Revista En Femenino

Historias reales de infertilidad: Elora

Por Clara Ingeniera @mamaingeniera

Y aquí estamos otro jueves más. Si os habéis perdido alguna de las historias reales de infertilidad que ya hay publicadas, ¿a que estáis esperando para leerlas?

historias infertilidad

Cuéntanos algo de ti. ¿Cuál es tu nombre o pseudónimo? ¿Qué edad tienes? ¿Tienes blog, Twitter o Facebook?

Mi nombre real es Andrea, pero utilizo “Elora Dannan” como pseudónimo (supongo que todavía no estoy preparada para salir del anonimato! jejeje). Escogí el nombre de una de las películas favoritas de mi infancia, “Willow”. Elora Dannan es la niña chiquitita que Willow debe salvar de las manos de la malvada reina Bavmorda. Tengo 26 años (ya ves, la edad no está reñida con la infertilidad) y mi blog se llama Imagina cuánto te querré. También tengo twitter, podéis encontrarme buscando @imaginandobebe. Soy una loca animalista, una adicta a las series y a la lectura, y una amante del rock y los tatuajes.

¿Cuánto tiempo has intentado quedarte embarazada de forma natural? ¿Estás buscando tu primer hijo?

Durante más de un año lo intentamos de forma natural. Debido a mi edad, sinceramente, pensé que lo conseguiríamos enseguida. Supongo que cuando empezamos nuestra búsqueda todas pensamos lo mismo, ¿no? Ahora miro hacia atrás y me doy cuenta de lo ingenua que he sido, nunca me imaginé que me ocurriría esto. Será nuestro primer bebé y estamos deseando que esté aquí con nosotros.

¿Cuál es el diagnóstico por el cuál no conseguís el embarazo?

Supongo que en parte debido a mi SOP (Síndrome del Ovario Poliquístico). Padezco un SOP bastante puñetero, con ciclos muy irregulares y la gran mayoría anovulatorios. Es más, la gran mayoría de las veces tengo que provocar la regla con progesterona porque mis ciclos se alargan durante más de dos meses y eso afecta bastante a mi salud.

Malamente tengo la regla, no ovulo y cuando lo hago, se ve que lo hago fatal. A veces, he tenido la tentación de hacerme ver la antimulleriana porque sospecho que tengo una reserva ovárica algo pobre. Quizás me equivoque, pero lo siento así. Soy hija única porque mi madre no consiguió volver a quedarse embarazada y años después la operaron y le quitaron el útero, siempre ha tenido problemas con sus reglas y le han extirpado miomas, así que a veces sospecho que detrás de mis problemas hay algo hereditario.

¿A qué tratamientos de fertilidad te has sometido? ¿Vas a someterte a alguno más?

Después de nuestro primer año intentándolo de forma natural, nos sometimos a cinco ciclos de Omifín. Fueron cinco meses muy largos en los que mi marido y yo teníamos muchas esperanzas de conseguirlo, pero no funcionaron. Después de aquello, nos hicimos dos inseminaciones artificiales, que tampoco resultaron. Desde entonces, nos hemos tomado unos meses de relax y en diciembre comenzamos nuestra primera FIV. Este martes me hicieron la transferencia embrionaria.

¿Qué opinas de la ignorancia que existe alrededor de la infertilidad?

Pues que es exactamente eso, ignorancia. La infertilidad sigue siendo un tema tabú, pocos comprenden por lo que estás pasando y muy pocos se molestan en comprenderte. Es más fácil soltarte las típicas frases de “relájate”, “es que estás obsesionada”, “pues yo conozco a una pareja que lo consiguió después de no sé cuánto tiempo…” que intentar ponerse en tu piel e imaginarse el mal momento que estás viviendo.

Yo no necesito mucho, sólo un abrazo en el momento adecuado o un “Aquí estoy, puedes contar conmigo” cuando estoy atravesando una mala época; soy de esas personas que piensan que si no sabes cómo animarme, simplemente, permanece a mi lado. En nuestro caso, mantenemos en secreto el tema de los tratamientos y nuestra infertilidad porque no estamos preparados todavía para “salir del armario”. No toda la gente es buena y no todo el mundo nos dirá cosas bonitas, así que hemos preferido sólo decírselo a la familia más cercana, la que está siempre a nuestro lado.

¿Qué le dirías a otras parejas que, como vosotros, se tienen que enfrentar a un tratamiento de reproducción asistida?

Les diría que no se rindan, que luchen por su sueño. Que a veces las fuerzas fallan, pero consigues reponerte, de verdad. Que sean positivos, que sueñen con poder conseguirlo y que no permitan jamás que nadie les diga lo contrario. Este camino es muy duro, habrá momentos muy malos, y apoyarse mutuamente será su bote salvavidas.

Yo me he enamorado todavía más de mi marido después de verle tan entregado, animándome a continuar después de cada negativo, ayudándome a levantar después de cada caída. Es un hombre que ya quiere a su bebé incluso antes de conocerlo y eso, para mí, significa que tiene el corazón más grande y puro del mundo, y tengo el privilegio de tenerlo en mi vida, además. A esas otras parejas les diría que no dejen de soñar porque, de corazón os digo, que nos merecemos lo que soñamos.

¿Alguna cosa más que quieras añadir?

Pienso que todo lo que nos quita la vida, nos lo da por otro lado, o buscamos la forma de encontrarlo por otro lado. Me explico: la infertilidad es una gran mierda, nunca había vivido un momento tan duro como este en mi vida, pero a cambio se han topado en mi camino otras chicas en mi misma situación que me han hecho sentir comprendida y querida desde el primer momento.

Y puedo asegurar que alguna de esas mujeres se ha ganado mi cariño con creces y ahora dispongo para ellas un rinconcito muy especial en mi corazón. Me encanta despertarme por la mañana y saber que están ahí, que puedo contarles mis problemas y ellas siempre me escucharán e intentarán animarme hasta arrancarme una sonrisa. Me encanta saber que no estoy sola, me encanta releer conversaciones por WhatsApp y preguntarme: “Madre mía, ¿cómo he podido vivir sin esta persona en mi vida?”. Ya no son simplemente unas desconocidas, son mis amigas, mis hermanas, mis compañeras de lucha. Y os puedo asegurar que no sentirme sola es la mejor sensación que he experimentado jamás desde que entré de lleno en este mundillo de la infertilidad.

Y ya que la propia naturaleza ha decidido hacer de las suyas y no permitirme ser madre de forma natural, yo también haré de las mías y me declararé una rebelde empedernida porque me encantaría tener una familia numerosa. Algo así como: “¿Ah sí, que no puedo ser mamá? Siéntate y mira lo que voy a conseguir”. Y si eso no fuera posible y solo puedo tener un bebé, no pasa nada, seré la mamá más feliz del mundo porque por fin tendré a mi lado a mi amor verdadero. Sólo es cuestión de ver el vaso medio lleno o medio vacío, ¿no? Yo quiero verlo siempre medio lleno, quiero pensar que lo imposible se puede lograr.

¡Tu actitud es envidiable, Elora! es muy importante ser positivos, pues nos ayudará a que lo negativo no sea tan malo. Muchísima suerte en esta betaespera. ¡Ojalá podamos compartir contigo tu positivo!


Historias reales de infertilidad: Elora
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