Homeland

Comienzo la temporada otoño-invierno 12/13 con Homeland, una de las series con las que más entusiasmo me habían hablado últimamente.
La premisa es sencilla y augura una resolución complicada: una agente de la CIA sospecha que un marine estadounidense, rescatado tras un cautiverio de ocho años y recibido como un héroe nacional, ha pasado a engrosar las filas de Al-Qaeda. Ellos son Carrie Mathison, obligada a ocultar su trastorno bipolar para seguir manteniendo su trabajo, y Nicholas Brody, militar que tras tantos años fuera del hogar sufre grandes problemas de adaptación.
De aquí a saber si Carrie tiene razón os quedan por delante doce capítulos (para empezar) cargados de sospechas y tensiones, donde los protagonistas (que se comen a todo aquel que se le arrima en la pantalla) se olvidan de las divisiones entre bondad y maldad que suelen marcar tanto los thrillers.
Una buena serie que no brinda en bandeja ni un solo hecho en su comienzo que os puede servir para acabar arañando las patas del sofá. Eso sí, con un único detalle a tener en cuenta:
A mitad de la serie, firmaron por una nueva temporada de doce capítulos que empezará a emitirse en Estados Unidos en breve ¿Hizo esto que se se modificara el final? Lo que más canta es que sí, por lo que cabe avisaros de que si queréis engancharos a Homeland, no os bastará con la primera temporada.