Ideas de negocio en tiempos de crisis (7): Artesanía en jabones

Será la crisis o será que los gustos vuelven hacia lo tradicional, lo hecho a mano, lo natural. Nos han contado tantas cosas sobre la química añadida a los alimentos, la cosmética o los productos de limpieza del hogar que nos llevamos las manos a la cabeza y queremos volver desesperadamente a lo que fue útil a nuestras abuelas y que se elaboraba artesanalmente.

Sabonaire (en catalán, el que hace jabones) es la historia de una emprendedora que se decidió a recuperar fórmulas tradicionales con ingredientes naturales… de su propio huerto. A estos, dice que añade dos ingredientes indispensables: el amor y la delicadeza.

Desde su Corbera natal, un pueblecito montañoso de Barcelona, crea bálsamos, sales de baño, cremas, champús, gel de ducha, aguas para la limpieza del cutis… y jabones.

Ha contestado a nuestras preguntas y es, desde ya, un nuevo ejemplo de mujer emprendedora de nuestra sección sobre ideas de negocio en tiempos de crisis.

Nuria se decidió a emprender su negocio a mediados de 2011, movida por intereses personales, por encuentros casuales y por la necesidad de buscar algo que la llenara más. Empezó con la elaboración de jabones artesanales y de ahí amplió la gama a otros productos de cosmética natural.

Por supuesto, fue necesaria una formación a la que accedió por 3 vías distintas. Era un tema que siempre le había interesado, la típica persona que se apuntaba a cualquier curso o taller que tuviera que ver, por ejemplo, con la aromaterapia, las hierbas, los usos de los aceites vegetales, la elaboración de jabones, etc. Aunque, de hecho, los conocimientos de elaboración de jabones los adquirió de forma más práctica, a través de otras personas. Y finalmente, hubo una última parte que adquirió mediante cursos más oficiales.

De momento, sigue en fase de valoración de la viabilidad económica; todavía tiene mucho trabajo que hacer en ese sentido y le falta tiempo. Pero sobre la cuestión de la satisfacción personal la respuesta es rotundamente positiva. Con una alegría contagiosa, nos dice que independientemente de adónde se dirija como empresa, la experiencia ha sido muy positiva y enriquecedora por todo lo aprendido.

Trata de conciliarlo con su vida personal y su profesión como puede. Ahora mismo es todavía algo difícil, dado el momento que nos ha tocado vivir.

La venta la realiza a comercios y herbolarios, pero también en ferias y mercados artesanales y, a modo de detalle simpatiquísimo y personalizado, como regalos de bodas.

Sobre el uso de redes sociales, va actualizando Facebook pero tiene el blog algo dejado de lado. Ahora mismo se concentra en llevar al día la página web Sabonaire. En Facebook cuelga noticias relacionadas, ya sea de incorporación de sus productos a tiendas, o de celebración de ferias, o fotografías de nuevos productos, concursos, ofertas, etc. Reconoce que debería abrir cuenta en Twitter y darse a conocer en otros blogs. La falta de tiempo…

Nuria no cree que haya diferencias en la forma de llevar un negocio por el hecho de ser mujeres o hombres… Más bien, que depende de las ganas y del entusiasmo que se dedique al proyecto, de las dotes personales y de la capacidad de explotar los recursos de que se dispone.

En su caso, es cierto que es mayoritariamente una actividad más femenina, tal vez porque en el pasado la mujer estaba más tiempo en casa, al cuidado del hogar y de los niños, y todavía perdura subliminalmente esta tradición. Probablemente la fabricación de jabón era una de las actividades de reaprovechamiento, en este caso del aceite de cocina. Es esta actividad y este reciclaje lo que actualmente quiere recuperar.

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