Hoy y mañana, Paula no irá al instituto. Hará su primera huelga. Tiene que aprender a defenderse. Porque aunque los medios de comunicación digan que la huelga es de los profesores de secundaria, no es verdad. Al menos, no es toda la verdad. La huelga es de todos los que creen en la escuela pública. La huelga es de toda la ciudadanía que quiera que exista una enseñanza pública, universal y gratuita. Por eso, somos muchos los que hoy estamos con esa huelga, defendiendo nuestros derechos ciudadanos.
Porque no se trata de que empeoren las condiciones de trabajo de los profesores, que también. Lo más importante es que en Madrid –aunque no sólo en esta comunidad—, “nuestra amada lideresa” ha decidido recortar la calidad de la educación pública. Y es que Esperanza Aguirre no cree en los servicios públicos. Los soporta como puede y poco a poco va haciéndolos más delgados, mientras que los servicios privados van ampliándose y encuentran todas las facilidades.
No es casualidad que en los colegios concertados, casi todos en manos de la Iglesia, las subvenciones a los padres de los alumnos hayan aumentado 90 millones de euros, mientras que con los recortes en la escuela pública se pretenda ahorrar 80 millones, diez menos, dejando sin contratar a 3200 profesores.
A Esperanza Aguirre le gusta mucho el autobombo y poco la enseñanza pública. Este año, sin ir más lejos, la campaña publicitaria “la suma de todos” ha costado 110 millones de euros, 30 millones más que lo que quiere ahorrarse, enfangando la calidad de la escuela pública.
Ayer, la presidenta Aguirre mostró su talante chulesco de nuevo, y en pleno conflicto, en puertas de la huelga y después de manifestaciones y adhesiones masivas de la comunidad escolar contra su política, declaró con el mayor descaro: “la educación pública no tiene que ser obligatoria y gratuita en todas sus etapas”. Lo que en román paladino quiere decir que está estudiando la posibilidad de que se pague.
Las razones para esta huelga son muchas, ya han sido comentadas ampliamente en los medios de comunicación, también en Kabila. Si no defendemos con ahínco nuestra escuela pública, terminará desapareciendo.
Por eso, Paula, mi nieta mayor, una jovencita de catorce años no va hoy ni mañana al Instituto. Hay razones de peso. Hoy y mañana hay que defender la Educación Pública. Entre todos podremos.
Y esta tarde manifestación en Madrid a las 18:30, desde la Plaza de Neptuno hasta el Metro de Sevilla. Si puedes no faltes
¡Ya está bien de agresiones a la Escuela Pública! ¡Ni una más!
Salud y República
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure