La fecha de su fundación, 1846, confirma a la marca Loewe como uno de los más antiguos proveedores de artículos de piel de lujo del mundo. Su historia comienza en un pequeño taller artesanal situado en la calle Lobo (actualmente calle Echegaray), un taller especializado en la producción de marroquinería, artículos de piel para caballero como billeteros, monederos, petacas…, en 1872 llega a Madrid el joven prusiano Enrique Loewe Roessberg, que se maravilla con la calidad de los productos artesanos Españoles y propone al taller asociarse para crear una marca.
Enrique Loewe Roessberg
Enrique Loewe Roessberg aporta al taller creaciones originales, elegantes y de gran calidad como elemento diferenciador y los artesanos Madrileños de la piel su buen hacer y conocimientos tradicionales, lo que impulsa a la marca a convertirse en una referencia de lujo artesanal. El negocio se expande y se traslada en 1892 a la calle Príncipe de Madrid, contando con una clientela selecta atraída por la primera tienda de lujo con vistosos y modernos escaparates y un gran cartel. En el año 1905, la Duquesa de la Conquista, clienta de Loewe y uno de los personajes más influyentes de la Corte, introduce a la empresa en Palacio Real.
Loewe mantiene un gama de calidad, diseño y lujo que hace que en 1905, el rey Alfonso XIII entrege a la empresa familiar el título de Proveedor de la Casa Real a favor de Don Enrique Loewe Hilton, ya segunda generación gestora de la dinastía familiar.