Revista Cine

I Want Your Love, EE.UU. 2012

Publicado el 10 abril 2013 por Cineinvisible @cineinvisib

Vayamos acostumbrando a su nombre, Travis Mathews, porque este director va a provocar vivas polémicas, levantar conciencias dormidas y animar una escena cinematográfica independiente que, por lo general, parece haber olvidado el cuerpo para centrarse en el alma.trevismathewsComo bien se sabe, mens sana in corpore sano. Y en el cine de Travis Mathews hay tanto corpore como mens y eso es, precisamente, lo que produce tanto pánico entre los críticos bien pensantes (allende los mares también existen) y bien reaccionarios porque, si su universo sexual fuese el mayoritario, lo celebrarían como un hedonista, un animador de los sentidos y todo el blablablá habitual de la crítica (mayoritariamente masculina) cuando un cineasta desnuda a las mujeres pero, por desgracia para algunos y mucha suerte para todos los que amamos el cine -con independencia del género de su realizador-, Travis Mathews se centra en los hombres. Consecuencia inmediata, la Junta de Clasificación Australiana ha censurado la proyección de su filme en los festivales de cine LGTB de Melbourne y Brisbane.iwantyourlove1Habrá que tener en cuenta el lado positivo y, como bien se sabe, esperar que el público, que detecta de inmediato las críticas negativas basadas en resentimientos personales o los problemas con la censura, acuda fiel y entusiasmado al cine, como suele hacerlo en estos casos. Nada levanta más pasiones que una prohibición. La inmensa mayoría no es racista ni xenófoba ni homófoba, el problema es que los que sí los son, arman mucho más ruido. Pero rebobinemos y volvamos a este excitante, nunca mejor dicho, y sobre todo, talentoso, creativo e inteligente cineasta.iwyl5Travis Mathews, con un flamante Master en Psicología Clínica, comienza su carrera en 2005 con un sorprendente mediometraje de casi una hora sobre la homosexualidad y los desórdenes alimenticios en Do I look fat? (una frase que se ha convertido en cliché, ¿se me ve gordo? ¿me hace gorda?). Tras 4 años de silencio vuelve al documental con una serie, In their Room (vista en algunos festivales) que hasta el momento y con diferentes duraciones, 20, 30 o 60 minutos, se ha convertido en una trilogía: San Francisco, Berlín (2011) y Londres (2013).intheir room2Basada en el dispositivo del retrato cinematográfico, In their room (os animo a visitar la página oficial), muestra una serie de hombres desvelando en la intimidad de su habitación su sexualidad, miedos, deseos, fantasmas… (con la sutileza psicológica de Ingmar Bergman y el ojo erótico de Gregg Araki): una verdadera gozada visual, e intelectual, esta visión actual y sin prejuicios de la experiencia sexual en el nuevo siglo.iwyl6Con estos precedentes (y un corto que llevaba el mismo título en 2010), las ganas de ver la primera película de Travis Mathews se incrementaban con el tiempo. Por fin en 2012 realiza su primera película de ficción, I want your love, producida por una compañía de cine porno, dado que contiene media docena de escenas sexuales explícitas (totalmente alejadas del universo de la pornografía) y que aportan un absoluto sentido a la historia del protagonista. Y eso que aún dará más que hablar con su próximo trabajo, Interior. Leather Bar, basada en los minutos censurados de A la caza (1980) de William Friedkin. Menos mal que James Franco, y el resto de los espectadores, están ahí para apoyar y defender este tipo mas arriesgado de propuestas.interior-leather-bar01Jesse Metzger (que como el resto de los actores actúa bajo su propio nombre) en I want your love, deja San Francisco para vivir en Ohio, su lugar de origen (o como irse de Madrid o Barcelona para instalarse en las afueras de Tordesillas de Abajo). Evidentemente le entra una angustia que no se la salta ni un caballo. Le quedan unos días en la ciudad y los aprovechará para despedirse de sus amigos, reflexionar sobre lo que ha vivido en San Francisco, y quizás, volver a ver con su ex, que ha previsto pasar por la fiesta de despedida que le ha organizado su compañero de piso…iwyl4Una especie de Odisea contemporánea: regresar a los orígenes, luchar contra las tentaciones, o dejarse caer en los brazos de las sirenas que nos solicitan al pasar, enredarse en los nuevos conocidos (la versión actual de la madeja de Penélope) en lugar de volver al pasado y, ante todo, pronunciar la última frase de la película. Sublime final (de los que dejan huella): conocemos mucho mejor lo que no queremos, que lo que realmente deseamos. Magnífica y complicada como la vida misma y necesaria, como el hecho de descubrir que una futura promesa del cine, Travis Mathews, se ha transformado en autor del presente y habrá que contar con él a partir de ahora.


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