLE [XXVIII]: UN CAPÍTULO MÁS DE LA LEYENDA NEGRA. Rock In Rusia, Fans clandestinos, Bootlegs y Glasnost.

Pero lo que trataremos de abordar aquí es qué ocurrió en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en relación a la banda que lo cambió todo.

Al final del interesante documental dirigido por Leslie Woodhead, titulado How The Beatles Rocked The Kremlin [BBC4, 2009], también publicado como libro con el mismo título y subtitulado The Untold Story Of A Noisy Revolution [Bloomsbury, New York, 2013], uno de los entrevistados dice categóricamente: "Pude imaginarme a mí mismo siendo un astronauta en el espacio abierto, pero nunca pensé que un día alguno de The Beatles estuviera tocando justo aquí, en el corazón de Ucrania. En realidad para entender lo que realmente ocurre aquí, deberías haber nacido en la URSS". Esto era comentado en junio de 2008 cuando Paul McCartney tocó para una multitud en Kiev por primera vez.

44 años antes, la historia había comenzado de un modo completamente diferente. En 1964 la URSS vivía el cambio de líder en el Kremlin, con el desplazamiento forzado de la principal figura del post stalinismo, Nikita Khrushchev y el comienzo de los años del "estancamiento", al decir de Mijail Gorbachov.

El periodista y crítico musical Artemy Troitsky comenta en el documental de Woodhead: "The Beatles se convirtieron en una cosa tan fenomenal en la Unión Soviética porque llegaron en el preciso momento con el preciso tipo de música. La sincronización fue perfecta, porque si hubiera ocurrido dos o tres años antes, en el comienzo mismo de los '60, creo que su música hubiera caído en un terreno mucho menos fértil. En el '61 o '62 teníamos una agenda muy poderosa en la Unión Soviética. Teníamos un superhéroe global, Yuri Gagarin, el primer hombre en el espacio. Y teníamos también a aquellos peludos y barbudos revolucionarios románticos en Cuba. Teníamos nuestro propio líder carismático, Nikita Segeyevich Khrushchev, que había prometido enterrar a los Estados Unidos y construir el comunismo en el lapso de 20 años. El comunismo, por cierto, era una especie de ideal, una sociedad utópica, y nosotros lo creímos. Así que en ese momento era genial ser soviético. Entonces, en 1964, por supuesto, Khrushchev había sido aparatado y reemplazado por un puñado de tipos muy aburridores y así comenzaron las décadas denominadas del estancamiento. Fue en ese exacto momento cuando la música de The Beatles comenzó lentamente a infiltrar la conciencia masiva de los soviéticos".

En general, en el plano artístico, el período de Khrushchev fue más abierto y benévolo que la época anterior, con el estalinista realismo socialista y que el posterior en que la sociedad soviética intentó cerrarse al contacto con Occidente.

El régimen soviético fue consciente de la importancia que el fenómeno occidental del Rock'n'Roll podría tener para la juventud soviética. De hecho, Mijail Gorbachov, el líder que produjo la reforma de la URSS, y que aflojó las bases del régimen comunista mediante la Perestroika a fines de los '80, también fue consciente de ello. Se le atribuye la siguiente consideración: "Creo que la música de The Beatles enseñó a la generación joven de la Unión Soviética que había otra vida, que hay libertad en algún lugar".

El investigador en asuntos soviéticos Yuri Pelyushonov publicó en 2006 el libro
Strings For A Beatle Bass. The Beatles Generation In The USSR, que trata de la generación Beatle y su intervención en la transformación de la Guerra Fría. Allí sostiene que "las autoridades soviéticas pensaban que The Beatles eran un arma secreta de la Guerra Fría ya que los chicos perdieron su interés por todos los inamovibles dogmas e ideales soviéticos y dejaron de pensar en los angloparlantes como enemigos. No pudieron darse cuenta de que The Beatles nos estaban permitiendo una pequeña vía de escape donde no había ningún escape. Fueron una ventana a la cultura occidental, susurrando la promesa de que algo excitante y valedero existía detrás de la Cortina de Hierro. Después de The Beatles, el comunismo fue como una cerca con agujeros. Nosotros respirábamos a través de ellos".


En los tempranos '60 el régimen soviético se blindó para intentar que su cultura tradicional no se viera afectada por este fenómeno que provenía del siempre poco fiable Occidente. De hecho, no existieron por mucho tiempo ediciones oficiales de discos de The Beatles y por supuesto la radiodifusión interna era inexistente. Quien quisiera tomar contacto con la música que se expandía en Occidente, debía apelar a conseguir clandestinamente discos europeos [luego aprendieron a hacerlos muy rudimentariamente] o sintonizando Radio Luxemburgo, que era en aquel momento una emisora muy potente en toda Europa.

Pero la realidad era de severo control y dura represión no solo hacia la música de The Beatles, sino respecto a todo el fenómeno del Rock'n'Roll. El autor de otro libro interesante sobre el tema, Sergei I. Zhuk [ Rock and Roll in the Rocket City. The West, Identity and Ideology in Soviet Dniepropetrovsk, 1960 - 1985. Woodrow Wilson Center Press, Washington, 2010] dice que la música de The Beatles fue importante factor de transformación en la cultura joven soviética, pero que más impacto tuvieron bandas de Hard Rock como Led Zeppelin y Deep Purple, por un lado, y la música bailable disco. Su estudio, no obstante, se centra en la ciudad de Dniepropetrovsk, principal ciudad de Ucrania a orillas del río Dnieper, que fue el centro de la producción de armamento militar de la Unión Soviética desde 1945, donde se producían todos los misiles de la potencia comunista. Como ciudad cerrada que fue, dadas esas circunstancias, se vio menos afectada por los fenómenos globales del resto, pero aún así, su cultura resultó también infiltrada por la múscia occidental. En su trabajo plantea que, pese al aislamiento, la sociedad soviética fue dinámica y desarrollada y que pese a que la Cortina de Hierro era una fuerte barrera para el movimiento físico de los bienes y las personas, era porosa al espectro electromagnético de las ideas que la atravesaban. Su ciudad, cerrada a los extraños desde 1957, concentró no solo la producción de armamento sino que creó un importante círculo de intelectuales escritores de historia cultural y poseía muchos lugares muy conocidos para los historiadores ocidentales. Asimismo, poseía una ingente población de estudiantes y profesionales muy educados, todo lo cual contribuyó a que pudiera desarrollar su propia subcultura.

De cualquier forma, se considera a la música de The Beatles como el primer agujero en la Cortina de Hierro. Muchos de los testimonios tomados por Woodhead coinciden en cosas como:

"Los viejos del Kremlin intentaron resistir a los Fab Four", "The Beatles fueron siempre vistos como muy peligrosos, burgueses y socavadores del sistema mismo". "Se impuso estrictamente una cultura joven por un estado que temía lo que The Beatles podían traer". "Para Kolya Vasin [principal fan ruso de The Beatles] y millones de chicos, nunca fue fácil ser fans de The Beatles en la Unión Soviética. Injuriados por las autoridades comunistas como polución occidental, sus discos fueron prohibidos". "Patrullas de vigilancia andaban en las calles rodeando a los fans del Rock'n'Roll, cortándoles los largos cabellos, la policía en los aeropuertos controlaba que no entraran discos contrabandeados". "Si encontraban alguno en tu equipaje, los dañaban. Tenían un instrumento como tres uñas juntas para rayar los surcos". "La cultura oficial soviética continuaba ignorando la invasión del Rock'n'Roll. Preferían el acordeón y las danzas folklóricas a las guitarras y los Fab Four". "Odié todo eso [...] todos los cantantes llevaban el corte de pelo equivocado, se vestían como oficinistas y cantaban como Brezhnev en el Congreso del Partido Comunista". "Los fans que buscaban música de The beatles enfrentaban serias amenazas del estado soviético. Ir al mercado negro era un real peligro. Porque si te capturaban - y podían hacerlo cada vez que fueras, porque organizaban constantemente milicias especiales para operaciones de captura de personas - aquellos que vendían y aquellos que compraban, si eran capturados con los discos, significaba que inmediatamente eran expulsados de la Universidad".

La propaganda oficial produjo algunas piezas muy bizarras, como un film que pretendía informar acerca de qué implicaban The Beatles. Entre otras cosas, se sostenía que: "El cuarteto pop The Beatles [...] Miren cuán elegantes son, pero comenzaron sus carreras actuando solamente vestidos con trajes de baño y asientos de baño alrededor de sus cuellos. Entonces encontraron a un amable comerciante de Londres, Brian Epstein. Él entendió que estos talentosos chicos podrían hacerle ganar dinero. Postrados por la sicosis, los fans no oían nada. Histéricos, gritando, la gente estaba rendida, vandalizando los locales de los conciertos y las peleas eran los finales usuales de los conciertos".

Polución capitalista, gusanos, fueron algunos de los apelativos que se usaban para referirse a The Beatles, ya que las autoridades se rehusaban a mencionarlos por su nombre. Había una palabra para aludir a las cosas Beatle, que era Beatlyi así como también, por extensión se utilizaba para designar a los jóvenes y adolescentes problemáticos e incluso 'sediciosos'.

Es notable la coincidencia en la valoración implícita con apreciaciones que reprodujimos en otro post provenientes de la organización Christian Cursade, de Oklahoma, USA. El modelo negativo para los jóvenes, el estado de histeria colectiva, los desmanes en el comportamiento, etc. En el caso de la organización estadounidense, se sostenía que la música de The Beatles formaba parte de un plan maestro musical de los comunistas como herramientas para deformar a la juventud americana y destruir Estados Unidos desde dentro a través del desequilibrio de sus jóvenes.

De hecho, todo esto es coincidente con los denuestos que se han vertido acerca del Rock como expresión cultural, cosa que también hemos tratado en un post anterior.

No obstante, la URSS, como estado monstruo que fue, tuvo un proceso de deshielo y sus rígidas estructuras cedieron el paso a unas formas mucho más flexibles y dinámicas. Esto recién después de que Mijail Gorbachov accediera al poder, dentro del Partido Comunista y luego dentro del Estado. La Perestroika iniciada por Gorbachov trastocó totalmente el panorama de la URSS, al punto de su disolución en una serie de estados que antes la habían compuesto subordinadamente a un poder central. Culturalmente también las cosas cambiaron y en lo concreto de la música, también.

Los discos prohibidos en la era comunista, se reproducían clandestinamente, utilizando un sistema sencillo. "A mediados de los '60, los ingeniosos fans de The Beatles encontraron un medio para fabricar sus propios discos piratas. Sus armas secretas fueron las casetas callejeras de grabación de discos, donde los soldados convalescientes pudieran hacer cartas sonoras para sus madres. Tras horas, los fans podían aparecer con cintas de canciones de The Beatles, grabadas ilícitamente de Radio Luxemburgo. Y así podían hacer grabaciones de canciones de The Beatles." Para estas operaciones se llegaron a usar diversas formas de acetato, hasta placas de rayos X que recolectaban de la basura de los hospitales. Obviamente se formó un mercado negro de grabaciones clandestinas en estos discos flexibles. Estos discos fueron denominado como discos sobre costillas, porque los comerciantes clandestinos los llevaban entre su ropa contra las costillas, ya que su flexibilidad lo permitía.

Al punto de que las propias autoridades soviéticas cedieron a la producción de material pirata. Para ello se creó el sello Malordia. Allí se produjeron cientos de miles de discos piratas de The Beatles. Se le encargó a quien había grabado a la primera banda de rock en Rusia, Andrei Tropillo. Desde luego que The Beatles no vieron ni un cobre de regalías, era verdaderamente una producción bootleg.

Tropillo dejó su huella en la edición de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band bajo su sello AnTrop, ya en tiempos de deshielo de la Perestroika. Incluyó en la portada una foto suya, formando parte de la multitud que está detrás de The Beatles, en un hueco que queda al lado de Edgar Allan Poe. Pero también se agregó, en lugar de la imagen de Marx, el rostro de Kolya Vasin, el principal fan y coleccionista Beatle de Rusia. Sus nombres fueron incluídos en la lista que identifica a cada quien en el diagrama que viene impreso en el interior del sobre del disco.

Andrei Tropillo Kolya Vasin

Como quiera que sea, hoy en día el panorama ha cambiado notoriamente en la ex Unión Soviética. Gorbachov ha sido considerado como el primer presidente 'rock and roll' soviético. Pero Dimitry Medvedev [ex presidente], Vladimir Putin [actual presidente] y Sergei Ivanov [vice presidente], todos ellos han dado muestras de ser afectos al Rock'n'Roll [Deep Purple para Medvedev, The Beatles para Ivanov].

En esa apertura cultural mucho tuvo que ver la Perestroika, pero muchos son contestes en señalar la importancia que tuvo la penetración de la música Beatle en la rígida cultura soviética. "The Beatles llevaron a decenas de millones de jóvenes al entendimiento de que vivíamos en un estado monstruo y que necesitábamos una alternativa". "Ellos destruyeron el comunismo, más que Gorbachov, por cierto, ellos cambiaron la Unión Soviética". "The Beatles fueron la llave que abrió la puerta a la cultura occidental y esta produjo la revolución cultural que destruyó a la Unión Soviética". "Dondequiera que vaya, la gente insiste en que The Beatles tuvieron un impacto más profundo para sacudir al Kremlin que las amenazas desde occidente de misiles nucleares o cruzadas anti comunistas". "El impacto de todas aquellas instituciones de la estúpida guerra fría fue mucho más pequeña que el impacto de The Beatles".

La importancia del impacto Beatle ha sido reconocida por periodistas, intelectuales e historiadores. Alexander Zheleznjak escribió en el Kiev Post en 1996 un artículo titulado
Comunismo Destruído. Allí declara "The Beatles destruyeron el comunismo dentro de mí mucho antes que la Glasnost y la Perestroika".

El investigador e historiador Mikhail Safonov, del Instituto de Historia Rusa de San Petersburgo, publicó en el periódico académico Historia Hoy: "Fue Lennon el que asesinó a la Unión Soviética. No vivió para ver su colapso y no podría nunca haber predicho que The Beatles cultivarían una generación de gente amante de la libertad a todo lo ancho de este país que cubre un sexto de la Tierra. Pero sin ese amor por la libertad, la caída del totalitarismo habría sido imposible, a pesar de cuán en bancarrota económica pudiera haber estado el régimen. La música nos llegó de un mundo desconocido e incomprensible, y nos hechizó. La historia de la persecución a The Beatles en la Unión Soviética es la historia de la autoexhibición de la idiotez del gobierno de Brezhnev. Cuanto más persiguieron algo de lo que el mundo ya se había enamorado, más expusieron la falsedad y la hipocresía de la ideología soviética".

En 2003, finalmente un Beatle actuó en Rusia, lo cual repetiría en 2004 y 2011. Paul McCartney se presentó finalmente en la Plaza Roja de Moscú dos veces [2003 y 2011] y en San Petersburgo en 2004. Pero asimismo lo haría en Ucrania en 2008. Sin embargo, el contacto oficial ya había comenzado antes, con la edición en 1998 de un álbum dedicado al mercado ruso, Снова в СССР [Back In The USSR, también conocido como The Russian Album].

Se cerraba un capítulo de la Leyenda Negra que todos los grandes hitos culturales tienen. Y nunca mejor dicho que a diestra y siniestra surgían manifestaciones de esa Leyenda Negra.

Volveremos pronto con más.

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