Revista Cultura y Ocio

Homo ludens

Publicado el 11 abril 2012 por Lparmino @lparmino

Homo ludens

Reproducción de un modelo de coche de carreras de la fábrica Payá
Fotografía: Luis Pérez Armiño


Es fácil caer en la tentación de infravalorar determinados objetos precisamente porser utilitarios. Actualmente, se  entiende cada vez más que el valor estético puede impregnartodo objeto o creación. Las artes decorativas han adquirido en losúltimos años una extraordinaria revalorización que ha hecho de ellos objetoscon un alto valor estético y, también, documental. Las industrias suntuariasfueron y todavía son el marco adecuado en el que artesanos y creadores eran yson capaces de reflejar su gusto artístico y el de la sociedad en que trabajan.Y precisamente esta cualidad estética reside principalmente en que estosútiles sirven de soporte para diversas decoraciones o adoptan determinadasformas impuestas por las modas y los gustos imperantes del momento: es el casode la cerámica, de las industrias textiles, del diseño mobiliario o la creaciónde un largo etcétera de objetos cotidianos.

El juguetecomo arte: la fábrica Payá

Homo ludens

Detalle de una reproducción de una motocicleta
con sidecar de la fábrica Payá
Fotografía: Luis Pérez Armiño

Huizinga acuñael término Homo ludens. Es tal laimportancia que concede al juego que es capaz de ofrecer una nueva denominacióndestinada a definir la relevancia del juego y del juguete en la sociedad. Dehecho, considera que tanto juego como juguete son tan antiguos como la mismaespecie humana. El juego es el elemento básico para la socialización de niños yniñas que deben adaptarse, de forma lúdica, a los papeles que habrán de ocuparen sus respectivos grupos en edad adulta.Y el juguetees la manifestación material de esta experiencia humana que es el juego.Los jugueteshan existido desde siempre y son muchas las evidencias arqueológicas quedemuestran su antigüedad y los altos grados de elaboración que llegaron aalcanzar en determinadas épocas. Incluso, se puede rastrear en la pintura lasingenuas representaciones de niños y niñas agarrados fieramente a sus másquerido juguetes. Con losinicios de la industrialización, el juguete se ve afectado por la mecanizaciónde su producción. Sin embargo, el diseño del juguete adquiere cotas másrelevantes. En el juguete se aúna el interés pedagógico y lúdico, sin olvidarque el diseño del mismo ha de ser atractivo y sirve de campo de expresión delmaestro juguetero. Pero el juguete es también producto de su época y, por lotanto, reflejará la estética del momento.

Homo ludens

Reproducción de un hidroavión de la fábrica Payá
Fotografía: Luis Pérez Armiño

En España,Ibi se convirtió en la capital juguetera del país. Incluso, después de laPrimera Guerra Mundial, la localidad alicantina se situó a la cabeza de laproducción juguetera que empleaba la hojalata como materia prima, ya queAlemania, agotada tras la Gran Guerra, había sido relegada a un segundo lugardespués de regir los designios del juguete de hojalata desde el último cuartodel siglo XIX.El esplendordel juguete como auténtica manifestación cultural merecedora de ser llamadaarte con mayúscula, no ya como mero divertimento infantil, residía en Ibi, dondela saga de los Payá puso todo su empeño en crear la fábrica insignia deljuguete español. Sus productos han sido míticos y, en la actualidad, sonauténticas joyas cuyo merecido puesto se encuentra en los museos. Sus piezas,de una hojalata decorada con brillantes colores especialmente atractivos, suscuidados diseños y su excelencia técnica, convirtieron a Payá en los líderes dela industria. Ante la cada vez más creciente competencia que surgía en lalocalidad alicantina, con nuevas fábricas jugueteras, los Payá respondían conmayor entusiasmo y mayores dosis de creatividad, haciendo del juguete, antetodo, un arte. Luis PérezArmiño

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