Idiomas distintos

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Mientras te miro pienso…¿seré como tú cuando sea mayor?, ¿seré algún día así con mis hijos?, ¿llegaré a ese egoísmo total y absoluto en el que no escucharé a las personas y no me preocupará sino lo que a mí me pasa?.

Supongo que en algo me tendré que parecer a ti, compartimos la misma sangre. Eso no significa que todo haya sido malo ni mucho menos, me has enseñado a luchar, a no rendirme, a ser independiente y todo eso y muchas cosas más te las tengo que agradecer. Pero también me has hecho sentir mal, me has hecho sentir mala persona cuando creo que no lo soy y el chantaje emocional ha sido tu carta más jugada.

Me alejé de ti, tenía que hacerlo, por mi salud mental… eras o tú o yo, fui egoísta y me elegí a mi misma. Nunca lo has entendido, nunca te has molestado en ponerte en mi lugar, ni siquiera has intentado hacer algo para que yo me sintiera mejor, y eso que me quieres incondicionalmente, según tú, como yo nunca podré entender mientras no tenga hijos.

Sin embargo, hay amores que matan, hay personas tóxicas que propagan su mala energía y eso es lo que siento yo que haces. Lamentablemente no me apetece estar contigo, eso es lo que has provocado en mí, no quiero estar con una persona que no intenta sino hacerme sentir mal y culpable cuando lo único que he reivindicado es mi derecho a vivir mi vida. No soy de tu propiedad.

Estoy cansada del “tienes que” y cargar con problemas que no son míos. ¿De verdad te preocupas por mí?, ¿de verdad crees que tus supuestas bromas pesadas me hacen gracia?. No lo haces y sí te lo crees.

Ahora te sientes sola, quieres que te preste más atención, que esté más contigo, pero no te paras a reflexionar acerca de los motivos por los que estás tan sola, ¿piensas que ha sido tú elección?, si es así, ¿por qué me exiges a mí que rompa tu soledad?. Ya no me exiges, has aprendido que no puedes forzarme, que ya no me dejo amedrentar, pero sigues sin entender que tanto daño me has hecho y por qué no te soporto.

Por mucho que te diga no lo vas a entender, porque desde hace mucho tiempo tú y yo no hablamos el mismo idioma, pero no importa, ya he aceptado que probablemente yo no sea la hija que tu quieres y que tú no eres la madre que yo necesito.

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