Identifica tus límites.-

• Escucha tu cuerpo.-

Cuando ignoramos nuestras demandas el cuerpo nos lo recuerda. Exteriormente puedes estar entendiendo o aceptando una situación, pero, interiormente sientes un nudo en la garganta o en el estómago o una opresión en el pecho. El cuerpo habla de tus límites escúchalo.

Evita la confusión.-

Emociones

“¡Mira lo que hace”“Esto no funciona”“tenemos que separarnos”

Aquieta tu mente.-

Para tranquilizar las emociones, deja pasar un tiempo y da un paseo tranquilo, en soledad. Sin olvidar lo sucedido, míralo con la luz clara de la calma, pero siempre desde el corazón. Observa cómo te sientes al pensar en los motivos de tu pareja y cómo reacciona tu cuerpo al pensar en tus deseos reales.

Siente tus necesidades.-

Recupera tu lugar para sentir y nombrar tus propias necesidades, sin pensar en cómo amoldarlas con las del otro. Presta atención a las sensaciones más profundas de tu cuerpo, que te dicen si estás ahogando gustos, placeres o necesidades por miedo a que sean la causa de conflictos con el otro.

Valora tus deseos.-

Reflexión

Pregúntate:”¿Cómo quiero seguir viviendo?¿Cuanto espacio propio tengo?¿Cuanto espacio tiene mi pareja?”.Compara tus necesidades y gustos con los de tu pareja, sin juzgar que es “más razonable”. Simplemente observa las incompatibilidades.

Piensa en tu comportamiento.-

Muchas personas se comportan de un modo determinado solo para sentirse aceptadas. Reflexiona sobre si tú contribuyes a que se quiebren tus límites porque te disfrazas de quien no eres.

Acéptate tal como eres.-

Puede que hagas ver que no te molesta lo que realmente te molesta o que te presentes más solícito de lo que eres… Aunque tu ego pueda perder algo de brillo, es muy relajante admitir que, como todo ser humano, llevas a cuestas virtudes y defectos.

Ábrete a la comunicación.-

Sensación

Plantea tus necesidades y observaciones sobre las necesidades de tu pareja. Da una oportunidad para que las ratifique o las rectifique. Intenta no juzgar lo que dice, solo escucha, plantea lo propio y reconoce las diferencias. De nuevo, las preguntas para encontrar los límites son: “¿Cómo deseo que sea mi vida ahora?¿Cómo quiere mi pareja seguir viviendo?¿Cómo aspira cada uno a que sea la vida de pareja?”.

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Imagen: Sensación
Imagen: Emociones