Hurto, robo y atraco: ¿en qué se diferencian?

Cualquier sustracción de nuestros objetos supone una desagradable sorpresa; si bien no se pueden reponer los recuerdos o su valor sentimental, la mayoría de Seguros de Hogar hoy en día pueden indemnizarnos por su pérdida. Sí, sí, los Seguros de Hogar, ¡aunque la sustracción ocurra fuera de las paredes de tu hogar!

Para ello hay que tener claras cuáles son nuestras coberturas, porque en gran medida esta indemnización dependerá si hemos sufrido un hurto, un robo o un atraco.
En ConTuFamilia queremos ayudarte a distinguir qué es qué:

Hurto

El hurto es la sustracción de un objeto sin que haya ningún tipo de violencia o intimidación por medio. Un ejemplo de hurto es que te sustraigan el monedero sin que te des cuenta.
La mayoría de las pólizas reúsan la indemnización en estas ocasiones, al no poderse demostrar que se trata de una sustracción y no una pérdida, y al tratarse, en cierto modo, de una negligencia personal. Recuerda que un seguro te protege de “accidentes”.

Atraco

El atraco es la sustracción de bienes con el ejercicio de intimidación o violencia para conseguirlo. Por ejemplo, sufrir un tirón de bolso en la calle se considera atraco.
La gran mayoría de compañías aseguradoras se hacen cargo de las pérdidas económicas que supone un atraco, en función a los capitales que se tengan contratados. Para ello, suele ser necesaria la presentación de la denuncia pertinente y en la medida de lo posible, los comprobantes de compra de los objetos sustraídos. Es por ello que conviene conservarlos, sobretodo si se trata de objetos de valor, como smartphones.

Robo

El robo es la sustracción de objetos a través de la fuerza en los mismos. Por ejemplo, romper una ventana o forzar una puerta para acceder a una vivienda para llevarse objetos de valor se considera robo.
En este caso, la mayoría de aseguradoras también se hacen cargo de la reposición económica de los bienes. Como hemos comentado anteriormente, conviene conservar los comprobantes de compra de los objetos valiosos tales como ordenadores, televisores, etc.

Tomar algunas medidas para evitar estos incidentes es vital, pero ante la posibilidad que ocurran, contar con una buena protección puede ayudarnos a reponer las pérdidas.