Revista Asia

Hombres, camellos y barrigas

Por Laialfarah

Hombres, camellos y barrigas
Como la foto bien ilustra, hoy abordaré la danza oriental desde un punto de vista masculino...entre otros.
Os cuento una historia que seguro os sonará a todas:
Resulta que una vez comenté en mi lugar de trabajo, así de pasada y sin darle importancia, que bailaba. Eso siempre suscita un gran interés por parte de tus interlocutores, sean hombres o mujeres.
La pregunta es siempre: Pero bailas ballet verdad??...así que ahí llega el primer chasco para el entorno y tus reticiencias a expresarlo con naturalidad...mmmm, no...bailo danza oriental.
Ojos como platos de la audiencia...proceso mental visible en sus caras....ellos estusiasmados, entornan los ojos y comienzan a imaginarte con sedas y velos y pasos insinuantes.
Ellas tienen dos reacciones. Se alucinan y te dicen que siempre han querido aprender o...reaccionan con rechazo porque relacionan esta danza con mujeres despendoladas y medio desnudas.
Hoy me centraré en los hombres.
Cuando han procesado la información y se les ha pasado el impacto inicial, consiguen articular la siguiente frase acompañada de un movimiento característico:
Se levantan la camiseta, te enseñan su (normalmente) barriga cervecera y peludilla y dicen mientras la agitan: Es eso de mover el vientre así???
En algunos casos, la imagen es tan brutal que quieres arrancarte los ojos y jugar al golf con ellos, otras...simplemente es ridículo.
Hay una versión que consiste en que en su amplio saber, levantan los brazos y se sacuden avanzado hacia a ti, cual ente poseído, intentando hacer lo que nosotras llamamos shimmie pero que parece una porción de gelatina temblorosa. Esta versión está más cerca de los zombies con espasmos de "The Walking Death".
Luego está la tercera versión, que es por la que escribo esta entrada, en la que nos dejan con la boca abierta mientras hacen un camello u ondulación de vientre, tan perfecta y maravillosa que solo quieres odiarle, por enterado y listillo. Cómo se atreve un profano en la materia, a hacer algo que te ha llevado meses de auténtico trauma frente al espejo, de esa manera???? A quién le han pedido permiso???
Sin contar con que ese momento será crucial en tu relación laboral con tus compañeros de trabajo, ya que en ocasiones festivas tales como: cenas de empresa, reuniones informales, etc...te pedirán de manera insistente que muestres tus dotes de bailarina, muchas veces con ánimo de pasar un buen rato a costa del monito de feria en el que nos quieren convertir y otros lo harán con motivaciones lascivas de fondo.
Me ha pasado en tantas ocasiones que mi respuesta se reduce a una sonrisa sarcástica y una cuenta atrás mental para ver quién de todos empieza antes, sin contar con el aplauso final para agradecer tamaño esfuerzo en ser original.
Da igual, aunque asumamos que nunca nos verán de la misma manera, debemos ser fieles a nuestra afición y no renegar de ella por estos males menores. Con ironía y sarcarmo todo se supera.
Os dejo algunos ejemplos de vídeos asombrosos sobre hombres que tienen la capacidad innata de ridiculizar nuestros años de intenso entrenamiento en 30 segundos.
Os ha pasado?? Me tenéis que contar vuestras experiencias al respecto!!


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