Revista América Latina

Hitler, Stalin y Fidel

Publicado el 28 mayo 2015 por Ángel Santiesteban Prats @AngelSantiesteb

fidel  con presidente chino

Como en un viejo museo histórico del horror de la Revolución cubana, se guarda la visita de los gobernantes más poderosos al cubil de Fidel Castro. Es como visitar una momia viviente, capaz aún de continuar dañando a los que no coincidan con sus designios. Han optado por las fotos porque las muecas y manías propias de la edad les avergüenza que sean vistas por el resto del mundo.

Para algunos presidentes que visitan el archipiélago, irse sin una instantánea con el viejo lobo es como ir a Paris y no fotografiarse en la Torre Eiffel. Entiendo que en política y para cualquier ser humano en general, retratarse con el viejo chacal signifique un degradamiento moral. No me retrataría al lado de Hitler o Stalin ni aunque sean de cera. Los tiempos de vergüenza escasean con rapidez. Algunos le llaman diplomacia, aunque conversando por teléfono con Antonio Rodiles, coincidiéramos en que esa asignatura consiste en decir la verdad de una manera decente y asentada.

Es lastimoso que de pronto, como aptitud incoherente, los presidentes de la Comunidad Europea actúen tan lejano a lo que expresaron en sus discursos ante la apertura con los Estados Unidos. No creo que las negociaciones con Washington y la Unión Europea se materialicen, salvo que estén dispuestos a bajarse los pantalones y dejarse pegar nalgadas por Raúl Castro, porque ningún acuerdo que signifique democracia, es decir, multipartidismo, derechos humanos, elecciones libres y directas, y la salida de los Castro del poder, simples necesidades del siglo XXI, les aceptará.

De todas maneras algo sacarán los viejos lobos comunistas de este rejuego, máxime ahora que la economía venezolana es un caos y continúa en caída libre. Por eso han remado al lado de los rusos y chinos, porque si no funcionaran las negociaciones como parece ser, de alguien tendrán que aprovecharse para subsistir, lo que ya es una costumbre de la tribu de los Castro.

Recuerdo aquella frase de la niñez cuando las cosas parecían perdidas: sálvese quien pueda. Lo mismo diremos cuando comience el pataleo de la dictadura. Mientras, continúa abierta en el horario y precio habitual la exhibición de la momia roja.

firma 3

Ángel Santiesteban-Prats

14de mayo de 2015

Prisión Unidad de Guardafronteras

La Habana


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